“Mentoría” es la palabra que usamos para describir el proceso de ayudar a alguien a buscar de Dios. La palabra bíblica es “hacer discípulos”. Se trata de guiar, instruir, enseñar, aconsejar, cuidar, y dar seguimiento a alguien para ayudarle en su búsqueda de Dios. Jesús fue mentor de sus 12 discípulos cuando estaba en la tierra y les encargó hacer lo mismo con los demás (Mateo 18:19-20).
Hoy en día, muchos cristianos no entienden la vocación en sus vidas de mentorear a las personas que los rodean. Pero la Biblia enseña que instruir a otras personas es la mejor manera de hacer crecer nuestra propia fe(Efesios 4:11-16). Hay muchas razones por las que los cristianos fallan en darle mentoría a otros: no se sienten calificados, temen el rechazo, no están seguros de qué decir, etc Esto es exactamente cómo el enemigo quiere que los cristianos piensen. Pero la Biblia enseña que los cristianos sólo tienen que mantenerse un paso más al frente para mentorear a otra persona. Si esperas hasta que te sientas capacitado o dispuesto a mentorear a otros, nunca lo harás.
Tres principios de mentoría
Hay tres principios sencillos que te ayudarán a dar valientemente un paso al frente y empezar a mentorear a otras personas a tu alrededor. Los enseñamos en nuestra serie de Entrenamiento para mentoría. Y son:
1. Mentorea a algunos. La mentoría comienza en casa y se extiende a otros en tu círculo de influencia. Jesús cambió el mundo con sólo unos pocos mentores y luego enseñándoles a hacer lo mismo. Esta es simple estrategia de Dios para alcanzar a cada generación.
2. Habla la verdad en amor. La transformación comienza con la verdad, y la mentoría se resume en compartir la verdad de Dios en una manera que la gente pueda recibirla. Nos ganamos el derecho a hablar la verdad de Dios, mostrándole a las personas a nuestro alrededor que las amamos. Sin embargo, sólo podemos hacer nuestra parte; no podemos obligar a nadie a buscar de Dios.
3. Sigue avanzando. La búsqueda de Dios es un viaje y no solo un destino. El objetivo de la tutoría es el de ayudar a alguien a que eventualmente cerrar el “círculo completo” en su fe: confiar en Jesús y honrar a Dios en la vida, y luego dar la vuelta y ayudar a otros a hacer lo mismo. Grandes mentores se reproducen por lo que la verdad de Dios puede seguir avanzando en cada generación.
¿Quieres completar el círculo de tu búsqueda de Dios? Encuentra a alguien que está un paso más adelante de ti y pídele que sea tu mentor. Completa Entrenamiento de mentoría juntos y luego elijan algunas otras series para completar juntos para su propio crecimiento. Entonces estarás listo para darte la vuelta y mentorear a algunas de las personas en tu vida.