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El diezmo es uno de los temas más debatidos en los círculos cristianos. A muchos creyentes se les ha enseñado que deben dar exactamente el 10% de sus ingresos a la iglesia, a menudo basándose en mandamientos del Antiguo Testamento. Pero, ¿es esto lo que verdaderamente enseña la Biblia a los creyentes del Nuevo Testamento? Exploremos algunos conceptos erróneos comunes sobre el diezmo y lo que Dios realmente espera de nosotros cuando se trata de dar.
Concepto #1 – A los cristianos se les ordena diezmar (¡incorrecto!)
Muchos cristianos creen que el diezmo es un requisito según el Nuevo Pacto, pero la verdad es que el diezmo era originalmente parte de la Ley Mosaica dada a Israel. El diezmo del 10% tenía tres propósitos principales:
- Apoyo a los levitas – El diezmo financió la tribu sacerdotal de Israel, que no tenía herencia de tierra (Números 18:21-24)
Números 18:21 (NTV) En cuanto a la tribu de Leví, tus parientes, los recompensaré por su servicio en el tabernáculo. En lugar de una asignación de tierra, les daré los diezmos de toda la tierra de Israel.
- Festivales y adoración – Parte del diezmo estaba destinado a ser utilizado para fiestas religiosas y celebraciones de adoración a Dios.
Deuteronomio 14:23 (NTV) Lleva ese diezmo al lugar de adoración designado—el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado—y cómelo allí, en su presencia. Lo harás así con el diezmo de tus granos, tu vino nuevo, tu aceite de oliva y los machos de las primeras crías de tus rebaños y manadas. Esta práctica te enseñará a temer siempre al Señor tu Dios.
- Provisión para los pobres – Una parte del diezmo se utilizó para ayudar viudas, huérfanos y extranjeros (Deuteronomio 14:28-29).
Deuteronomio 14:29 (NTV) Dáselo a los levitas—quienes no recibirán ninguna asignación de tierra como las demás tribus—y también a los extranjeros que vivan en medio de ti, a los huérfanos y a las viudas de tus ciudades, para que coman y se sacien. Entonces el Señor tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo.
El Nuevo Testamento no enfatiza el diezmo como una práctica requerida para los cristianos, pero sí lo menciona en algunos pasajes:
- Mateo 23:23 (también Lucas 11:42)
Mateo 23:23 (NTV) »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues se cuidan de dar el diezmo sobre el más mínimo ingreso de sus jardines de hierbas, pero pasan por alto los aspectos más importantes de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Es cierto que deben diezmar, pero sin descuidar las cosas más importantes.
Contexto: Jesús reprende a los fariseos por su enfoque legalista respecto del diezmo mientras descuidan asuntos espirituales más importantes. Reconoce su diezmo pero enfatiza que la justicia, la misericordia y la fidelidad son más importantes.
- Lucas 18:12
Lucas 18:12 (NTV) Ayuno dos veces a la semana y te doy el diezmo de mis ingresos”.
Contexto: Esto es parte de la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo se jacta de su diezmo, pero Jesús contrasta su superioridad moral con la humildad del recaudador de impuestos, mostrando que Dios valora un corazón arrepentido por encima de las prácticas legalistas.
- Hebreos 7:1-10
Hebreos 7:4 (NTV) Consideren, entonces, la grandeza de este Melquisedec. Incluso Abraham, el gran patriarca de Israel, reconoció esto al entregarle la décima parte de lo que había capturado en la batalla.
Contexto: Este pasaje analiza cómo Abraham le dio un diezmo a Melquisedec (Génesis 14:20) y lo conecta con el sacerdocio superior de Jesús. Sin embargo, no ordena a los cristianos diezmar, sino que utiliza el diezmo como referencia histórica para resaltar la grandeza del sacerdocio de Cristo.
Concepto #2 – Los cristianos son libres de NO dar (¡incorrecto!)
Muchos cristianos entienden el primer mito y lo aplican mal para crear este segundo mito. Piensan que la libertad en Cristo significa libertad de dar. ¡Equivocado! Lo que hacemos con nuestro dinero le importa a Dios. Es una prueba de fuego ENORME para nuestra devoción a Jesús.
Por eso Jesús habló sobre el dinero con frecuencia en los Evangelios—más que sobre la mayoría de los otros temas. Aproximadamente 11 de las 39 parábolas de Jesús se centran en el dinero o usan el dinero como una ilustración clave. El dinero se menciona en aproximadamente el 15% de las enseñanzas registradas de Jesús. A continuación se muestran algunos ejemplos:
- El joven rico (Mateo 19:16-30, Marcos 10:17-31, Lucas 18:18-30) – Jesús le dice a un hombre rico que venda sus posesiones y lo siga, mostrando el peligro de que la riqueza se convierta en un ídolo.
- La parábola del rico insensato (Lucas 12:13-21) – Un hombre construye graneros más grandes para almacenar riquezas, pero Dios lo llama insensato porque no es “rico para con Dios”.
- La ofrenda de la viuda (Marcos 12:41-44, Lucas 21:1-4) – Jesús elogia a una viuda pobre por dar una pequeña cantidad en sacrificio, contrastándola con las grandes pero insignificantes donaciones de los ricos.
- “No se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo” (Mateo 6:24, Lucas 16:13) – Jesús advierte sobre la riqueza que compite con la devoción a Dios.
- “Dad al César lo que es del César” (Mateo 22:15-22, Marcos 12:13-17, Lucas 20:20-26) – Jesús aborda los impuestos y el equilibrio entre el deber para con el gobierno y el deber para con Dios. ¿Qué pasaría si no pagaras tus impuestos? ¿Qué pasaría si nunca le das a Dios?
- El costo del discipulado (Lucas 14:28-33) – Utiliza la planificación financiera como metáfora para contar el costo de seguirlo.
Concepto #3 – A Dios le importa tu corazón, no la cantidad (¡incorrecto!)
Esta es la realidad: Dios se preocupa más por tu corazón que por la cantidad de dinero que das. Eso es bastante cierto. Pero profundiza un poco más para conocer los hechos: la cantidad relativa que das casi siempre indica tu corazón hacia Dios y si eres verdaderamente generoso (como lo hemos estado definiendo). De eso trata la historia de la viuda pobre:
Lucas 21:1-4 (NTV) Mientras Jesús estaba en el templo, observó a los ricos que depositaban sus ofrendas en la caja de las ofrendas. 2 Luego pasó una viuda pobre y echó dos monedas pequeñas. 3 «Les digo la verdad —dijo Jesús—, esta viuda pobre ha dado más que todos los demás. 4 Pues ellos dieron una mínima parte de lo que les sobraba, pero ella, con lo pobre que es, dio todo lo que tenía».
Jesús elogió a la viuda que dio dos monedas pequeñas porque lo hizo por fe y con sacrificio, mientras que otros dieron grandes cantidades con motivos equivocados. Pero no te pierdas el punto: Jesús notó la cantidad que daban comparada con la cantidad que tenían. Hay un término matemático para eso: porcentaje.
Jesús observó no solo la cantidad que las personas daban, sino también cómo esa cantidad se relacionaba con sus recursos totales. Esto se refiere al porcentaje, que en matemáticas es una proporción o parte de un todo expresada en cien partes.
Por ejemplo, si una persona tiene 100 monedas y da 10, ha dado el 10% de su riqueza. Si alguien más tiene solo 10 monedas y da 5, aunque la cantidad absoluta sea menor, esa persona ha dado el 50% de lo que posee.
En el contexto bíblico, esto resalta el sacrificio y la intención detrás del acto de dar. Jesús elogiaba a aquellos que daban generosamente en proporción a lo que realmente tenían, mostrando fe y desprendimiento, incluso si el monto era pequeño en términos absolutos.
Los cristianos no tienen la obligación legalista de diezmar el 10% de sus ingresos. En cambio, Dios nos llama a la generosidad, alegría y sacrificio como un acto de adoración. No te estanques en el 10%. Crece en dar según lo que recibes de parte de Dios. Empero, mantén en mente que ya sea que des el 10%, más, o menos, la clave está en dar con el corazón correcto y confiarle a Dios nuestras finanzas.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?