Vivimos en un mundo que nos anima a buscar nuestra propia voluntad, generalmente en detrimento de nuestra salud espiritual. Puede que estés sentado aquí pensando en todos los errores y pecados que has cometido en el pasado, preguntándote si es demasiado tarde para ti. Hoy, al comenzar una nueva miniserie dentro de nuestro estudio de Hechos, nos haremos la pregunta: ¿Hay alguien demasiado perdido para Dios?

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Puntos de conversación:

  • Después de liderar un avivamiento en Samaria, Dios envió a Felipe por un camino desértico que aparentemente no conducía a ningún lugar significativo. ¿No te sientes así la vida a veces? De todos modos, Dios había equipado a Felipe con un mensaje para compartir. Hechos 8:26
  • Al viajar por este camino, Felipe se encontró con un hombre aparentemente indigno de la atención de Dios: “un eunuco de gran autoridad bajo Candace, la reina de Etiopía”. Felipe comenzó a entender por qué estaba allí… Hechos 8:27-31
  • Después de caminar junto al eunuco, en más de un sentido, Felipe aprovechó la oportunidad para compartir el mensaje de Jesús con él. No dudó en compartir las buenas noticias, sin importar cuán “indigno” pareciera este hombre. Hechos 8:34-35
Discusión:
  1. Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
  2. Antes de leer la lección, ¿cómo habrías respondido a la pregunta de hoy? ¿Cuáles son algunos ejemplos de cosas que podrían hacernos pensar que estamos “demasiado lejos o perdidos para Dios”?
  3. Describe un momento en el que te hayas sentido indigno o hayas tenido dudas espirituales. ¿Esto te acercó más al Señor o te alejó más de él?
  4. Lee Hechos 8:27-28. ¿Qué cosas podemos aprender sobre el eunuco basándonos en este pasaje? ¿Qué lo hizo “indigno”?
  5. A pesar de las cosas que había hecho, ¿qué hizo que el eunuco fuera digno de recibir las buenas noticias de Jesús? ¿Cómo se aplica esto a todos nosotros?
  6. Lee Hechos 8:29-30. Identifica un “Felipe” en tu propia vida. ¿Cómo ha caminado esta persona junto a ti y de qué manera Dios la ha usado para animarte?
  7. Lee Romanos 8:38-39. ¿Estás convencido también? ¿O estás demasiado lejos o perdido para Dios? Explica tu respuesta.
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