Hoy comenzamos el capítulo 5 de Marcos, y vamos a estudiar una sanación poderosa que provocó dos reacciones polares opuestas: la adoración llena de asombro de un grupo y el rechazo lleno de miedo de otro. Nos muestra el tipo de impacto que Jesús siempre ha tenido en el mundo: o lo amas o lo odias. Incluso hoy, algunas personas se niegan a ver el bien que Jesús quiere hacer en el mundo. Sus mentes están decididas; lo rechazan a cada paso. Cualquiera que sea su motivo (financiero, político, relacional, emocional), están decididos a luchar contra Jesús, sus enseñanzas y sus seguidores. Estas personas existían en los días de Jesús, y todavía existen hoy en día.
Hoy hablaremos sobre los demonios y la autoridad y la cultura predominante. Así que empecemos con una pregunta: ¿Hay una línea que no dejarías que Jesús cruce? Muchos de nosotros le decimos: “Te seguiré mientras no me cueste mucho”, o “mientras no tenga que renunciar a mis opciones de entretenimiento”, o “no me haga ver raro o extremista.” Y es que muchas veces no queremos dar a Jesús control total sobre nuestras vidas. Eso es lo que vemos en la comunidad del hombre endemoniado.
Hombre vs Legión
La historia ilustra la lucha interna: la batalla entre nuestras buenas intenciones y la legión de demonios que quieren mantenernos atados a la muerte.
Marcos 5:1-5 (NTV) Entonces llegaron al otro lado del lago, a la región de los gerasenos. Cuando Jesús bajó de la barca, un hombre poseído por un espíritu maligno salió de entre las tumbas a su encuentro. Este hombre vivía en las cuevas de entierro y ya nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. Siempre que lo ataban con cadenas y grilletes—lo cual le hacían a menudo—, él rompía las cadenas de sus muñecas y destrozaba los grilletes. No había nadie con suficiente fuerza para someterlo. Día y noche vagaba entre las cuevas donde enterraban a los muertos y por las colinas, aullando y cortándose con piedras afiladas.
Enfoquémonos en las partes en negritas en el pasaje anterior.
Las cuevas de entierros – significaba que este pobre hombre ya estaba tan bueno como muerto. La Biblia dice lo siguiente al respecto:
Efesios 2:1-2 (NTV) Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo—el líder de los poderes del mundo invisible —, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.
La paga del pecado es muerte en todos los sentidos. Este hombre había sido expulsado del pueblo por el peligro que representaba para los demás. Ahora, aislado, sólo puede hacerse daño a sí mismo. El diablo hace algunos de sus mejores trabajos en forma aislada.
No había nadie con suficiente fuerza – Esto muestra el poder del enemigo. Sin embargo, sabemos que el poder del diablo es limitado y sujeto a Dios.
Avancemos en la historia bíblica:
Marcos 5:6-10 (NTV) Cuando Jesús todavía estaba a cierta distancia, el hombre lo vio, corrió a su encuentro y se inclinó delante de él. Dando un alarido, gritó: «¿Por qué te entrometes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡En el nombre de Dios, te suplico que no me tortures!». Pues Jesús ya le había dicho al espíritu: «Sal de este hombre, espíritu maligno». Entonces Jesús le preguntó: —¿Cómo te llamas?
Y él contestó: —Me llamo Legión, porque somos muchos los que estamos dentro de este hombre. Entonces los espíritus malignos le suplicaron una y otra vez que no los enviara a un lugar lejano.
Una vez más, analicemos las partes en negrita.
El hombre vs. Legión – esta es la lucha interna. El hombre estaba emocionado de ver a Jesús, quería adorarlo. Pero, Legión se molestó al ver a Jesús, gritó y gritó. Los demonios trataron de tomar el control de la situación dirigiéndose a Jesús por su nombre completo. Había una superstición común en ese momento de que tenías poder espiritual sobre otro si te dirigías a ellos por su nombre exacto.
En el discurso de Jesús, los demonios tienen los hechos teológicos correctos acerca de quién es él, pero no tienen la actitud correcta. Hablamos mucho acerca de tener la información correcta y la actitud correcta cuando venimos a Jesús. Estos demonios no se dirigían a él de esta manera porque querían someterse a él, sino porque esperaban exhibir alguna autoridad sobre él. Obviamente, esto fracasó ya que Jesús no fue creado y según Colosenses 1:15-16 es Jesús quien creó los demonios.
A pesar de que el hombre quería hacer lo que era bueno, no pudo. Y esto es cierto muchas veces para muchos de nosotros. Aun el apóstol Pablo tuvo esta lucha. Leamos:
Romanos 7:18-23 (NTV) Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí. He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí.
Esta lucha interna entre el espíritu y la naturaleza humana debe ser sometida a Dios diariamente. Tenemos que someternos a la voluntad de Dios para poder vencerla. Solo Jesús nos puede hacer libres de cualquier atadura que nos impida adorarlo.
Liberación
Jesús expulsó los demonios del hombre, enviándolos a una piara de cerdos cercana. Es una imagen poderosa de su autoridad sobre el pecado y el diablo, y nos muestra el marcado contraste entre la vida con Jesús y la vida sin él.
Marcos 5:11-13 (NTV) Sucedió que había una gran manada de cerdos alimentándose en una ladera cercana. «Envíanos a esos cerdos—suplicaron los espíritus—. Déjanos entrar en ellos». Entonces Jesús les dio permiso. Los espíritus malignos salieron del hombre y entraron en los cerdos, y toda la manada de unos dos mil cerdos se lanzó al lago por el precipicio y se ahogó en el agua.
Permiso –Jesús tiene la máxima autoridad, e incluso los demonios lo saben. Así que le pidieron a Jesús que los dejara entrar a los puercos, luego hicieron que los pobres cerdos se ahogaran. Esta es la primera mención registrada de un suicido masivo (esta es una broma tonta de un pastor). Pero, ya, en un tono más serio, el diablo está buscando a quien destruir y matar
Efesios 2:4-6 (NTV) Pero Dios es tan rico en misericordia y nos amó tanto que, a pesar de que estábamos muertos por causa de nuestros pecados, nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos. (¡Es solo por la gracia de Dios que ustedes han sido salvados!) Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús.
Es solamente por la misericordia de Dios que nosotros no terminamos muertos físicamente. Dios ha sido misericordioso y nos ha perdonado para que no muramos espiritualmente. Es solo por su gracia que Dios nos ha liberado de la muerte a través de su Hijo Jesús como pasó con este hombre endemoniado quien fue liberado de este tormento.
Dos respuestas (Miedo o adoración)
Sorprendentemente, no todos respondieron de la misma manera a este milagro que les cambió la vida. Muchas personas tenían miedo y le rogaban a Jesús que se fuera; había cruzado una línea que hacía que lo rechazaran. El hombre sanado rogó ir con Jesús, pero en cambio fue enviado a casa para compartir las buenas nuevas.
Marcos 5:14-17 (NTV) Los hombres que cuidaban los cerdos huyeron a la ciudad cercana y sus alrededores, difundiendo la noticia mientras corrían. La gente salió corriendo para ver lo que había pasado. Pronto una multitud se juntó alrededor de Jesús, y todos vieron al hombre que había estado poseído por la legión de demonios. Se encontraba sentado allí, completamente vestido y en su sano juicio, y todos tuvieron miedo. Entonces los que habían visto lo sucedido, les contaron a los otros lo que había ocurrido con el hombre poseído por los demonios y con los cerdos; y la multitud comenzó a rogarle a Jesús que se fuera y los dejara en paz.
La respuesta de los hombres (que cuidaban a los cerdos) – difundir la noticia, pero ¿por qué? El final de esta sección nos da una pista: reunir a la gente y que estén en contra Jesús
Estos hombres huyeron: no se trataba tanto de hacia dónde corrían; era de lo que estaban huyendo. La palabra original es huir, escapar. Estaban asustados por la pérdida financiera pero también porque sus supersticiones se habían dispersado. Aquí estaba este hombre sentado en su sano juicio y no podían explicarlo.
La respuesta de la multitud fue miedo (no estuvieron extasiados de que este hombre estuviera en su sano juicio). ¡Sino que suplicando (allí está esa palabra otra vez) a Jesús que se fuera! La obra de Dios puede dar miedo cuando no somos parte de ella. Nos obliga a reconocer cuán dependientes somos de él. Si no estás cerca de su bondad, su poder es aterrador.
La pérdida financiera que sufrieron fue más poderosa para ellos que el gozo de ver a este hombre restaurado. En sus mentes, claramente su vida no valía la vida de 2000 cerdos. Por lo tanto Jesús se fue de allí.
Marcos 5:18-20 (NTV) Mientras Jesús entraba en la barca, el hombre que había estado poseído por los demonios le suplicaba que le permitiera acompañarlo. Pero Jesús le dijo: «No. Ve a tu casa y a tu familia y diles todo lo que el Señor ha hecho por ti y lo misericordioso que ha sido contigo». Así que el hombre salió a visitar las Diez Ciudades de esa región y comenzó a proclamar las grandes cosas que Jesús había hecho por él; y todos quedaban asombrados de lo que les decía.
Subir al barco –Jesús se fue. Increíble. Pero es que él no forzará su hermosa sanación a nadie. Solo el hombre que ha sido sanado se le acerca con agradecimiento y le quiere seguir. Mas Jesús le dice que no; que se vaya a su familia.
Ve a tu casa y a tu familia y diles todo –¿Es la primera vez que Jesús revela el secreto?
Jesús aún no ha ido a la cruz, pero esta es la forma más sencilla de compartir el evangelio: cuéntale a la gente todo lo que Dios ha hecho por ti y cuán misericordioso ha sido. Yo estaba roto. Yo estaba muerto. Pero Dios me dio vida. Jesús lo está animando a ir y decirle a la gente lo que Dios ha hecho en él y por él.
Hasta este punto, le había estado diciendo a todo al que sanaba que no compartiera si no que guardara silencio. Una de las razones es por el área donde tuvo lugar esta liberación. Fue en Decápolis, una región de 10 ciudades griegas en el lado este del Jordán. La difusión de noticias de lo que Jesús había hecho por este hombre en esta área no atraería la oposición de los líderes religiosos judíos. Este hombre podría tener un impacto en esta área con su historia que los discípulos judíos no tendrían. La gente de esa zona sabía cómo era su vida antes de su encuentro con Jesús. Este es otro gran ejemplo de cómo Jesús puede usar las cosas malas de nuestro pasado para su gloria y para lograr su propósito.
Este hombre probablemente pensó que tenía que quedarse cerca de Jesús o los demonios regresarían. Al no permitirle que lo acompañe, Jesús le está mostrando que está verdaderamente libre de la posesión demoníaca que había soportado durante tanto tiempo.
No permitió que su desilusión por no poder ir con Jesús le impidiera compartir las buenas nuevas. ¿Dejamos que la desilusión nos impida ser usados por Jesús?