Pedro, como los demás discípulos, rebosaba confianza en que su fe no fallaría. Pero luego su fe falla y de manera impactante. El relato que veremos hoy es sobre cómo Jesús permanece en la misión incluso cuando sus seguidores no lo hacen. Así que hoy analizamos el relato de la traición de Pedro a Jesús, un ejemplo clásico de “desviación de la misión” en la Biblia. Y de esto surge la siguiente pregunta: ¿Te has desviado de la misión?. Posible, que te preguntes cuál misión. Pues la que Jesús nos dijo allá en Mateo 28:19: “Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”
A veces las demandas o cambios del matrimonio o en el mundo laboral hace que nos desviemos de la misión que Jesus nos encomendó.Otras veces es nuestro orgullo el que nos impide mantenernos en la misión. Dejamos de depender de Jesús por confiar en nosotros mismos esto es orgullo y no humildad. Se nos olvida que todo lo que somos y tenemos es gracias a la gracia y misericordia de Dios. Muchas iglesias simplemente pasan la misión por alto.
Muchos cristianos nunca la entienden y mucho menos la hacen.
Antes de llegar a nuestro texto de hoy en el capítulo 14, debemos preparar el escenario retrocediendo hasta el capítulo 1, cuando Jesús llamó por primera vez a sus discípulos. Presta atención en dónde sucede todo esto, porque volverá a aparecer en el capítulo 14.
Jesús había llamado a Pedro a hacer discípulos, pero ahora su compromiso estaba en duda.
Marcos 1:16-18 (NTV) Cierto día, mientras Jesús caminaba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban la red al agua, porque vivían de la pesca. Jesús los llamó: «Vengan, síganme, ¡y yo les enseñaré cómo pescar personas!». Y enseguida dejaron las redes y lo siguieron.
Aquí Jesús les hace el llamado a su misión de salvar almas Ellos dejaron sus redes, lo siguieron y estuvieron 3 años con Jesús. Dejaron familias, trabajos, todo lo que tenían. ¡Esta fue una fe increíble! ¡Qué sacrificio! Su expectativa es que esto sería bueno.
Quizás habrían pensado: “¡Seremos famosos!” Tal vez, “¿¡Ricos!?”
Pero cuando llegó el momento de probar su fe, lo abandonaron. Sin embargo, Jesús no se detiene de Su sacrificio aunque sabe que Sus amigos perderán la fe. Porque no fue su fe o falta de fe lo que llevó a Jesús a la cruz. Eso era parte del plan. Él fue a pesar de que no se mantuvieron fieles a Él. Él estuvo dispuesto a sacrificarse por nosotros aunque sabía que no siempre estamos dispuestos a sacrificarnos por Él. Ahora, pongamos todo en contexto. La semana pasada cubrimos la Última Cena y la revelación de Jesús de quien lo traicionaría. Lucas añade contexto en su relato:
Lucas 22:24 (NTV) Después comenzaron a discutir quién sería el más importante entre ellos.
¿Puedes imaginarlo? ¡Es un poco gracioso! Jesús les acaba de revelar que uno de ellos lo traicionaría, y todos se pregunta si acaso sería él, poniendo así en duda su fe en su Maestro. Y luego, luego, se están peleando por ver quién será el más importante. ¡Increible lo que hace nuestro orgullo! Más….
Jesús no entró en pánico cuando la fe de sus discípulos flaqueó. Permaneció en la misión y sabía que eventualmente ellos también lo harían.
Entonces, unamos todas las piezas y hagamos una línea de tiempo. Primero, celebran la Última Cena donde Jesús les dice que uno de ellos lo traicionera. Todos se preguntaron: “¿Soy yo?” (episodio de la semana pasada). Luego, de alguna manera eso se convirtió en una discusión sobre quién sería el más grande entre ellos. Después, pasamos a la siguiente escena que es camino al Monte de los Olivos donde Marcos narra lo siguiente:
Marcos 14:27-28 (NTV) En el camino, Jesús les dijo: «Todos ustedes me abandonarán, porque las Escrituras dicen: “Dios golpeará al Pastor, y las ovejas se dispersarán”. Sin embargo, después de ser levantado de los muertos, iré delante de ustedes a Galilea y allí los veré».
Un par de cosas aquí. Primero, observa que Jesús dice: “Todos ustedes me abandonarán”. Esto fue justo después de que “todos bebieron de la copa” y se discutieron peleando el lugar de mayor importancia. Él sabía que no lograrían permanecer en la misión (¡estaba profetizado!) pero no por eso quedaron eliminados de la misión. Jesús sabía que ellos eventualmente volverían a alinearse a su misión. Sin embargo, él creía en ellos, sabía que su proceso no había terminado. Los encontraría donde empezó todo, donde los llamó por primera vez. en Galilea
Segunda cosa a notar: ¿Por qué Galilea? Porque está muy conectado con su misión y la de ellos. Es donde Jesús llamó por primera vez a sus discípulos.
¿Recuerdas el versículo con el que comenzamos hoy? Es donde Jesús los encontrará después de su resurrección para restaurarlos no en Jerusalén, porque este mensaje era para todo el mundo, no solo judíos. Era una profecía cumplida (Isaías 9:1-3) sobre el crecimiento de Israel, que eventualmente incluiría los gentiles (ver el desarrollo de esto en el libro de Hechos). Esto muestra que Jesús no entra en pánico cuando nuestra fe flaquea. Pero aquí está la cuestión: ¡Pedro no pensó que su fe fallaría! Sin embargo él lo negó. Fracasó grandemente, pero se arrepintió y aprendió una lección muy fuerte.
Pedro aprendió lo que la mayoría de los creyentes han experimentado: una cosa es ser valiente cuando estás rodeado de creyentes. Otra cosa es permanecer en la misión cuando el mundo está en tu contra.
Marcos 14:29,31 (NTV) Ellos, muy afligidos, le preguntaron uno por uno: «¿Seré yo?». — …¡No!—exclamó Pedro enfáticamente—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás juraron lo mismo.
¡Pedro les echó la bolita a todos! Sin embargo, confío en su fe. Hasta cierto punto era un tanto orgulloso.
Marcos 14:30-31 Jesús respondió: —Te digo la verdad, Pedro: esta misma noche, antes de que cante el gallo dos veces, negarás tres veces que me conoces. —¡No!—exclamó Pedro enfáticamente—. Aunque tenga que morir contigo, ¡jamás te negaré! Y los demás juraron lo mismo.
Al final, todos huyeron y abandonaron a Jesús. Y ¡Pedro que prometió morir con él hasta juró no conocerlo! Pedro tuvo que pasar por este proceso para aprender a depender de Jesus y no en su propia fuerza. Al final de su vida ¡sí que murió por su Maestro! Es que una cosa es sentirse fuerte cuando estás en la iglesia al lado de los que creen como tú, alabando y orando a Dios el domingo.Otra cosa es cuando llega el lunes al trabajo, a la escuela, con la familia no cristiana cuando tu fe es probada.
Marcos 14:66-68 (NTV) Mientras tanto, Pedro estaba abajo, en el patio. Una de las sirvientas que trabajaba para el sumo sacerdote pasó y vio que Pedro se calentaba junto a la fogata. Se quedó mirándolo y dijo: —Tú eres uno de los que estaban con Jesús de Nazaret. Pero Pedro lo negó y dijo: —No sé de qué hablas. Y salió afuera, a la entrada. En ese instante, cantó un gallo.
Una notita: cuando se refiere a que cantó un gallo, posiblemente no se trata de un animal, sino de que para marcar la hora, los guarda de la ciudad tocaban una trompeta a la que le llamaban el gallo.
Marcos 14:69-70 (NTV) Cuando la sirvienta vio a Pedro parado allí, comenzó a decirles a los otros: «¡No hay duda de que este hombre es uno de ellos!». Pero Pedro lo negó otra vez. Un poco más tarde, algunos de los otros que estaban allí confrontaron a Pedro y dijeron: —Seguro que tú eres uno de ellos, porque eres galileo.
Allí está de nuevo. Este fue un recordatorio para Pedro: allí fue donde conoció a Jesús por primera vez. Allí es donde dejó su red para “pescar personas” y unirse a Jesús en su misión, apenas tres cortos años antes. Y ahora, probablemente menos de 3 horas después de haber prometido nunca traicionar a Jesús, lo niega por tercera vez:
Marcos 14:71-72 (NTV) Pedro juró: —¡Que me caiga una maldición si les miento! ¡No conozco a ese hombre del que hablan! Inmediatamente, el gallo cantó por segunda vez. De repente, las palabras de Jesús pasaron rápidamente por la mente de Pedro: «Antes de que cante el gallo dos veces, negarás tres veces que me conoces»; y se echó a llorar.
¡Nota que Pedro ni siquiera dice su nombre! Simplemente dijo “ese hombre”. Como quien dice “ni conozco ese tipo”. ¡Vergonzoso! Lo que es peor, ¡jura y maldice! Posible que Pedro actúa de esta manera por el miedo. La cosa es que mientras estaba con los demás discípulos, él era muy valiente y fuerte en su fe. Pero una vez que queda solo, ¡tiene miedo hasta que lo relacionen con Jesús por si acaso lo apresen a él también! Pedro perdió su enfoque. Se desvió totalmente de su misión. Olvidó quién era: un seguidor de Jesús. Y esto me lleva a preguntar de nuevo: ¿Te has desviado de la misión?
Reflexiona, si al igual que Pedro, te has desviado de lo que Jesus te ha llamado a hacer: a hacer discípulos. Tal vez ha sido por la presión del que dirá que ni siquiera has empezado a cumplir lo que Jesús nos ha mandado de ir y compartir con los demás. Hoy es el día de retomar tu misión o de empezar a hacerla. No solo te sientas mal de que has fallado. Los discípulos fallaron en su fe abandonando a Jesús. Pedro falló en su fe negándolo. Sin embargo, Jesús los encontraría después de la resurrección en Galilea para animarlos y reafirmarlos en la misión. Y es que…
Permanecer en la misión tiene menos que ver con la calidad de nuestra fe y más con el poder de la gracia de Dios.
Más contexto de la versión de Lucas de este relato (Marcos omite esta parte):
Lucas 22:31-32 (NTV) »Simón, Simón, Satanás ha pedido zarandear a cada uno de ustedes como si fueran trigo; pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos».
Marcos omite esta parte en su relato. El cuenta que Jesús le dice a Pedro que lo negara, pero Lucas incluye estos dos versículos. como, ya dijimos, a jesus no le sorprendía para nada que Pedro fallaría. Sabía que aunque él orara por Pedro, él caería, pero también sabía que se arrepentiría y volvería a él. Cuando esto pasara, iba hacer el momento para que Pedro fuera de fortaleza para los demás discípulos.
Esto deja claro que Dios es un Dios de segunda y tercera oportunidades. Si, Pedro con los demás discípulos fallaron pero por su gracia y gran poder Jesús los perdonó y restauró, y la misión, que siempre ha sido lo primordial, vuelve a ser el enfoque para ellos.
La tradición de la Iglesia dicta que Pedro, junto con todos los demás discípulos además de Juan, murieron por Jesús. Ellos murieron y muertes horribles, por cumplir la misión del Maestro. Sin embargo, esto no quiere decir que en el camino no hubieron percates y fallas. Al contrario. Se equivocaron muchas veces. Pero se arrepintieron y siguieron adelante gracias al sacrificio de Jesús en la cruz. Lo mismo contigo. El sacrificio de Jesús llega a ti cuando te arrepientes, sin importar lo que hayas hecho antes de ese momento. La misión de Jesús sigue siendo la misma: salvar a aquellos que necesitaban salvación, sin importar cuán profundo hayan caído.
Recordemos que no es por nuestra fuerza si no por la gracia de Dios que somos salvos. Pero la salvación no es solo para nosotros si no para todos. haz tu parte para que todos vengan al arrepentimiento y sean salvos. Empieza o enfócate en la misión que Jesús nos mandó.
Ver también: