Hasta ahora hemos investigado las dos primeras etapas de un cristiano de “círculo completo”: confiar en Jesús para la salvación (y para todo lo demás, en realidad) y honrar a Dios con nuestros pensamientos y acciones. Visita cualquier iglesia cristiana en el mundo y encontrarás estas enseñanzas básicas de una forma u otra. Esa es la buena noticia.
Pero aquí están las malas noticias: eso es todo lo que pasa con la mayoría de los cristianos. Si alguien asiste a la iglesia, ora “la oración del pecador” y (con suerte) comienza a diezmar, ¡todo está bien! La misión se ha cumplido en la vida de esa persona, y él o ella puede navegar por la vida con la confianza de que Jesús está satisfecho con él / ella. Pero no. Jesús tiene algo más en mente para sus verdaderos discípulos, y el Nuevo Testamento está lleno de pruebas. El seguidor que Jesús imaginó va “círculo completo” para incluir una tercera etapa del viaje, y de eso se tratan estos tres temas finales. Aquí está la imagen:
Hagámoslo personal desde el principio: Jesús quiere que TÚ hagas discípulos. No es algo reservado para los pastores, y nunca tuvo la intención de ser solo para los cristianos extrovertidos que aman hablar de Jesús. Es para todos en la iglesia. Jesús quiere que hacer discípulos sea la norma, no la excepción. Eso significa que TÚ debes comenzar a hacer discípulos. Y aquí hay tres razones por las cuales debes hacerlo:
Razón #1: LA COMISIÓN. Hacemos discípulos porque Jesús lo dijo.
En uno de sus últimos discursos a sus discípulos, Jesús dejó en claro su expectativa: “Yo estoy a cargo, y quiero que vayan y hagan discípulos”. No estaba haciendo una sugerencia y no pidió su opinión. Acababa de pasar tres años discipulándolos, y ahora era el turno de ellos. Después de su muerte y resurrección, Jesús regresaba al Padre. Su tarea en la tierra estaba completa. Ahora sus seguidores tendrían que dar un paso al frente y terminar el trabajo.
Imagina a tu papá diciéndote que saques la basura. Él lo deja muy claro y, sin embargo, desobedeces deliberadamente. ¿Cómo crees que respondería? ¿Cómo respondes TÚ cuando tus hijos te desobedecen?
¡Jesús nos ordenó hacer discípulos, enfatizando su importancia al convertirlo en una de las últimas cosas que dijo en esta tierra! Ayudar a las personas a buscar de Dios es un asunto de obediencia a la Gran Comisión. Esta debería ser razón suficiente para empezar a hacerlo.
Pero hay más:
Razón #2: LA ESTRATEGIA. Jesús imaginó una iglesia donde los pastores equipan y la gente hace el ministerio.
Así es como se ve la iglesia promedio hoy en día: el pastor prepara un sermón y la gente invita a sus amigos a venir y escuchar. Domingo tras domingo se presenta la misma obra: el predicador ministra y el pueblo es espectador. Para muchas iglesias parece funcionar, ¡especialmente si el equipo de adoración puede dar un gran concierto!
Pero el apóstol Pablo prescribió una estrategia diferente en Efesios 4. En una iglesia que funciona bíblicamente, los pastores equipan a la gente para hacer el trabajo del ministerio. Así todos ganan: los pastores no se desgastan y la gente acaba madurando en la fe. Han pasado de consumir un espectáculo a producir discípulos, y toda la iglesia termina “sana, creciendo y llena de amor”.
Esta es la razón estratégica para normalizar nuevamente el hacer discípulos en la iglesia, y conduce a una razón final:
Razón #3: LA NECESIDAD. Hacemos discípulos porque las multitudes están “confundidas y desamparadas”.
Los sermones son geniales, pero los sermones no son suficiente. Jesús mismo señaló este punto después de reunir grandes multitudes para presenciar sus milagros y escuchar sus enseñanzas. Su corazón se dolió por ellos por una sencilla razón: “estaban confundidos y desamparados, como ovejas sin pastor”. ¿¡Cómo!? ¿No era él el Gran Pastor? ¿No acababan de escuchar su poderosa enseñanza?
El hecho es que los sermones nunca tuvieron la intención de ser el objetivo final de una iglesia saludable. Un predicador habla la verdad a una multitud, y aunque es un elemento importante en el cuerpo de la iglesia, no produce discípulos maduros por sí solo. Las personas necesitan procesar la verdad en el contexto de una relación personal y afectuosa. Dios quiere que cada seguidor tenga un pastor que lo ayude en el camino. (Mateo 9:36-37, Mateo 4:19)
Al final de Mateo 9 Jesús les dijo a sus discípulos que oraran por más obreros. Luego, en el siguiente capítulo, su oración fue contestada ¡cuando Jesús los envió a hacer discípulos! Hoy, TÚ eres la respuesta a esa oración. ¿Estás dispuesto a ir? Si es así, tendrás que aprender cómo funciona este proceso.
Próxima lección: Lo esencial para hacer discípulos