En la Biblia, el ayuno es una disciplina en la que los creyentes dejan de lado intencionalmente sus necesidades más básicas para realinear sus corazones con la voluntad de Dios.

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Puntos de conversación:

  • Hechos 13 muestra que los primeros cristianos ayunaban regularmente; era una práctica común, y se remontaba incluso al Antiguo Testamento. Éxodo 34:28, 2 Samuel 12:16
  • El ayuno y la adoración nos ayudan a sintonizarnos para escuchar la guía del Espíritu. El Espíritu Santo habla a nuestros corazones a través de convicciones y direcciones que se alinean con las Escrituras. Hechos 13:1-2
  • Todos estamos llamados al ministerio de alguna forma; como Jesús, que ayunó antes de comenzar su ministerio, el ayuno puede prepararnos para nuestro llamado en la obra de Dios. Hechos 13:3
  • El ayuno fortalece nuestra determinación y nos ayuda a luchar batallas espirituales de manera más efectiva. Jesús enseñó que ciertos desafíos espirituales requieren tanto oración como ayuno. Hechos 13:9-11, Marcos 9:29
  • En esencia, el ayuno nos enseña a depender de la gracia de Dios en lugar de depender de nosotros mismos, y crea un espacio para acercarnos más a Dios y reconocer nuestra necesidad de Él.
Discusión:
  1. Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
  2. ¿Alguna vez has ayunado? ¿Cuál fue tu experiencia?
  3. ¿Has experimentado una guía más clara de Dios a través de la oración y el ayuno?
  4. Todos estamos llamados al ministerio de alguna forma. ¿Qué significa esto? ¿Cómo puede el ayuno prepararte para la obra de Dios en tu vida?
  5. ¿Cómo puede el ayuno fortalecer tu vida espiritual y ayudarte a enfrentar los desafíos?
  6. Lee Hechos 13:43. ¿Cómo te ayudan la oración y el ayuno a profundizar tu confianza en Dios en tu vida diaria?
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