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Puntos de conversación:
- Los discípulos pensaban en el Reino de Dios en términos nacionalistas y políticos, muy parecido a lo que piensan hoy en día los cristianos estadounidenses . Ellos anhelaban el regreso de los días de gloria del rey David y Salomón. Hechos 1:6
- Jesús les prometió poder a través del Espíritu Santo, pero el propósito era hablar, no conquistar. Serían mensajeros, no guerreros. Hechos 1:7-8
- Jesús ascendió al cielo, pero algún día regresará. El tiempo intermedio es para que la iglesia se ponga a trabajar, compartiendo la Buena Nueva con el mundo. Hechos 1:9-11
Hoy continuamos nuestro estudio del libro de los Hechos, cubriendo Hechos 1:6-11. Esta es la pregunta que responderemos mientras miramos el texto:
¿Favorece Dios a una nación sobre otra?
Esta es una pregunta importante en el mundo de hoy con relación a la cuestión de inmigracion que estamos viviendo en los Estados Unidos. También se ven en la animosidad que existe entre naciones cristianas versus naciones musulmanas, etc. Al igual que es una pregunta vigente en nuestras mentes, esta estaba también presente en la mente de los discípulos en Hechos 1.
Sabemos que Jesús acababa de pasar 3 años con ellos. Ministrando y haciendo milagros. Lo que tal vez no hemos captado, es que Jesús ministraba casi exclusivamente entre los israelitas
Mateo 15:21-24 (NTV) Luego Jesús salió de Galilea y se dirigió al norte, a la región de Tiro y Sidón. Una mujer de los gentiles, que vivía allí, se le acercó y le rogó: «¡Ten misericordia de mí, oh Señor, Hijo de David! Pues mi hija está poseída por un demonio que la atormenta terriblemente». Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos le pidieron que la despidiera. «Dile que se vaya—dijeron—. Nos está molestando con sus súplicas». Entonces Jesús le dijo a la mujer: —Fui enviado para ayudar solamente a las ovejas perdidas de Dios, el pueblo de Israel.
Tengan en cuenta tres cosas: primero, ¿¡Jesús se quedó en silencio!? La Biblia dice que él “no le contestó ni una palabra.” Segundo, los discípulos querían que él la despidiera. Que no le hiciera caso. La razón es porque no era judía. Y esto va de la mano de la tercera cosa que quiero que noten: Jesús fue enviado para ayudar sólo a Israel. Su ministerio era específico a la casa de Israel. Sin embargo, Jesús termina sanando a la hija dado a la fe de la madre. Pero fue la excepción, no la regla. Parece nacionalista, ¿verdad? El punto es que los discípulos pensaron que Dios favorecía a Israel.
Los discípulos pensaban en el Reino de Dios en términos nacionalistas y políticos, muy parecido a lo que piensan hoy en día los cristianos estadounidenses . Ellos anhelaban el regreso de los días de gloria del rey David y Salomón.
Eran muy nacionalista en su ideología. Se creían los elegidos” por lo que Dios les había dicho en Deuteronomio:
Deuteronomio 7:6 (NTV) Pues tú eres un pueblo santo porque perteneces al Señor tu Dios. De todos los pueblos de la tierra, el Señor tu Dios te eligió a ti para que seas su tesoro especial.
El pueblo judio, mal entendió este pasaje. Ellos habían sido escogidos para ser luz entre las demás naciones y guiar a estos pueblos a Dios. Sin embargo, tomaron estas palabras para lo opuesto; marginaron a todo el que no era judio y obstaculizaron el camino para que ellos pudieran conocer al Dios verdadero.
Parece que los cristianos estadounidenses de hoy en día y los que vivimos ahora aquí creemos que somos los nuevos elegidos y tenemos el único Dios verdadero. Creemos que tenemos una mejor ideología. Y que somos los favoritos de Dios. Pero ¿qué dice la Biblia sobre esto?
Empecemos con una lección de historia sobre Israel:
Teocracia – gobierno dirigido por Dios mismo
- Primer Rey – Saúl
Monarquía Unida (c. 1000-930 a. C.)
- Rey David (c. 1010–970 a. C.): David unió a las tribus de Israel y estableció a Jerusalén como la capital.
- Rey Salomón (c. 970–930 a. C.): Salomón, el hijo de David, construyó el Primer Templo en Jerusalén. Tras su muerte, el reino se dividió en dos.
Monarquía dividida (c. 930–722 a.C. para Israel, c. 930–586 a. C. para Judá)
- Reino de Israel (Reino del Norte): Cayó ante el Imperio Asirio en 722 a.C.
- Reino de Judá (Reino del Sur): Continuó hasta que cayó ante el Imperio Babilónico en 586 a.C.
Dominio asirio (c. 722–605 a.C.): los asirios conquistaron el reino norteño de Israel en 722 a.C., lo que provocó el exilio de muchos israelitas.
Dominio babilónico (c. 605–539 a.C.): los babilonios, liderados por Nabucodonosor II, destruyeron Jerusalén y el Primer Templo en 586 a. C., iniciando el cautiverio babilónico.
Dominio persa (c. 539–332 a. C.): Ciro el Grande de Persia conquistó Babilonia en 539 a.C. y permitió que los judíos exiliados regresaran y reconstruyeran el Templo (período del Segundo Templo).
Dominio griego (c. 332-167 a. C.): Alejandro Magno conquistó el Imperio persa, incluido Israel, en 332 a. Después de su muerte, la región fue controlada por los Ptolomeos y luego por los Seléucidas.
Período Macabeo/Asmoneo (167–63 a.C.): Los macabeos se rebelaron contra el dominio seléucida (parte de la fragmentación del imperio de Alejandro), lo que llevó al establecimiento de un reino judío independiente (la dinastía asmonea) en 142 a.C. El período vio la expansión del territorio judío, una mayor influencia de la cultura judía y el surgimiento de importantes sectas religiosas como los fariseos y los saduceos. El legado de los asmoneos todavía se recuerda, particularmente a través de la celebración de Hanukkah.
Dominio romano (63 a.C.-330 d.C.): el general romano Pompeyo capturó Jerusalén en el 63 a. C.
Dinastía herodiana (37 a.C.-4 a.C.): Herodes el Grande gobernó como rey cliente romano. La vida, muerte y resurrección de Jesús. En el año 70 d.C., los romanos destruyeron el Segundo Templo tras una revuelta judía. La rebelión de Bar Kojba (132-135 d.C.): una rebelión judía significativa, pero finalmente infructuosa, contra el dominio romano.
Dominio bizantino (330–636 d.C.): el Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino) controló la región hasta las primeras conquistas islámicas.
Califatos islámicos (636-1099 d.C.)
- Califato Rashidun (636–661 d.C.)
- Califato omeya (661–750 d.C.)
- Califato abasí (750–969 d.C.)
- Califato fatimí (969-1099 d.C.)
El período de las cruzadas (1099-1291 d.C.): los cruzados establecieron el Reino de Jerusalén, controlando el área de forma intermitente hasta 1291 d.C.
Sultanato mameluco (1291-1517 d.C.): los mamelucos, con base en Egipto, controlaron la región después de los cruzados.
Imperio Otomano (1517-1917 d.C.): los otomanos conquistaron a los mamelucos en 1517 y gobernaron la región hasta la Primera Guerra Mundial.
Mandato británico (1917–1948 d.C.): después de la Primera Guerra Mundial, la Sociedad de Naciones concedió a Gran Bretaña el mandato de gobernar Palestina.
Estado de Israel (1948-presente): Israel declaró su independencia el 14 de mayo de 1948 y desde entonces ha sido una nación soberana. La región ha sido testigo de diversos conflictos y procesos de paz que involucran a países y entidades vecinas.
Después de esta historia breve de Israel, estamos listos para el texto de hoy:
Hechos 1:6 (NTV) Así que mientras los apóstoles estaban con Jesús, le preguntaron con insistencia: —Señor, ¿ha llegado ya el tiempo de que liberes a Israel y restaures nuestro reino?
Analicemos “ha llegado ya el tiempo de que liberes a Israel y restaures nuestro reino”. Había una recompensa que históricamente los israelitas tenían en mente. No puedo culparlos; Incluso fue articulado por un ángel a María:
Lucas 1:31-33 (NTV) Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será muy grande y lo llamarán Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de su antepasado David. Y reinará sobre Israel para siempre; ¡su reino no tendrá fin!
Y entendido por la profeta Ana:
Lucas 2:38 (NTV) Llegó justo en el momento que Simeón hablaba con María y José, y comenzó a alabar a Dios. Habló del niño a todos los que esperaban que Dios rescatara a Jerusalén.
Lo que ellos no entendieron es que este reino no era terrenal. No tenía nada que ver con la política ni con una sola nación. Se trataba de un reino eterno y en el reino. Hasta los discípulos estaban a la expectativa de este gobierno terrenal y judio, pero Jesús les va a mostrar que no se trata de ellos ni de poder político.
Jesús les prometió poder a través del Espíritu Santo, pero el propósito era hablar, no conquistar. Serían mensajeros, no guerreros.
Hechos 1:7-8 (NTV) Él les contestó: —Solo el Padre tiene la autoridad para fijar esas fechas y tiempos, y a ustedes no les corresponde saberlo; pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.
Expliquemos lo que se ha subrayado en el pasaje leído:
“no les corresponde saberlo”
Los discípulos no se equivocaron en la gran idea (el reino de Dios vendría), se equivocaron en muchos de los detalles. La semana que viene: hay algunas cosas que no debemos saber, al menos no todavía. ¿Puedes aceptarlo? El fin de los tiempos: ¡mucha gente quiere saberlo! YouTube está explotando con videos al respecto, pero muchos están equivocados.
No es de nosotros saber el día y la hora. Lo que sí es de nosotros es tener bien en claro la misión de compartir el evangelio y saber que viene el fin. Empero, no debemos temerle, si no que sirva de motor para nosotros afirmarnos y traer a otros al reino de Dios. Tal vez, tú no tengas las mismas dudas de los discípulos pero si tenemos otras clases de dudas. Preguntas que nos hacemos y queremos saber la respuesta con respecto a varias situaciones de la vida. Una situación crucial es la enfermedad: ¿por qué no curas a esta persona? Un amigo estaba obsesionado con eso, hasta que se dio cuenta de que necesitaba “poner su casa en orden” y dejarle el resto a Dios. Otra situación que despierta preguntas es cuando se quiere encontrar una pareja: ¿por qué no me has traído “el indicado”? Recuerda algo gracioso, ¡Adán fue puesto a dormir y se despertó con Eva! A veces somos como los niños en el asiento trasero, molestando a Dios con nuestras preguntas. A veces simplemente no nos corresponde a nosotros saberlo. Necesitamos confiar en su plan y en su momento.
“pero recibirán poder”
En griego, poder, es “dunamis”, ¡nuestra palabra para dinamita! Está atento a esto en los capítulos siguientes: ¡poder! Poder para hacer milagros, seguro. Pero aún más importante, poder para hablar…
“serán mis testigos”
Primero, los apóstoles fueron testigos oculares. Ellos vieron los milagros que hizo Jesús. Estuvieron allí cuando fue apresado y torturado. Fueron testigos de su muerte y resurrección. Por lo tanto, comprendieron el mensaje y tenían la autoridad de compartir a Jesus con otros. Al final, comprendieron cuál era la obra y persona de Jesús. Esto es importante y es por eso que hoy no necesitamos profetas/apóstoles en ese sentido (Ver ¿Habla Dios todavía a través de los profetas?)
En segundo lugar, este es un llamado a todo cristiano. Uno de los principales papeles del Espíritu Santo en nuestras vidas. Ser “bautizado” = estar completamente comprometido por Jesús. Crecí en una iglesia pentecostal. Se me enseñó que el “bautismo con el Espíritu Santo era hablar en lenguas”. Veremos por qué algunos creen esto más adelante en esta serie. Pero muchos pentecostales pasan por alto lo principal: el Espíritu nos capacita para ser testigos del Reino de Dios. El Espíritu Santo no era algo nuevo, sucedió al comienzo del ministerio de Jesús:
Lucas 4:14-15 (NTV) Entonces Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo. Las noticias acerca de él corrieron rápidamente por toda la región. Enseñaba con frecuencia en las sinagogas y todos lo elogiaban.
Los discípulos ya habían visto a Jesús “hablar de él” por el poder del Espíritu ahora era su turno.
“en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra”
Este es el bosquejo del libro de los Hechos. Están comenzando en Jerusalén (Hechos 1-7). Luego se trasladarán a Judea y Samaria (Capítulos 8-12). Después hasta los confines de la tierra. Los viajes de Pablo (Capítulos 13-21). Las pruebas de Pablo en su camino a Roma (Capítulos 22-28). El libro terminará en un suspenso:
Hechos 28:30-31 (NTV) Durante los dos años siguientes Pablo vivió en Roma pagando sus gastos él mismo. Recibía a todos los que lo visitaban, y proclamaba con valentía el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo; y nadie intentó detenerlo.
Nota la simetría inversa con el evangelio de Lucas. Jesús comenzó en la Galilea de los gentiles. Se abrió camino por Samaria y Judea. Terminó en Jerusalén para su juicio y muerte.
Como vimos la semana pasada: El evangelio de Lucas trataba de buscar a Jesús y aprender la verdad sobre su vida, muerte y resurrección. En la secuela de Lucas (Hechos), el enfoque cambia a compartir a Jesús, específicamente el mensaje de su reino. Pero aquí está el punto y la respuesta a nuestra pregunta: ¿Favorece Dios a una nación sobre otra? La respuesta es ¡NO! La sorpresa será (alerta de spoiler): El Reino de Dios no se trataba sólo de Israel; es una invitación que debe llegar “hasta los confines de la tierra”. ¡No la agenda política y nacionalista de los discípulos! Esta mentalidad pasó por alto lo que Dios había dicho en pasajes como:
Isaías 43:8-9 (NTV) Saquen a la gente que tiene ojos pero está ciega, que tiene oídos pero está sorda. 9 ¡Reúnan a las naciones! ¡Convoquen a los pueblos del mundo!…
Isaías 43:10 (NTV) «Pero tú eres mi testigo, oh Israel—dice el Señor—. Tú eres mi siervo. Tú has sido escogido para conocerme, para creer en mí y comprender que solo yo soy Dios. No hay otro Dios; nunca lo hubo y nunca lo habrá.
Isaías 49:6 (NTV) Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra».
Dios no eligió a Israel por causa de Israel. Los escogió para ser luz de las naciones.
Jesús ascendió al cielo, pero algún día regresará. El tiempo intermedio es para que la iglesia se ponga a trabajar, compartiendo la Buena Nueva con el mundo. Hechos 1:9-11
Esto es una promesa. La Palabra de Dios saldrá, su Reino será establecido. La única pregunta que queda entonces es: ¿serás parte de este movimiento?
Hechos 1:9-11 (NTV) Después de decir esto, Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo. Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. «Hombres de Galilea—les dijeron—, ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse!».
“fue levantado”
El relato de Lucas sobre esto fue un suspenso; en Hechos es un punto de inflexión (lo más relevante, más revelador). Jesús tuvo que irse para que sus discípulos pudieran tomar la batuta. Ahora les tocó a ellos llevar el mensaje al mundo.
Esto da paso al ministerio del Espíritu Santo. Jesús no los visitaría para enseñarles. Ese sería el trabajo del Espíritu Santo, una presencia continua.
“Hombres de Galilea”
Interesante que los llamaran así. Un recordatorio de dónde Jesús los invitó por primera vez a seguirlo: a orillas del Mar de Galilea (¿¡de los gentiles!?) en Lucas 5:10 (NTV) …¡De ahora en adelante, pescarás personas! ¿Pero qué TIPO de personas?
Historia breve de Galilea: Los asirios deportaron a muchos de los israelitas nativos y trajeron gente de otras partes de su imperio, lo que aumentó la presencia gentil en Galilea. (2 Reyes 15:29, 17:24-27). Tras las conquistas de Alejandro Magno, la cultura helenística se extendió por todo el Cercano Oriente, incluida Galilea. Esta influencia contribuyó aún más a la población mixta de la región. En la época de Jesús era una encrucijada de comercio y cultura, lo que permitió que el mensaje de Jesús se extendiera más fácilmente tanto a judíos como a gentiles.
El punto es qeu Galilea NO se trataba sólo de Israel:
Isaías 9:1 (NTV) Sin embargo, ese tiempo de oscuridad y de desesperación no durará para siempre. La tierra de Zabulón y de Neftalí será humillada, pero habrá un tiempo en el futuro cuando Galilea de los gentiles, que se encuentra junto al camino que va del Jordán al mar, será llena de gloria.
“¿por qué están aquí parados, mirando al cielo?”
¡Gracioso! Me recuerda a tantos cristianos modernos que dicen: “Me encanta adorar a Dios, ir a conferencias, estudiar escatología.” etc. pero nunca van más allá de “mirar al cielo”
“pero un día volverá”
Esta frase es un sujetalibros (une dos escenas; la del principio con la del final): la ascensión de Cristo y su regreso. Nosotros, como su iglesia, vivimos, a un extremo, la exaltación de Jesús al cielo y al otro, esperando su regreso. Entremedio: tenemos que ponernos manos a la obra. Él está en el trono en el cielo, resucitado, vivo. Él todavía está supervisando todo el proyecto. Y él regresará cuando se acabe el tiempo.
Pero esta imagen nos da nuestra respuesta a la pregunta con la que comenzamos: ¿Favorece Dios a una nación sobre otra? La respuesta clara y sencilla es No. El Reino de Dios no tiene nada que ver con fronteras nacionales. Ni sobre reinos terrenales que van y vienen. El Reino de Dios ya está establecido en los cielos. Es permanente y Jesús está en el trono. Ninguna nación es favorecida; todas las naciones están invitadas.
Apocalipsis 7:9-10 (NTV) Después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y delante del Cordero. Vestían túnicas blancas y tenían en sus manos ramas de palmeras. Y gritaban con gran estruendo: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero!».
En cada generación, como cristianos, nuestra tarea es invitar a la gente. A todas las naciones, no sólo aquellas con las que estamos más familiarizados. “¿por qué están aquí parados?” En otras palabras, ¿qué hacen allí haciendo nada? Vayan y compartan de Cristo. Y tú, ¿qué haces allí sentado? ¿Dónde está tu Jerusalén? (barrio, comunidad). ¿Dónde está tu Judea/Samaria? (multisitios, sigue creciendo). ¿Dónde están tus “confines de la tierra”? (misiones).
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Este artículo ofrece una descripción general de la historia de Israel como nación. ¿Cómo resumirías esa historia? ¿Por qué hubo tanto drama?
- ¿Por qué Israel se veía a sí mismo como la nación favorecida de Dios? ¿Cómo contribuyó el ministerio de Jesús a ese sentimiento?
- Da un ejemplo de cuándo el orgullo nacional es algo bueno. Da un ejemplo de cuando va demasiado lejos.
- Lee Hechos 1:8. ¿Cuál es el propósito del poder del Espíritu Santo? ¿Por qué les habría sorprendido esto a los discípulos?
- ¿Por qué es significativo que los ángeles llamaran a los discípulos “hombres de Galilea”? ¿Qué significaba la región de Galilea?
- Según la lección de hoy, ¿cómo responderías a esta pregunta: ¿favorece Dios a una nación sobre otra?