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Puntos de conversación:
- Ananías y Safira murieron en la presencia de Dios porque mintieron al Espíritu Santo. El resultado fue un “gran temor” tanto dentro como fuera de la iglesia. Hechos 5:11
- El temor del Señor es un temor reverente a Dios. Es mucho más que simplemente “respetarlo” como a un abuelo tierno.
- El temor del Señor es la base fundamental del conocimiento. Una vez que esa base esté en su lugar, podrás comenzar a aprender sobre la fe y la vida. Proverbios 1:7
- La justicia de Dios se encontró con el amor de Dios en la cruz. Cuando confiamos en Jesús para la salvación, podemos temer a Dios sin tener miedo del juicio. 1 Juan 4:18
Hoy estaremos viendo la historia de Ananías y Safira en Hechos 4:32-5:11. Esta historia verídica de la Biblia, ofende al lector moderno, pero debería ayudarnos a responder una pregunta eterna: ¿Qué es el temor del Señor?
Recuerdo haber escuchado esta frase cuando era nuevo en la fe y pensaba que era algo malo. Se supone que no debemos tenerle miedo de Dios, ¿verdad? La explicación que recibí es que aquí la palabra “temor” solo se trata de “respeto”. Respeta a Dios como respetas a un anciano dulce, como a un abuelo tierno. Pero al crecer en la fe, leí versículos como este:
Mateo 10:28 (NTV) »No teman a los que quieren matarles el cuerpo; no pueden tocar el alma. Teman solo a Dios, quien puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
La verdad es que tragué saliva al leerlo. ¡Esto es no respetar a un ancianito! Este es Jesús diciéndole a la gente que tema a Dios. Esto está en oposición a alguien que podría decir que el temor del Señor es simplemente una cosa del Antiguo Testamento. Planteo la pregunta de hoy porque Hechos 4:32-5:11 cuenta una historia aterradora y luego concluye con este versículo:
Hechos 5:11 (NTV) Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que oyeron lo que había sucedido.
Eso es algo MALO, ¿verdad? Pues no. Estás equivocado. Es algo bueno y de eso vamos a hablar hoy. Pero antes de entrar de lleno a la lección, déjame hacerte una pregunta más: ¿Tomas a Dios demasiado en serio o demasiado a la ligera? Ponte en un espectro del 1 al 5 donde 1 es demasiado a la ligera y 5 muy en serio a ver donde te encuentras. Creo que el 99% de los cristianos de hoy lo toman demasiado a la ligera.
Para la mayoría, él es solo una figura del abuelo dulce y tierno. Es de esperar que la historia de hoy haga retroceder un poco el péndulo. Ahora vayamos al texto. Ten cuidado porque llegaremos a una historia aterrorizante.
Hechos 4:32-35 (NTV) Todos los creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que sus posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían. Los apóstoles daban testimonio con poder de la resurrección del Señor Jesús y la gran bendición de Dios estaba sobre todos ellos. No había necesitados entre ellos, porque los que tenían terrenos o casas los vendían y llevaban el dinero a los apóstoles para que ellos lo dieran a los que pasaban necesidad.
Esta es otra descripción general de la iglesia primitiva. Era muy común en esos días que los cristianos vendieran sus propiedades para que nadie en la iglesia pasara necesidad. Más que eso, es una preparación para las dos historias que siguen.
Hechos 4:36-37 (NTV) Por ejemplo, había un tal José, a quien los apóstoles le pusieron el sobrenombre Bernabé (que significa «hijo de ánimo»). Él pertenecía a la tribu de Leví y era oriundo de la isla de Chipre. Vendió un campo que tenía y llevó el dinero a los apóstoles.
¡Guau! Que apodo mas genial el de este hombre José. Hay muchos apodos buenos como: “Caritas”, “The Rock”, “el Valiente”, pero qué mejor sería tener el apodo de “Hijo de ánimo”. Ése es un tipazo con el que quisiera juntarme. ¿Tienes algunas personas que te animen en tu vida?
Es casi seguro que este Bernabé es el mismo Bernabé que aparece tres veces más en Hechos (9:26-7; 11:22-6; 15:37). Se cree que es el Bernabe quien fue compañero de Pablo en sus viajes misioneros por un tiempo. Él fue un ejemplo positivo de generosidad en la iglesia primitiva. Era un hombre, me imagino, que siempre andaba contento y positivo. Era de esas personas que con solo verlo te infunden ánimo. Así que al ver la necesidad no se tocó el bolsillo para ayudar. Esta historia contrasta con lo que está por venir y es la historia céntrica de la lección de hoy.
Ananías y Safira murieron en la presencia de Dios porque mintieron al Espíritu Santo. El resultado fue un “gran temor” tanto dentro como fuera de la iglesia.
Hechos 5:1-2 (RVC) Pero un hombre que se llamaba Ananías, junto con Safira, su mujer, vendió un terreno y, con el consentimiento de ella, sustrajo algo del dinero que recibió; así que llevó sólo una parte y la entregó a los apóstoles.
Este es el gran “pero”. Había un hombre llamado José, de sobrenombre Bernabe pero había un hombre llamado Ananías. Ya sabemos quién era José de apodo Bernabé. Ya sabes un poco de este Ananías. Entonces, ¿cuál de los dos eres TÚ?
Recuerda que no había capítulos en el manuscrito original. Lucas comienza el versículo 1 con “Pero” (casi todas las traducciones de la Biblia empiezan con pero, no la NTV). Específicamente, está contrastando algo sobre Bernabé con algo sobre Ananías y Safira. Nota que la moraleja de esta historia en realidad no tiene que ver con dinero. Tiene que ver con el corazón. Se trata de querer quedar bien con los demás (hipocresía). Tal vez esperaban un apodo tan bueno como el de José al traer este regalo (broma). Hubiera sido cual sea la motivación, el hecho es que trataron de mentirle a Dios.
Hechos 5:3-4 (NTV) Entonces Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué le permitiste a Satanás que entrara en ti para mentirle al Espíritu Santo y sustraer parte de tu dinero? ¿Acaso el terreno no era tuyo? Y, si lo vendías, ¿acaso no era tuyo el dinero? ¿Por qué decidiste hacer esto? No les has mentido a los hombres, sino a Dios.»
Pedro le pregunta que por que dejo que el diablo lo influenciara para mentirle al al Espíritu Santo. Luego, le reitera que no les mintió a ellos sino a Dios. Una notita al margen de la página: ¡otra evidencia de que el Espíritu Santo es Dios!
Es de notar la actitud de Dios hacia la generosidad. La propiedad era de ellos para venderla o no. El dinero era de ellos para regalarlo o no. ¡Dios no se los estaba pidiendo ni tampoco los apóstoles! Dios no quiere que des por obligación. Mira la razón por la que debes dar:
2 Corintios 9:7 (NTV) Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría»
Volvamos a Hechos, y aquí está la parte aterradora:
Hechos 5:5-6 (NTV) En cuanto Ananías oyó estas palabras, cayó al suelo y murió. Todos los que se enteraron de lo sucedido quedaron aterrados. Después unos muchachos se levantaron, lo envolvieron en una sábana, lo sacaron y lo enterraron.
Espera… ¡¿qué?! ¿Suena esto como el Dios que conoces? Muchos cristianos quieren saltarse esta historia que es un poco difícil de explicar. No suena como “Ten tu mejor vida ahora” que prometen los predicadores de hoy en día. Bueno, no voy a explicártelo sacando gráficas ni estudios. Solo te puedo decir que sucedió realmente. Verdaderamente fue obra de Dios. Y aterrorizó a todos. Todos se llenaron de un miedo terrible. ¡No solo los de la iglesia sino que los de afuera también! Pero hay más en la historia:
Hechos 5:7-10 (NTV) Como tres horas más tarde, entró su esposa sin saber lo que había pasado. Pedro le preguntó: —¿Fue este todo el dinero que tú y tu esposo recibieron por la venta de su terreno? —Sí—contestó ella—, ese fue el precio. Y Pedro le dijo: —¿Cómo pudieron ustedes dos siquiera pensar en conspirar para poner a prueba al Espíritu del Señor de esta manera? Los jóvenes que enterraron a tu esposo están justo afuera de la puerta, ellos también te sacarán cargando a ti. Al instante, ella cayó al suelo y murió. Cuando los jóvenes entraron y vieron que estaba muerta, la sacaron y la enterraron al lado de su esposo.
Esta es una historia tremenda, pero nos recuerda un par de cosas: uno, Dios es Todopoderoso y dos, nosotros no lo somos. Él es el Rey Todopoderoso. Nosotros somos sus súbditos. Así de sencillo. Por esa sencilla razón, la gente respondió de la manera correcta ante un Dios Todopoderoso:
Hechos 5:11 (NTV) Gran temor se apoderó de toda la iglesia y de todos los que oyeron lo que había sucedido.
Esa es la respuesta adecuada hacia Dios. Demasiadas personas en la cultura (y en la iglesia) de hoy olvidan eso. Entonces respondamos la pregunta: ¿Qué es el temor del Señor?
Veamos dos respuestas a esa pregunta. La primera respuesta es que:
El temor del Señor es un temor reverente a Dios.
Es mucho más que simplemente “respetarlo” como a un abuelo tierno. Es más que “respeto”. Es más que reconocer Su trascendencia, Santidad, Poder y juicio. No es solo tener miedo de lo que pueda hacerte. Pero eso es definitivamente una parte de ello. Por eso “un gran temor” se apoderó de la iglesia en Hechos 5. Y es que es como cuando mi hijo desobedece y me dice: “Está bien, ya no lo haré”. No. No estuvo bien. Está bien que ya no lo haga pero lo que hizo no está bien. Por consecuencia, yo lo disciplino. Entonces él ya no solo me “respeta” como se respeta a un anciano dulce sino que pensará dos veces antes de volver a desobedecerme.
Ojo que no se trata de tenerle miedo a Dios y caminar sobre cáscaras de huevo a ver a que hora Dios puede atacar. Para nada. Mi esposa temía la autoridad de su papá. Él tenía autoridad. Lo amaba y sabía que él la amaba. No temía a castigos injustos ni crueldad, pero temía cuando había hecho algo malo y sabía que tendría que responder ante él. En otras palabras, tenía el conocimiento necesario para no desobedecer y temerle al castigo que resultaba de su desobediencia. Y esta es la segunda verdad y respuesta a la pregunta planteada hoy. Proviene del libro de Proverbios:
El temor del Señor es la base fundamental del conocimiento.
Déjame decirlo de otra manera: verdaderamente no puedes saber nada en esta vida hasta que veas a Dios tal como él es y te veas a ti mismo tal como tú eres. Al hacerlo, conocerás la brecha infinita que hay entre las dos posiciones. Aún más simple: si crees que estás en el trono de tu vida, eres un iluso.
El temor del Señor no es un elemento básico para el conocimiento. Es la piedra angular. Es la base fundamental. Una vez que esa base esté en su lugar, podrás comenzar a aprender sobre la fe y la vida. Llegarás a tener un conocimiento cuando digas “Dios, lo sabes todo. Yo no sé nada”. Como al final de Job, él le dijo a Dios: “Ahora me callaré y te dejaré hablar”. Ese es el temor del Señor. Reconocer que él es el único que tiene el poder. Él es el que pone las reglas y no nosotros. Es hacer lo que él dice e ir por donde él dice y no hacer lo que nosotros queremos. Cuando hacemos lo que queremos y vamos por donde queremos, entonces se convierte en pecado. Pecado es confiar y actuar según tus propias opiniones y sentimientos en lugar de según la verdad de Dios.
En otras palabras, eso es no temer a Dios. Lo peor es que el pecado es lo que te separa de Dios.Y no tienes nada que ofrecer a Dios hasta que entiendas que existe una brecha entre tú y él. Cuando comprendes que el pecado ha abierto un abismo entre tú y Dios, y que yendo en contra de lo que Dios dice es no tenerle temor entonces recibirás el conocimiento que te lleva a la vida eterna.Esto es temor del Señor y es la piedra angular del conocimiento. El primer capítulo de Proverbios lo deja claro:
Proverbios 1:7 (NTV) El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina.
No seas tú un necio. A los necios no sólo les falta conocimiento. Lo desprecian. Eligen deliberadamente rechazar la sabiduría. ¿Cuántos necios hay hoy en día? Si no lo crees, considera la cuestión de género que está tan empoderada. Vemos a personas que testifican ante el Congreso que los hombres pueden tener bebés. ¡Ilógico! Por naturaleza o biología o fisiología, solo las mujeres pueden llevar un bebe en su vientre.¡Necios!
Otro ejemplo, son las personas que se creen cierta clase de animal. En Francia hay un grupo de personas que se creen caballos. Exigen que el gobierno pague por su transformación a caballo. En nuestro estado, Utah, hace poco hubo una gran controversia porque los chiquillos de una escuela se creen gatos y exigen un arenal para hacer sus necesidades. ¡Necios!
Por ultimo, tenemos el tema del aborto. En muchos estados, un conductor ebrio que mata a una mujer embarazada puede ser acusado de dos cargos de homicidio vehicular. Lo necio esta en que algunos de esos mismos estados permiten el aborto. ¿Acaso no es lo mismo: homicidio de una persona no nacida?
Entonces, ¿cómo deberíamos pensar acerca de este Dios descrito en Hechos 5? ¿Vale la pena seguirlo? Claro que sí porque es un Rey bueno y justo. Debemos tenerle temor pero no miedo. ¡Que tengan miedo aquellos que hacen lo malo!
1 Juan 4:18 (NTV)…el amor perfecto expulsa todo temor. Si tenemos miedo es por temor al castigo, y esto muestra que no hemos experimentado plenamente el perfecto amor de Dios.
¿Qué pasa con los numerosos pasajes de las Escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento como Eclesiastés 12:13 y 1 Pedro 2:17 que nos dicen que debemos temer a Dios? Bueno, el temor del que Juan escribe aquí no es de la reverencia apropiada que todos deberíamos tener hacia Dios, sino el tipo de temor que implica tormento: ese tipo de temor agonizante que roba a nuestra alma todo gozo y confianza ante Dios. Es el temor lo opuesto a la valentía en el día del juicio.
Ese no es el temor que debemos tener hacia Dios porque la justicia de Dios se encontró con el amor de Jesus en la cruz. Cuando confiamos en Jesús para la salvación, podemos temer a Dios con un respeto reverente sin tener miedo del juicio. Ya no hay condenación para los que han recibido a Cristo como su Señor y Salvador. Ahora nos podemos presentar ante el Padre sin temor porque nos representa Cristo. Dios ya no ve el pecado en nosotros sino a Jesus. Debemos vivir ahora no con miedo, sino con respeto y reverencia para Dios no haciendo lo malo porque sabemos que ofende a Dios.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Si tuvieras que ponerte en un espectro del 1 al 5, ¿tomas a Dios demasiado en serio (5) o demasiado a la ligera (1)?
- ¿Tienes a alguien en tu vida que te da ánimo? ¿Cómo te ha animado?
- Habla acerca de una ocasión en la que experimentaste un miedo profundo. ¿Cómo se compara este miedo con el temor que se analiza en el tema de hoy?
- Lee Hechos 5:11. Esta es la respuesta adecuada a Dios. ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? Explica.
- Lee Proverbios 1:7. ¿Cuáles son algunos ejemplos modernos de los “necios” mencionados en este pasaje? ¿En qué medida has sido culpable de despreciar la sabiduría y la disciplina?