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Puntos de conversación:
- Pablo estaba dispuesto a adaptar su comportamiento, dependiendo del contexto cultural, para llevar a la gente a Cristo. Esta flexibilidad no era hipocresía; se centraba en señalar a la gente a Jesús, equilibrando la sensibilidad cultural con las creencias fundamentales. 1 Corintios 9:19-21, Hechos 15:19
- Santiago hizo hincapié en no causar ofensa, pero pidió a los gentiles que evitaran las prácticas vinculadas con el culto pagano, promoviendo la unidad sin comprometer la verdad del evangelio. Hechos 15:20-21
- Los cristianos serios nunca deben comprometerse en lo esencial (la salvación por gracia a través de la fe y vivir vidas transformadas), pero estamos llamados a dejar de lado las preferencias para ayudar a otros a buscar a Dios. 1 Corintios 10:31-33
Hoy empezaremos con la pregunta clave: ¿Deberían los cristianos serios llegar a un compromiso? Puede parecer una pregunta rara. Tal vez conozcas a cristianos que nunca ceden a nada. Trazan líneas sólidas en todas partes y en todo. Totalmente inflexibles. Son muy estrictos y a veces hasta duros porque ellos son cristianos serios. No pueden aflojar la cuerda y hacer excepciones a las reglas. Ellos no pueden comprometer “sus principios” con cosas como algunas celebraciones. Esta clase de cristianos no celebran Navidad ni cumpleaños. Mucho menos pueden ser flexibles con temas como el vestuario (las mujeres no pueden usar pantalones) y muchos temas más.
Ellos se aferran a la ley fundamental del legalismo que dice: Trazar una línea sólida en las áreas grises debilita las líneas sólidas que trazamos en lo blanco y negro. En otras palabras, establecer límites estrictos en áreas grises debilita los límites que trazamos en las áreas claramente definidas. Trata sobre cómo ser inflexible en cuestiones ambiguas puede minar nuestra firmeza en cuestiones más claras. ¡Así que tenemos que ser inteligentes a la hora de llegar a un compromiso o a ceder en algunas cosas!
Cuando se sigue esta ley en todo a veces se pierde mucho. Por ejemplo con los padres. Al no querer ceder a veces les permite ganar la batalla pero perder la guerra con sus hijos. Nuestra estrategia: no darle mucha importancia a estas áreas grises (a pesar de que todavía establecimos límites), para que nuestros hijos nos tomen en serio cuando establezcamos el límite en temas serios. Igual deberíamos hacer los cristianos bíblicos y serios.
Sin embargo, entre muchos de estos cristianos “serios pasa una extraña paradoja. Te lo explico. A veces los cristianos bíblicos trazan líneas sólidas, o sea límites o reglas estrictas en algunas áreas. Luego se dan media vuelta y se comprometen en otras áreas.
Hoy veremos la primera vez que la iglesia luchó con este tema de si mantenerse firme en todo o de ceder en algunos temas. Fue una cuestión tan grande que se reunieron en Jerusalén. Este vino a ser el primer concilio de la iglesia. ¡Todos estaban allí! Pedro, Pablo, Bernabé, etc. para responder a la cuestión: ¿Cuándo luchamos y cuándo llegamos a un compromiso?
Quiero empezar por el final de este debate. A la conclusión que llegaron la vemos en palabras de Pablo más tarde a la iglesia de Corinto. Es un gran resumen y te muestra que este dilema existe. Me refiero a ceder y llegar a un compromiso, si es posible para cristianos serios, estrictos como lo era el apóstol Pablo o Pedro.
Pablo estaba dispuesto a adaptar su comportamiento, dependiendo del contexto cultural, para llevar a la gente a Cristo.
Pablo era serio e inflexible. Sin embargo, mira como concluyó el debate.
1 Corintios 9:19-21 (NTV) A pesar de que soy un hombre libre y sin amo, me he hecho esclavo de todos para llevar a muchos a Cristo. Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. … Cuando estoy con los gentiles, quienes no siguen la ley judía,yo también vivo independiente de esa ley para poder llevarlos a Cristo; pero no ignoro la ley de Dios, obedezco la ley de Cristo.
Pablo, ¿hipócrita? ¡De ninguna manera! Estaba centrado en Jesús versus centrado en las reglas. Sólo quería señalar a la gente hacia Jesús. Por lo tanto estaba dispuesto a comprometerse porque entendía que este era un problema del corazón.
Él señaló a los judíos hacia Jesús usando la ley de Moisés.Señaló a los gentiles a Jesús sin usar la ley de Moisés. Todo el tiempo obedeció la ley superior “de Cristo”. Es decir, no somos libres de hacer lo que queramos (antinomianismo) ni comprometer el señorío de Cristo. Podemos ceder cuando se trata de reglas de hombre pero no de Dios.
En Hechos 14 vimos el primer viaje misionero de Pablo. Él proclamó el evangelio. Contextualizó el evangelio para los gentiles. Hizo discípulos y les encargó que hicieran discípulos. Regresó a su base de operaciones, Antioquía. Su viaje misionero había sido tan productivo que había llegado al punto en que ahora había una iglesia combinada (judios y gentiles juntos) y con eso surgieron ciertas cuestiones.
Hechos 15:1-2 (NTV) Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos». Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con ellos y discutieron con vehemencia. Finalmente, la iglesia decidió enviar a Pablo y a Bernabé a Jerusalén, junto con algunos creyentes del lugar, para que hablaran con los apóstoles y con los ancianos sobre esta cuestión.
Este no es un tema secundario. Ésta es una cuestión doctrinal central: ¿cómo se puede estar bien con Dios? Hay momentos en los cristianos podemos estar de acuerdo en no estar de acuerdo en cosas como el color de la alfombra, paredes o muebles. Con frecuencia en cómo celebrar la Santa Cena o qué tipo de música de adoración tocar. Empero hay doctrinas esenciales por las que vale la pena discutir y no ceder ni comprometer nuestro criterio. Necesitamos proteger y proclamar el Evangelio.
En la iglesia de Antioquía, había un deseo verdadero de saber la respuesta a cómo se puede estar bien con Dios. Si simplemente hubieran estado buscando la respuesta más conveniente o que coincidiera con sus sentimientos, no habrían enviado una delegación a Jerusalén. Fácilmente habrían dicho: “Pablo y Bernabé predicaron que es por la fe en Jesús que estamos bien ante Dios y eso es todo lo que necesitamos”. Mas no. Querían asegurarse de que no estaban equivocados y por eso enviaron a tal delegación a presentar su caso a los apóstoles y a los ancianos en Jerusalén.
Hoy en día, ¿deseamos la verdad? ¿Estamos dispuestos a invitar a otros creyentes más maduros a opinar sobre nuestras cuestiones y darnos consejos? ¿Estamos dispuestos a seguir la evidencia o damos más importancia a nuestros sentimientos? Si no es así y prefieres seguir tu corazón, te recuerdo las palabras de Jeremías 17:9 “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?”
Ahora veamos qué pasó cuando llegó la comitiva ante el Concilio.
Hechos 15:4-6 (NTV) Cuando llegaron a Jerusalén, toda la iglesia—incluidos los apóstoles y los ancianos—dio la bienvenida a Pablo y a Bernabé, quienes les informaron acerca de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. Pero después algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos se pusieron de pie e insistieron: «Los convertidos gentiles deben ser circuncidados y hay que exigirles que sigan la ley de Moisés». Así que los apóstoles y los ancianos se reunieron para resolver este asunto.
Este era un tema legítimo, todos querían claridad. Pedro es el primero en compartir:
Hechos 15:8-11 (NTV) Dios conoce el corazón humano y él confirmó que acepta a los gentiles al darles el Espíritu Santo, tal como lo hizo con nosotros. … Nosotros creemos que todos somos salvos de la misma manera, por la gracia no merecida que proviene del Señor Jesús».
Pedro les recuerda a los creyentes judíos que ellos no podían guardar la ley, sus padres no podían guardar la ley, sus abuelos no pudieron guardar la ley. Nadie pudo ni podrá guardarla. Les resalta que no son sólo los creyentes gentiles los que son salvos por gracia. Los creyentes judíos también fueron salvos estrictamente por la gracia de Dios. Aunque tenían la ley y practicaban la ley y las tradiciones, eso no fue lo que los salvó.
Luego Pablo (y Bernabé) comparten lo siguiente:
Hechos 15:12 (NTV) Todos escucharon en silencio mientras Bernabé y Pablo les contaron de las señales milagrosas y maravillas que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles.
Aunque la disputa fue aguda y el debate intenso, los creyentes y ancianos judíos estaban dispuestos a escuchar la evidencia presentada. Podríamos aprender muchas lecciones de esto. Aquí vemos un marcado contraste con la forma en que se manejan la mayoría de los desacuerdos hoy en día. En la actualidad, en una discusión, ambos lados simplemente intentan continuamente gritarse unos a otros o desacreditar a “los otros”. Más en la iglesia primitiva vemos que no era el caso.
Esto es lo sorprendente de Pablo. ¡Había sido tan celoso como fariseo! Era una persona rígida e inflexible. ¿Qué podría haberle pasado para cambiar toda su perspectiva? Lo que pasó fue que verdaderamente conoció a Jesús. Tuvo una transformación total. Esta es la única esperanza para cualquiera que esté luchando con la Ley Fundamental del Legalismo. Jesús cambia a las personas.
Después de todo lo dicho, Santiago tiene la última palabra. Santiago, el hermano de Jesús, declara en el versículo 14 que Dios ha tomado para Su nombre un pueblo de entre los gentiles. Probablemente no entendamos el significado de esta afirmación. Eso es lo que se suponía que era Israel. Israel era el pueblo que Dios había tomado para Su nombre. Santiago está confirmando el testimonio anterior de que Dios también ha llamado para sí un pueblo de entre los gentiles.
Este habría sido un gran cambio de pensamiento para un creyente judío. Posible que los creyentes fariseos estaban teniendo dificultades para aceptarlo. Así que para apoyar su punto, Santiago cita Amós 9:11-12; que es nuestro valor fundamental #1: Miramos a Dios y su Palabra en todo lo que hacemos. La Palabra de Dios sería la norma sobre la cual se tomaría la decisión al asunto discutido.
Deberíamos poder recurrir a la Palabra de Dios para determinar las posiciones que adoptamos sobre cualquier tema. Incluyendo los temas candentes de hoy como lo es el aborto, el transgenerismo, el sexo prematrimonial, la pornografía y el divorcio. La Palabra de Dios es la base desde la cual tomo mi posición. Debería ser tu base también, si es que no lo es ya.
Volviendo al debate, Santiago les hace ver que el Tabernáculo caído de David, la nación judía, será reconstruido y restaurado. ¿Por qué? Para que el resto de la humanidad busque al Señor. Ese es el razonamiento aquí. El plan de Dios desde el principio fue utilizar a la nación de Israel para atraer hacia sí a personas de todas las naciones. Amós sostiene que si nos tomáramos el tiempo para mirar realmente, veríamos que Dios ha dado a conocer sus intenciones desde hace mucho tiempo. ¡Siempre ha sido el plan! Por lo tanto,él les dice:
Hechos 15:19 (NTV) »Y mi opinión entonces es que no debemos ponerles obstáculos a los gentiles que se convierten a Dios.
En otras palabras, “No debemos ponérselo difícil”. El legalismo lo hace difícil. Algo muy similar les dijo Jesús cuando estuvo con sus discípulos:
Mateo 23:13 (NTV) »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entrarán ni tampoco dejan que los demás entren.
Así que en lo que no se debe ser inflexible y mantenerse firme es sobre las buenas noticias o sea el evangelio de Cristo. Somos salvos por gracia a través de la fe, punto. El Concilio entendió esto pero si les pidieron a los creyentes gentiles que se guardaran de ciertas cosas.
Santiago hizo hincapié en no causar ofensa, pero pidió a los gentiles que evitaran las prácticas vinculadas con el culto pagano, promoviendo la unidad sin comprometer la verdad del evangelio.
Eso está descrito en el siguiente pasaje que parece un tanto confuso. Quizás no sea lo que esperas después de haber leído que somos libres en Cristo. En tal libertad las restricciones como las dietéticas ya no tienen cabida y ahora leemos lo siguiente:
Hechos 15:20-21 (NTV) Al contrario, deberíamos escribirles y decirles que se abstengan de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de inmoralidad sexual, de comer carne de animales estrangulados y de consumir sangre. Pues esas leyes de Moisés se han predicado todos los días de descanso en las sinagogas judías de cada ciudad durante muchas generaciones».
¡¿Qué?! ¡Esto parece legalista! ¡Estas cosas no salvan! Dos cosas nos ayudan a entender esta lista. La primera: Fue un asunto de honrar a Dios. En esto no existe compromiso alguno jamás. Te explico. Todas estas cosas mencionadas anteriormente, estaban relacionadas con las fiestas paganas de los templos. Esto representaba su antigua vida en la idolatría (1 Corintios 10:14 (NTV) Por lo tanto, mis queridos amigos, huyan de la adoración a los ídolos.). ¡Seguir a Jesús significa vivir una nueva clase de vida! En esta nueva vida vivimos para honrar a Dios en todo lo que hacemos. NO practicamos nada que no honre a Dios.
La segunda cosa por escribir tal lista es que fue un asunto de unidad en la iglesia. La unidad en la nueva iglesia judía/gentil requeriría algún compromiso. El Valor fundamental aquí es: Renunciamos a las cosas que nos gustan por las cosas que amamos más, incluidas las preferencias. ¿Estamos dispuestos a renunciar a las preferencias personales por la armonía dentro del cuerpo? ¿Me quejo o me derrumbo cuando se toman decisiones contrarias a mis preferencias?
Con respecto a lo que Santiago propuso que debían guardar los gentiles, el Comentario de la Palabra Perdurable aclara: “Estos tres mandamientos tenían que ver con los hábitos alimentarios de los cristianos gentiles. Aunque no estaban sujetos a la Ley de Moisés, sí estaban sujetos a la Ley del Amor. La Ley del Amor les decía: ‘No os enfadéis innecesariamente con vuestros vecinos judíos, tanto dentro como fuera de la iglesia’.” Aquí, cuando se trata de la Ley del amor y la unidad, es donde ….
Los cristianos serios nunca deben comprometerse en lo esencial (la salvación por gracia a través de la fe y vivir vidas transformadas), pero estamos llamados a dejar de lado las preferencias para ayudar a otros a buscar a Dios.
Imagina el caos que habría estallado durante la Santa Cena en la mesa (compartir las comidas) si los cristianos gentiles hubieran insistido en celebrar su libertad con respecto a todas las leyes dietéticas judías. En un ambiente que debía promover la unidad y el compañerismo, sólo se habrían sembrado división y sentimientos heridos. Recordemos que los judios, por generaciones, se han guardado de ciertas comidas. Aunque ya eran libres en Cristo, se les hacía difícil ingerirlas. Más viene un creyente gentil con su libertad y empieza a comer sus alimentos “no aptos para judios” junto a ellos.¡Serían piedra de tropiezo para estos cristianos judios lo cual se salta el principio del amor y la unidad!
Más adelante, Pablo lo explicó así:
1 Corintios 10:31-33 (NTV) Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. No ofendan a los judíos ni a los gentiles ni a la iglesia de Dios. Yo también trato de complacer a todos en todo lo que hago. No hago solo lo que es mejor para mí; hago lo que es mejor para otros a fin de que muchos sean salvos.
Así que con estas palabras de Pablo en mente, te vuelvo a preguntar: ¿Deberían los cristianos serios llegar a un compromiso? No, cuando se trata de lo esencial del evangelio que es, primero, que Somos salvos por gracia a través de la fe. Segundo, que la salvación significa una vida cambiada.
Sí, debes ceder o llegar a un compromiso cuando se trata de ayudar a las personas a buscar a y de Dios. Tenemos libertad para renunciar a nuestras preferencias personales por amor. Dejamos de hacer algo que nos gusta, como un alimento, para que otro se pueda salvar.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunas de las líneas sólidas e inflexibles con las que creciste? ¿Has trazado alguna línea inquebrantable en tu propia vida?
- Comparte un ejemplo de legalismo que hayas visto. ¿Qué tiene de peligroso el legalismo?
- ¿Normalmente te resulta difícil “estar de acuerdo en estar en desacuerdo” o a menudo estás más de acuerdo con quien sea que esté compartiendo?
- Lee Hechos 15:1-2. ¿Cuáles son algunos ejemplos de cuestiones secundarias en comparación con cuestiones doctrinales? Explica por qué, a medida que los identifiques.
- ¿Los cristianos serios deberían alguna vez hacer concesiones? En tu día a día, ¿cómo puedes dejar de lado tus propias preferencias para ayudar a llevar a otros a Cristo?