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Puntos de conversación:
- Las tormentas pueden venir incluso cuando estás en la voluntad de Dios. El naufragio de Pablo no significó que estuviera fuera del plan de Dios. Hechos 27:1-20
- Las tormentas pueden elevarte a una posición de influencia. Pablo, aunque prisionero, se convirtió en el líder de facto del barco. Hechos 27:21-35
- Las tormentas revelan la calidad de tu fe. Pablo continuó predicando sin quejarse incluso después del sufrimiento. Hechos 28:30-31
Al concluir nuestro estudio del libro de los Hechos hoy, volvemos al versículo que dio inicio a toda la narración:
Hechos 1:8 (NTV) pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.
Este versículo define el movimiento del evangelio a lo largo del libro de Los Hechos: Pedro fue el primer personaje principal. Luego Pablo asumió el papel de personaje principal en la segunda mitad del libro. ¡Pero en realidad se trata de los hechos del Espíritu Santo! O sea, ¡lo que el Espíritu Santo hizo a través de todo el libro!
Hoy cubrimos los dos últimos capítulos. En ellos encontramos un relato sorprendentemente detallado del viaje de Pablo a Roma como prisionero. Esta es una de las más famosas historias de naufragio en la historia mundial. A través de esta historia, aprenderemos tres lecciones sorprendentes sobre las tormentas de la vida y de cómo Dios sigue en el trono a través de todas ellas.
Primera lección: Las tormentas pueden venir incluso cuando estás en la voluntad de Dios.
Hechos 27:1 (NTV) Cuando llegó el tiempo, zarpamos hacia Italia. A Pablo y a varios prisioneros más los pusieron bajo la custodia de un oficial romano[a] llamado Julio, un capitán del regimiento imperial.
Algunos se refieren a este viaje de Pablo a Roma (Hechos 27-28) como su cuarto viaje misionero, aunque técnicamente fue bajo custodia romana.
Resumen de los viajes misioneros de Pablo
- Primer viaje (Hechos 13-14) – Pablo y Bernabé viajan por Chipre y partes de Asia Menor (la actual Turquía).
- Segundo viaje (Hechos 15:36–18:22) – Pablo visita nuevamente Asia Menor y extiende su obra a Grecia (Filipos, Tesalónica, Corinto).
- Tercer viaje (Hechos 18:23–21:17) – Pablo vuelve a visitar iglesias en Asia Menor y Grecia, con una estadía prolongada en Éfeso antes de viajar a Jerusalén.
Fue durante este su cuarto viaje que tuvo lugar esta terrible tormenta que casi acaba con la vida de los tripulantes. Leamos:
Hechos 27:20 (NTV) La gran tempestad rugió durante muchos días, ocultó el sol y las estrellas, hasta que al final se perdió toda esperanza.
Todos pensaron que esta tormenta era el final de sus vidas. Sin embargo, no fue así pero si naufragaron y fueron a dar a la isla de Malta. Esto nos enseña que seguir a Cristo no es un camino fácil. Las pruebas llegan incluso cuando estamos caminando bajo la voluntad de Dios como llegó a experimentar Pablo en carne propia. Mira todo lo que este apóstol tuvo que pasar a pesar de que el vivia haciendo la voluntad de Dios:
2 Corintios 11:25-27 (NTV) Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar. 26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles. Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son. 27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
Probablemente Pablo escribió 2 Corintios alrededor del 55-56 d.C. Escribió esta carta desde Macedonia, probablemente en Filipos, durante su tercer viaje misionero. Esto fue poco antes de que regresara a Corinto y luego viajara a Jerusalén, donde fue arrestado.
Su naufragio en Hechos 27 ocurrió más tarde (alrededor del 59-60 d.C.), lo que significa que los naufragios que menciona en 2 Corintios 11:25 deben haber sido de incidentes anteriores. A pesar de todo lo que ya había experimentado, siguió adelante haciendo lo que Dios le había mandado aun a riesgo de perder su vida. ¿Cuántos de nosotros renegamos y nos apartamos de Dios por las tormentas que llegan a nuestras vidas? Más no debería ser así. Al contrario, saquemosle ventaja a las tormentas porque:
Segunda lección: Las tormentas pueden elevarte a una posición de influencia.
Hechos 27:21-22 (NTV) Nadie había comido en mucho tiempo. Finalmente, Pablo reunió a la tripulación y le dijo: «Señores, ustedes debieran haberme escuchado al principio y no haber salido de Creta. Así se hubieran evitado todos estos daños y pérdidas. 22 ¡Pero anímense! Ninguno de ustedes perderá la vida, aunque el barco se hundirá.
Algo increíble sucede en este punto de la historia: el prisionero se convierte en el capitán. Pablo da órdenes y la gente lo obedece con desesperación.
Hechos 27:30-32 (NTV) Luego los marineros trataron de abandonar el barco; bajaron el bote salvavidas como si estuvieran echando anclas desde la parte delantera del barco. 31 Así que Pablo les dijo al oficial al mando y a los soldados: «Todos ustedes morirán a menos que los marineros se queden a bordo». 32 Entonces los soldados cortaron las cuerdas del bote salvavidas y lo dejaron a la deriva.
Hechos 27:33-35 (NTV) Cuando empezó a amanecer, Pablo animó a todos a que comieran. «Ustedes han estado tan preocupados que no han comido nada en dos semanas—les dijo—. 34 Por favor, por su propio bien, coman algo ahora. Pues no perderán ni un solo cabello de la cabeza». 35 Así que tomó un poco de pan, dio gracias a Dios delante de todos, partió un pedazo y se lo comió.
Pon atención aquí al “modus operandis” de Dios en las pruebas: eleva a su pueblo a posiciones de influencia a través de la adversidad para que sean de influencia. Nota el patrón de Dios a través de toda la Biblia. Dos ejemplos son José en Egipto (de esclavo a segundo después de faraón sobre todo Egipto) y Daniel en Babilonia (llevado en cautiverio paso a ser nombrado uno de los tres administradores principales del reino). Ahora Pablo durante el naufragio de Malta. Pablo ya conoce el modo de operar de Dios cuando llegan las pruebas a nuestra vida. Por eso fue que gozosamente dijo:
2 Corintios 12:10 (NTV) Es por esto que me deleito en mis debilidades, y en los insultos, en privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo. Pues, cuando soy débil, entonces soy fuerte.
No te desanimes ni te entristezcas cuando vengan las pruebas a tu vida. Estas no deben ser causa de destrucción sino un medio para fortalecerte. Aprende de las palmeras que se doblan con las tormentas y parece que ya se quiebran. Sin embargo, al pasar la tormenta, se enderezan y siguen de pie. Así, tu. Debes salir triunfante de las tormentas si te aferras a Jesús.
Pablo se levantó y fue el hombre que hizo que la tripulación del barco no se precipitaba a saltar a una muerte segura. Más bien, los alentó a soportar la tormenta y así sobrevivieron. No reniegues ni te desanimes de las tormentas que vengan a tu vida. Debes aprender que las tormentas no solo te ponen en un lugar de influencia sino que
Tercera lección: Las tormentas ponen a prueba la calidad de tu fe.
Hemos visto que Pablo ha pasado por momentos difíciles, pero mira lo que hace cuando llega a Roma:
Hechos 28:30-31 (NTV) Durante los dos años siguientes Pablo vivió en Roma pagando sus gastos él mismo. Recibía a todos los que lo visitaban, 31 y proclamaba con valentía el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo; y nadie intentó detenerlo.
La situación de Pablo no era fácil. A pesar de estar bajo arresto domiciliario en Roma, Pablo continuó su misión de predicar el evangelio. Recibía a todas las personas que querían escuchar su mensaje, y enseñaba sobre el reino de Dios y Jesucristo con valentía y sin restricciones.Él simplemente seguía compartiendo a Cristo. Sin quejarse. Sin decir ¡ay de mí!. Solo viviendo en fiel obediencia a Jesús. ¿Es así como reaccionas ante las tormentas en tu vida?
Las tormentas son pruebas. Todos seremos puestos a prueba. La pregunta que surge entonces es ¿Continuarás confiando en la Soberanía de Dios? O ¿piensas que TÚ estás en control de tu vida? Pablo nunca perdió su fe, al contrario, las tormentas pusieron a prueba la calidad de su fe y salió fortalecido y siendo influencia para otros.
El libro de los Hechos termina con un final abrupto: Pablo en Roma, esperando juicio. La historia sugiere:
- Primer encarcelamiento romano (60-62 d. C.): Escribió las “Epístolas de la prisión”.
- Liberación y mayor ministerio (62-66 d. C.): Probablemente visitó España y volvió a visitar iglesias.
- Segundo encarcelamiento y martirio (67-68 d. C.): Bajo el reinado de Nerón, fue decapitado por su fe.
Más para él morir nunca fue una pérdida sino una ganancia:
Filipenses 1:20-21 (NTV) Tengo la plena seguridad y la esperanza de que jamás seré avergonzado, sino que seguiré actuando con valor por Cristo, como lo he hecho en el pasado. Y confío en que mi vida dará honor a Cristo, sea que yo viva o muera. 21 Pues, para mí, vivir significa vivir para Cristo y morir es aún mejor.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Alguna vez has enfrentado una tormenta en tu vida estando en el centro de la voluntad de Dios? ¿Cómo reaccionaste?
- ¿Recuerdas alguna ocasión en que una prueba te elevó a una posición de mayor influencia?
- ¿Cómo sueles reaccionar ante la adversidad? ¿Sueles confiar en la Soberanía de Dios o te cuesta?
- ¿Cómo pueden las dificultades ser una oportunidad para compartir tu fe?
- ¿Por qué crees que Dios permite tormentas en nuestras vidas?
- Pablo no permitió que las dificultades lo desviaran de su misión. ¿Cómo podemos adoptar una actitud similar?
- ¿Cómo puede tu fe fortalecerte a través de las pruebas?