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Puntos de conversación:
- Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después.
- La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar a (darle la cara) Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones.
- Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
- Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación.
Hemos llegado a uno de los capítulos más tristes del evangelio de Marcos. Sin embargo, es gracias a lo que acontece aquí, que nosotros podemos tener salvación. En este capítulo es donde juzgan a Jesús y es sentenciado a muerte. Además, es en este capítulo donde los soldados se burlan de Jesús y lo escupen. También es aquí donde se narra lo que conocemos como el viacrucis: el camino que recorre Jesús al Gólgota.
Luego, narra el momento de la crucifixión, donde ya estando en la cruz, sufre más burlas e insultos de todos, hasta de los dos criminales crucificados uno a cada lado de él. Después entra al momento más amargo y triste para Jesús: el momento en que tiene sobre sí todo el pecado del mundo y el Padre voltea su rostro para no verlo. Recordemos, que el pecado es lo que nos separa de Dios. Dios no tolera el pecado y como Jesús lo tenía encima, el Padre no podía verlo. Es aquí donde Jesús exclamó: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (Marcos 15:34). Por primera vez, él se sintió solo, sin el amor y la protección del Padre. Y todo por nosotros.
Después, se narra que Jesus entrega su espíritu y muere. Pero no termina allí. Hay un gran terremoto (aunque Marcos no lo relata) y el santuario del templo se rompió en dos. Todo esto lo está presenciando y analizando la persona menos esperada: un oficial romano.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Un oficial romano estuvo sentado en primera fila ante la muerte más trascendental en la historia de la humanidad: la crucifixión de Jesús. Lo que vio ese día cambió su vida para siempre y las lecciones aprendidas siguen siendo válidas 2000 años después. Es este gentil, un oficial del ejército romano quién pronuncia las palabras: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!». ¿Dónde estaban los discípulos?
Lo que quiero que aprendas de esta lección hoy es que este mensaje, este misterio es para todos los que invoquen el nombre de Jesús. Si analizamos más de cerca este pasaje nos daremos cuenta que se necesitan tres cosas para hacerlo. Lo primero que leemos de este oficial romano es que
Estaba frente a él.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
La libertad en Cristo requiere el coraje de enfrentar o sea darle la cara a Jesús. Hoy, eso podría significar investigar sus afirmaciones. En otras palabras, lee la Biblia para confirmar lo que él dijo ser. Además, ten el coraje para investigar el cristianismo. Sobretodo, ten la valentía para someter tu voluntad a él. Si, es esa palabra con “s” que la sociedad de hoy considera mala: sumisión. Pero es necesario hacerlo para que sepas quién es Jesús.
Juan 7:16-17 (NTV) Así que Jesús les dijo: —Mi mensaje no es mío sino que proviene de Dios, quien me envió. Todo el que quiera hacer la voluntad de Dios sabrá si lo que enseño proviene de Dios o solo hablo por mi propia cuenta.
Si no estás dispuesto a someterte a la voluntad de Dios, tu búsqueda habrá terminado incluso antes de haber comenzado. Pero si estás dispuesto a acercarte a Dios en sus términos y confiar en su Palabra, entonces Jesús promete que descubrirás la verdad. ¡Yla libertad que viene con ella!
La segunda cosa que hizo el oficial romano fue ver cómo murió Jesús, o sea
Reconoció su sacrificio
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este oficial vio lo brutal de su castigo y sacrificio pero aun así vio que Jesús estaba decidido a sufrir.
Marcos 15:23 (NTV) Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él lo rechazó.
Dato curioso; cumplió su voto hecho en la Última Cena:
Marcos 14:25 (NTV) Les digo la verdad, no volveré a beber vino hasta el día en que lo beba nuevo en el reino de Dios».
Fue burlado, pero aun así no abrió su boca. ¿Quiénes se burlaron de él? La gente que pasaba por allí, los principales sacerdotes y los maestros de la ley religiosa. Hasta los criminales que fueron crucificados con él. Esto fue realmente el cumplimiento de las Escrituras:
Salmos 22:7-8 (NTV) Todos los que me ven se burlan de mí; sonríen con malicia y menean la cabeza mientras dicen: «¿Este es el que confía en el Señor? Entonces ¡que el Señor lo salve! Si el Señor lo ama tanto, ¡que el Señor lo rescate!».
Esto trae una pregunta a mente: ¿Alguna vez te has burlado de Jesús? Jesús estaba colgado entre dos ladrones pero él no era pecador. Este era otra profecía cumplida:
Isaías 53:12 (NTV) Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso, porque se expuso a la muerte. Fue contado entre los rebeldes. Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Entonces, hasta este punto hemos visto que el oficial romano vino ante Jesús y reconoció su sacrificio en la cruz. Pero todavía hay una cosa más:
Declarar que Jesús es el hijo de Dios.
Marcos 15:39 (NTV) El oficial romano que estaba frente a él, al ver cómo había muerto, exclamó: «¡Este hombre era verdaderamente el Hijo de Dios!».
Este es el clímax del libro de Marcos. Todo nos lleva a este momento y es la respuesta a Marcos 1:1
Marcos 1:1 (NTV) Esta es la Buena Noticia acerca de Jesús el Mesías, el Hijo de Dios..
Esta era la tercera vez que alguien hacía tal declaración con respecto a Jesús. La primera fue cuando se bautizó en
Marcos 1:11 (NTV) Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo».
La segunda cuando los demonios sabían perfectamente quién era Jesús y lo dijeron:
Marcos 3:11 (NTV) Y, cuando los que estaban poseídos por espíritus malignos lo veían, los espíritus los arrojaban al suelo frente a él y gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!»;
Luego, Pedro lo confesó cuando Jesús les preguntó quién pensaban ellos que él era:
Mateo 16:16 (NTV) (Marcos 8:29) Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente.
Marta también hizo esta confesión en Juan 11:27). ¡Y ahora un oficial romano! Y es que este mensaje, este misterio, es para todo aquel que invoque el nombre de Jesús. Todos los que vienen ante Jesús y reconocen su sacrificio en la cruz por ellos y declaran que Jesus es el Hijos de Dios reciben la salvación tal como lo dice Pablo en el libro de Romanos.
Romanos 10:9 (NTV) Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Esta salvación es un regalo para todos. No hay nada que puedas hacer para ganarla. Es por gracia. Solo ven ante Jesús y reconoce que eres pecador y que él murió por ti en la cruz y decláralo Señor de tu vida. Así de simple. Si tú nunca has hecho esta declaración y no has puesto tu confianza en Jesús como para que sea tu Señor y Salvador, hoy lo pueden hacer. O si lo aceptaste pero te has apartado de Él, hoy también puedes renovar tus votos con Dios. Jesús murió para liberarte del pecado y para que seas salvo de toda condenación. Él quiere darte vida eterna solo ven a él.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?