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Puntos de conversación:
- María priorizó el tiempo a los pies de Jesús mientras que Marta se distraía con los detalles. El problema no es que no tengamos lugar para Jesús; es que no hacemos lugar para él. Lucas 10:39-42
- Si bien las tradiciones navideñas normales son agradables, es importante transmitir nuestra fe en los momentos cotidianos. Debemos hacer lugar para Jesús en nuestra vida diaria. Deuteronomio 6:6-7
- Es importante hacer lugar para Jesús en nuestro presupuesto. Estamos llamados a dar de corazón, independientemente de la cantidad física. 2 Corintios 8:12
Hoy empezamos con la serie titulada “Historia de Navidad” y trata de la historia de la navidad contada por personas que realmente estuvieron allí:
El mesonero o sea el encargado de la posada (hoy), los pastores, los Reyes Magos y el niño Jesús en la víspera de Navidad. Cada semana profundizaremos en cosas que a lo mejor no sabes de la natividad de Jesús. Pero antes de empezar con el mensaje de hoy, quiero tomarme unos minutos para preguntarte: ¿Estás haciendo lugar para Jesús en tu vida?
Estas fechas festivas son demasiadas hectáreas. El tiempo se nos pasa volando. La mayoría de nosotros nos centramos en comprar regalos, ir a fiestas, y tratar de terminar las cosas en el trabajo a finales del año.
Hay una buena posibilidad de que puedas pasar tanto tiempo centrado en todas estas cosas en Navidad que pierdes el punto principal de las festividades: Jesucristo. Lo que es sorprendente es que lo mismo sucedió en la primera Navidad.
Lucas 2:1, 4-5 (NTV) En esos días, Augusto, el emperador de Roma, decretó que se hiciera un censo en todo el Imperio romano. …Como José era descendiente del rey David, tuvo que ir a Belén de Judea, el antiguo hogar de David. Viajó hacia allí desde la aldea de Nazaret de Galilea. Llevó consigo a María, su prometida, quien estaba embarazada.
Era una locura esto del censo. No es como hoy, que se puede hacer en línea. Antes, tenían que ir a su lugar de nacimiento para registrarse. Así que imagina el gran número de personas viajando. Muy parecido al ajetreo de los viajes durante los días festivos.
Mira estas estadísticas del AAA. Este año se esperaba que casi 80 millones de estadounidenses viajaran durante el Día de Acción de Gracias (nuevo récord). 72 millones en automóvil y 6 millones en avión.
Durante el tiempo del nacimiento de Jesús no había aviones, carros ni trenes.Todos viajaban a pie o en burro, caballo o camello. ¿Te imaginas el estrés de José y María? Ella estaba MUY embarazada, el peor momento para viajar
Lucas 2:6-7 (NTV) Mientras estaban allí, llegó el momento para que naciera el bebé. María dio a luz a su primer hijo varón. Lo envolvió en tiras de tela y lo acostó en un pesebre, porque no había alojamiento disponible para ellos.
La RVC dice “Porque no había lugar para ellos en ese albergue”. Por supuesto, esta frase se refiere al famoso momento de la historia de Navidad en el que María y José fueron expulsados por un posadero/mesonero desinteresado, ocupado y desatento. Como resultado, se vieron obligados a buscar un establo o una cueva, donde nació el niño Jesús.
Aunque así es como se suele contar la historia, la verdadera historia de la primera Navidad podría haber sido un poco diferente. La palabra “mesón” o “posada” es una palabra difícil de traducir. Puede referirse a un hotel, como en la interpretación tradicional de la historia. Pero quizás se refiere a una habitación de huéspedes terminada en una casa. Por ejemplo, la misma palabra para “posada” se usa para describir la habitación donde Jesús tuvo su última cena con sus discípulos. Hoy esto sería algo como un garaje adjunto.
Si este es el significado correcto de la palabra en Lucas 2, entonces el posadero puede haber sido en realidad un pariente de José. José y María fueron a su casa para hospedarse durante el censo. Pero el pariente les dijo que no había lugar en la parte superior, amueblada y cómoda de la casa.
Como resultado, José y María habrían tenido que quedarse en la parte inferior, sin terminar, de la casa que albergaba animales y contenía un pesebre. Cualquiera sea el caso, no había lugar para Jesús en la primera Navidad y sigue siendo así hoy.
Quiero tomarme unos minutos para pensar en las lecciones del mesonero o posadero. Es fácil burlarse de este tipo como alguien que desperdició la oportunidad de ser un héroe y ayudar a dar la bienvenida al Salvador del mundo en su hogar. Pero su actitud en la primera Navidad me recuerda mucho a nuestras actitudes en Navidad. Hagamos una evaluación personal con tres preguntas sobre cómo hacer lugar para Jesús
Pregunta #1: ¿Estás haciendo espacio para Jesús en tu agenda?
No solo en Navidad. Piensa en lo que haces con tu tiempo: deportes, Netflix, actividades para niños, tiempo con amigos, tiempo para leer, tiempo para revisar Facebook. En estas fechas: fiestas navideñas y ¡servicio de Nochebuena en la iglesia! El problema no es que no tengas lugar. El problema es que no estás haciendo espacio para Jesús.
Veamos el típico ejemplo de de esto en la Biblia:
Lucas 10:39-40 (NTV) Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme.
Lucas 10:41-42 (NTV) El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.
Marta estaba tan afanada preparando todo para la cena que se había olvidado que lo importante no era la cena en sí, ni los preparativos sino el invitado a la cena. Maria, en cambio, sí dejó todo a un lado e hizo espacio para Jesús.
Si tú eres una persona como Marta, que te ocupas todo el día y al llegar la noche no le has dado lugar a Jesús, entonces te invito a que tomes el Reto de los 10 minutos. Te explico este reto: despertarte 10 minutos antes de tu hora acostumbrada durante 30 días. Pasa 5 minutos en la Biblia. Empieza por Proverbios o Lucas o si prefieres, lee un plan de lectura de YouVersion. Pasa otros 5 minutos en oración y/o dando gracias a Dios. ¡Es más fácil de lo que crees! Este es un reto que puede convertirse en un hábito permanente.
Pregunta #2 que surge de la actitud del mesonero y que debes preguntarte si aplica a ti: ¿Estás haciendo lugar para Jesús en tus tradiciones?
Como familia, hay cosas típicas que hacemos en Navidad: decorar, ir a ver las luces donde las ponen (parques, vecindarios, etc.), dar regalos, cenar en la casa de los abuelos, tíos, etc. Algunas familias ven películas navideñas, estrenan ropa o se la pasan en pijamas, etc. ¡Estas cosas son geniales! Las tradiciones familiares son maravillosas. Pero tal vez sea hora de agregar algo más:
Deuteronomio 6:6-7 (NTV) Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
El segundo reto de hoy para ti: Inicia una nueva tradición navideña.
Trae a Jesús a la celebración. Cuánta gente celebra la navidad pero lo último en sus mentes, corazones y hogares es Jesús. Empieza contando el nacimiento de Jesús durante los días de la navidad. Puedes leer los pasajes que narran la historia de su nacimiento.
Te doy tres ideas para que hagas de Jesús parte de tu tradición familiar si tienes niños en casa: recrea el Nacimiento, usa el calendario de Adviento para llevar a cabo una actividad y/o haz un círculo de Oración Navideña todos los días.
Y la última pregunta que surge de la actitud del mesonero y que debes preguntarte si lo estas haciendo tu es: ¿Estás haciendo espacio para Jesús en tu presupuesto?
En promedio, las personas en Estados Unidos gastan alrededor de $997.73 en regalos y otros gastos navideños cada año. Esto incluye no solo los regalos, sino también decoraciones, alimentos y otros gastos relacionados con la temporada navideña (explodingtopics.com). A nivel mundial, se estima que se gastan $1.2 billones en la temporada navideña, lo que incluye gastos en alimentos, festividades, decoraciones y regalos (earthweb.com).
Las ofrendas y donaciones generosas deberían ser parte de ese monto de dinero gastado durante esta época. Tristemente, en muchas iglesias las donaciones llegan al punto más bajo durante el año. Muchos se enfocan en ser generosos en todo y con todos menos con su iglesia local. Pero no debería ser así. Mira lo que dijo el apóstol Pablo al respecto:
2 Corintios 8:12 (NTV) Todo lo que den es bien recibido si lo dan con entusiasmo. Y den según lo que tienen, no según lo que no tienen.
Este versículo subraya la idea de que Dios valora la disposición y el corazón detrás de la ofrenda, más que la cantidad misma. En este contexto, Pablo está alentando a los corintios a contribuir a una colecta para los creyentes necesitados en Jerusalén. Les recuerda que su donación debe ser voluntaria y hecha con alegría, no por obligación. El énfasis está en la disposición de dar y en el amor demostrado a través de esa acción, sin importar la cantidad que puedan ofrecer.
Entonces, el tercer desafío para hoy es incrementar tus donaciones. Para aquellos con presupuestos ajustados: establezcan la disciplina de dar pequeñas cantidades mensuales. Lo entiendo, no hay mucho espacio en el presupuesto. Pero aún hay valor en la disciplina.
Para aquellos que han sido bendecidos: establezcan la disciplina de dar generosamente todos los meses. Piensen en lo generosos en otras áreas de sus gastos. Sea en el nivel que estés con tus finanzas, siempre hay lugar en tu presupuesto para ser generoso con Dios
Regresemos al posadero. ¡Él no se dio cuenta de que el Salvador tocaba a su puerta al nacer! Él no tuvo lugar para él. Nosotros no seamos iguales. Démosle el lugar principal en nuestras vidas con nuestro tiempo, tradiciones y presupuesto. Abramosle la puerta que él está tocando.
Apocalipsis 3:20 (NTV) »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿De qué manera has sido el “posadero/mesonero” en tu propia vida? ¿Estás haciendo lugar para él?
- Menciona algunas maneras prácticas en las que puedes hacer lugar para Jesús en tu agenda?
- ¿Qué nueva tradición navideña centrada en Cristo podrías comenzar con tu familia este año?
- ¿Cómo podrías reflejar la generosidad de Jesús en tu donación en esta temporada?