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Puntos de conversación:
- La forma en que criamos a nuestros hijos tiene una gran influencia en ellos. Inculcar una base sólida y constante en Dios puede tener un impacto duradero. 2 Timoteo 1:5, 2 Timoteo 3:15
- Lidia se convirtió en creyente de Jesús después de escuchar el mensaje de Pablo. Su fe creció rápidamente y toda su familia se bautizó junto con ella. Hechos 16:13-15
- Independientemente de su situación, la fe en Jesús transforma los hogares. La Biblia demuestra constantemente el poder del amor y la gracia de Dios en las familias. Hechos 16:25-33
¿Son reales las maldiciones (y las bendiciones) familiares? Los que si creen en maldiciones familiares se basan en el siguiente versículo súper aterrador del Antiguo Testamento, el Segundo Mandamiento.
Éxodo 20:4-5 (NTV) »No te hagas ninguna clase de ídolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar. No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.
¿Maldiciones generacionales? Acaso, ¿necesitas expulsar demonios de tu vida? como dice el autor del libro Rompiendo cadenas. ¡No! Esto es más sobre comportamiento aprendido y no maldición demoníaca o generacional.¡Es posible que hayas conocido a personas que padecen de algo hasta la tercera y cuarta generación y se cree que es una maldición! La influencia se extiende a los nietos y bisnietos. ¿Cómo se explica esto?
Es que existe un Principio llamado ¡la paternidad importa! En otras palabras, mucho de lo que creemos que se hereda es aprendido. Pasa más de lo que crees: alcoholismo, orgullo, egoísmo, materialismo (las riquezas), etc. A esto se le conoce como “Ídolos familiares”. Estas son cosas, aunque negativas, que tienen un lugar sobresaliente en las familias que llegan a convertirse en ídolos o sea que toma el lugar de Dios. Por lo cual existe esta advertencia en Éxodo 20:5: vendrá maldición si adoran a ídolos.
El problema con las personas que abogan por las maldiciones generacionales es que se olvidan del siguiente versículo.
Éxodo 20:6 (NTV) Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.
¡Dios quiere bendecir a tu familia! ¡Además, en Cristo quedó abolida cualquier maldición! Al Cristo cumplir la Ley en su vida, clavo cualquier maldición por romperla en la cruz del calvario.
¡Mira el poder del amor! Si desobedecían el segundo mandamiento, caía maldición hasta la tercera y cuarta generación, pero a los que aman y obedecen sus mandatos ¡derrama su amor inagotable por mil generaciones! Mil generaciones versus 3 o 4. Nota quien es el destinatario de esto: “los que me aman y obedecen mis mandamientos”.
¿Cuál fue esta bendición generacional? La mayor bendición generacional fue la salvación. Hogares donde abuelos, padres e hijos son todos seguidores de Jesús. No hay nada mejor que esto. Muy pocas familias lo tienen. Hoy veremos esto en acción en 3 familias en Hechos 16. Empecemos con la primera. De esta familia aprendemos que:
La forma en que criamos a nuestros hijos tiene una gran influencia en ellos. Inculcar una base sólida y constante en Dios puede tener un impacto duradero.
Hechos 16:1 (NTV) Pablo fue primero a Derbe y luego a Listra, donde había un discípulo joven llamado Timoteo. Su madre era una creyente judía, pero su padre era griego.
Este es el segundo viaje misionero de Pablo (al inicio lo acompañó Bernabe pero por un desacuerdo se separaron y siguió con Silas). Y en la tercera parada del viaje nos encontramos con una familia especial. Es la primera vez que conocemos a Timoteo. Este tipo se convierte en el protegido de Pablo y lo acompaña en el resto del viaje misionero. Su mamá era judía y su papá griego. Conozcamos un poquito a Timoteo en .palabras del propio Pablo:
2 Timoteo 1:5 (NTV) Me acuerdo de tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.
Nota que no se menciona al padre en su crianza. Probablemente su padre no era un seguidor gentil de Dios. Si lo fuera, habría hecho circuncidar a Timoteo lo cual sabemos que no lo hizo porque tuvo que realizarlo ya de grande para acomponar a Pablo el resto del viaje “or respeto a los judíos de la región” (He 16:3). Veamos una pista más sobre la educación de Timoteo.
2 Timoteo 3:15 (NTV) Desde la niñez, se te han enseñado las sagradas Escrituras, las cuales te han dado la sabiduría para recibir la salvación que viene por confiar en Cristo Jesús.
¡Instruido por madre y abuela! El punto es que si deseas transmitirle tu fe a tus hijos, enséñeles la Biblia a una edad temprana y con frecuencia. Ahora veamos a la segunda familia donde la cabeza era una mujer llamada Lidia.
Lidia se convirtió en creyente de Jesús después de escuchar el mensaje de Pablo. Su fe creció rápidamente y toda su familia se bautizó junto con ella.
Hechos 16:13-14 (NTV) El día de descanso nos alejamos un poco de la ciudad y fuimos a la orilla de un río, donde pensamos que la gente se reuniría para orar, y nos sentamos a hablar con unas mujeres que se habían congregado allí. Una de ellas era Lidia, de la ciudad de Tiatira, una comerciante de tela púrpura muy costosa, quien adoraba a Dios. Mientras nos escuchaba, el Señor abrió su corazón y aceptó lo que Pablo decía.
Aquí Pablo y Silas están en Filipos, donde esta mujer Lidia, quien sin conocer a Jesus, ya adoraba a Dios, se convierte. El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento dice que “El hecho de que se la nombre podría significar que era una persona de cierto estatus, ‘ya que era normal en un entorno grecorromano como el no mencionar a las mujeres por su nombre personal en público a menos que fueran notables o notorias.’”.
Hechos 16:15 (NTV) Ella y los de su casa fueron bautizados, y nos invitó a que fuéramos sus huéspedes. «Si ustedes reconocen que soy una verdadera creyente en el Señor—dijo ella—, vengan a quedarse en mi casa». Y nos insistió hasta que aceptamos.
¿Quizás una viuda? ¿Divorciada? De cualquier manera, parece ser madre soltera. El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento dice lo siguiente: “Una mujer como Lidia podría haber sido cabeza de familia en la cultura grecorromana porque su marido había muerto o ella estaba divorciada, y menos probablemente porque era una mujer soltera con recursos.”
Lidia era muy rica. El dinero no tiene por qué ser una maldición generacional. Ella ya lo está usando para ser una bendición. El punto principal de este ejemplo es el impacto que tuvo ella en su familia. Ella fue salva y la familia la siguió.
El tercer ejemplo que vemos en Hechos 16 sigue a continuación. Es un padre trabajador. De este ejemplo aprendemos que:
Independientemente de su situación, la fe en Jesús transforma los hogares. La Biblia demuestra constantemente el poder del amor y la gracia de Dios en las familias.
Este padre al que conoceremos prontamente, era el carcelero donde estaban encarcelados Pablo y Silas por predicar el evangelio. Pero mira que pasa mientras estos hombres están en la cárcel:
Hechos 16:25-28 (NTV) Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas! El carcelero se despertó y vio las puertas abiertas de par en par. Dio por sentado que los prisioneros se habían escapado, por lo que sacó su espada para matarse; pero Pablo le gritó: «¡Detente! ¡No te mates! ¡Estamos todos aquí!».
¡Guau! Hay un canto viejito que dice que cuando el “pueblo alaba a Dios suceden cosas, cosas maravillosas”. Esto es lo que pasó aquí. Pablos y Silas estaban adorando a Dios y ¡mira cómo tembló y sus cadenas fueron rotas! El hombre del cual estamos hablando, al ver que se habían abierto las puertas de las cárceles y caído las cadenas de los presos, intentó quitarse la vida.
Esta acción precipitada del carcelero se entiende porque en el contexto romano, los carceleros eran responsables de sus prisioneros con sus propias vidas. Si un prisionero escapaba, el carcelero podía ser castigado con la muerte. Peor aún, su propia familia podía pagar por tal descuido. Por eso, al ver las puertas abiertas, el carcelero pensó que su destino estaba sellado y como un buen padre prefirió acabar con su vida antes de que su familia enfrentara el castigo. Sin embargo, Pablo lo para y le dice que no se haga daño, que todos están allí, que nadie ha escapado. Mira la reacción del carcelero ante esas palabras:
Hechos 16:29-30 (NTV) El carcelero pidió una luz y corrió al calabozo y cayó temblando ante Pablo y Silas. Después los sacó y les preguntó: —Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
Al verlos todavía allí, el carcelero, literalmente sintió que su vida le regresaba al cuerpo. Pablo y Silas no habían huido aunque tuvieron la oportunidad. Sino que se quedaron para salvarle la vida al carcelero. Este hombre, que ya se había sentido un hombre muerto, agradeció el gran gesto de estos hombres de no huir. Seguro que también le habían hablado de Jesús y de su plan de salvación porque fue la pregunta inmediata que les hizo a Pablo y a Silas. ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos le responden:
Hechos 16:31-33 (NTV) Ellos le contestaron: —Cree en el Señor Jesús y serás salvo, junto con todos los de tu casa. Y le presentaron la palabra del Señor tanto a él como a todos los que vivían en su casa. Aun a esa hora de la noche, el carcelero los atendió y les lavó las heridas. Enseguida ellos lo bautizaron a él y a todos los de su casa.
¡Qué bendición!. Un padre se salva y la familia lo sigue. El padre recibió el mensaje de Cristo y él con toda su familia creyeron y de una vez se bautizaron. Al igual que en el caso de Lidia, la madre de familia, no dudaron en creer en Jesús y dar el siguiente paso que fue bautizarse para identificarse como un seguidor de Jesús. ¿Qué estaba pasando aquí en el capítulo 16 de Hechos?
Un joven con una madre y una abuela cristianas (y un padre incrédulo) siguen a Jesus y por la enseñanza que le dieron desde niño su madre y abuela se entrega al ministerio de servicio para Cristo. Una madre soltera/viuda rica se convierte en seguidora de Jesús. Un padre trabajador se convierte en seguidor de Jesús.
¿Qué podemos aprender de estas tres historias? Estas tres historias se incluyen en el capítulo 16 como una muestra de lo que estaba sucediendo en la iglesia primitiva. La gente se estaba salvando. Fue tan poderosa esta conversión que afectó a sus hogares. Así debería funcionar hoy en día. Mamás y papás aceptando el mensaje de Jesús y se lo transmiten intencionalmente a sus hijos.
Debido a la promesa de Dios en la Biblia, podemos saber que nuestro amor por Dios y nuestra obediencia a Él pueden perdurar por generaciones venideras. Volvamos a uno de los versículos con los que abrimos:
Éxodo 20:6 (NTV) Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.
¡Las bendiciones familiares o generacionales son reales! Padres: su amor a Dios, su obediencia a sus mandamientos puede transmitirse de generación en generación en generación. Empiecen desde ya transmitiendo ese amor por Dios a sus hijos, a sus nietos y dejarán un legado de bendición para las futuras generaciones.
No dejes un legado de comportamientos negativos heredados. Que tu legado no sea el alcoholismo o la infidelidad matrimonial. Que sea el amor y el servicio a Dios. Sigue tu los mandatos de Dios y vive una vida que honre a Dios para que tus hijos lo hagan también. Todo empieza contigo madre/padre.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunos ejemplos de patrones generacionales en las familias de hoy (positivos o negativos)?
- ¿Cuáles son algunos “ídolos familiares” que podrían estar influyendo en las generaciones futuras?
- ¿Cómo pueden los padres y abuelos transmitir intencionalmente la fe a sus hijos?
- ¿Por qué es tan importante enseñar las Escrituras a los niños?
- ¿Cómo pueden los padres modelar el amor a Dios de una manera que anime a sus hijos a hacer lo mismo?
- Identifica un paso que puedes dar esta semana para transmitir intencionalmente tu fe a alguien de tu familia.