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Puntos de conversación:
- El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él. Ezequiel 2:3-5
- En el Nuevo Testamento, sin embargo, la profecía adquirió un significado y un propósito completamente nuevos cuando el Espíritu Santo fue dado a cada creyente. Hechos 2:17-18
- Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios (Efesios 2:19-20) y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado (Efesios 4:11-12).
Algunas iglesias afirman tener profetas que hablan con autoridad en nombre de Dios. Pero ¿es eso realmente cierto ? Si no, ¿cómo escuchamos a Dios? La pregunta principal que contestaremos hoy es: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? O ¿es esto cosa del pasado? Para comenzar,leamos un un pasaje que parece responder a la pregunta:
Efesios 4:11 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros.
Basados en este versículo parece claro que sí, ¿verdad? Los profetas todavía existen. Entonces, las iglesias que dicen tener profetas y apóstoles ¿son las iglesias más bíblicas? No tan rápido. Analicemos este versículo. El significado de profeta en el Antiguo Testamento es diferente al del Nuevo Testamento.
En el Antiguo Testamento, los profetas no eran simplemente adivinos, sino mensajeros elegidos por Dios para traer al pueblo de regreso a Él.
Estos profetas o mensajeros eran elegidos por Dios para ser su portavoz, para guiar, consolar, traer juicio y llamar a la gente a apartarse de su pecado y malas acciones y volver a Dios.
A continuación, hay algunos ejemplos de profetas del Antiguo Testamento. El primer ejemplo es Moisés. Casi todos conocemos la historia de Moisés y de como Dios lo uso para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Éxodo 3:9-10 (NTV) ¡Mira! El clamor de los israelitas me ha llegado y he visto con cuánta crueldad abusan de ellos los egipcios. Ahora ve, porque te envío al faraón. Tú vas a sacar de Egipto a mi pueblo Israel.
Dios usó a Moisés para ser su portavoz. Lo llamó para ser el consolador y para llamar a libertad al pueblo. También fue escogido para ser el guía de su pueblo en su éxodo de Egipto. Moisés fue el profeta más grande del A.T.
Otro profeta es Ezequiel. Leamos cómo fue que Dios lo llamó:
Ezequiel 2:3-5 (NTV) «Hijo de hombre—me dijo—, te envío a la nación de Israel, un pueblo desobediente que se ha rebelado contra mí. Ellos y sus antepasados se han puesto en mi contra hasta el día de hoy. Son un pueblo terco y duro de corazón. Ahora te envío a decirles: “¡Esto dice el Señor Soberano!”. Ya sea que te escuchen o se nieguen a escuchar—pues recuerda que son rebeldes—, al menos sabrán que han tenido un profeta entre ellos.
Medita en esto: Dios está llamando a Ezequiel no a que haga un sin número de predicciones a la gente ni que adivine el futuro. Dios llama a Ezequiel para que vaya a su pueblo, Israel, y les recuerde que son su pueblo y los llame a volverse a Él. Ellos necesitaban oír lo que se les había dicho a las generaciones previas y de lo cual se habían olvidado. Ellos se habían vuelto rebeldes y necesitaban ser exhortados a regresar a los caminos de Dios. Así que Dios usó a Ezequiel para que sea su portavoz para que fuera a la gente por él.
El tercer ejemplo es el profeta Oseas.
Oseas 1:2 (NTV) Cuando el Señor le habló por primera vez a Israel por medio de Oseas, le dijo al profeta: «Ve y cásate con una prostituta, de modo que algunos de los hijos de ella sean concebidos en prostitución. Esto ilustrará cómo Israel se ha comportado como una prostituta, al volverse en contra del Señor y al rendir culto a otros dioses».
Este llamado es un poco extraño y hasta cierto punto descabellado. Dios le dice, Oseas, te haré una metáfora viva para mi pueblo. Ve y cásate con una prostituta y ten hijos con ella. Esto era para mostrar cómo el, Dios, se sentía con la traición de su pueblo. Él consideraba a Israel como su esposa, la cuidaba, protegía y amaba, pero su pueblo, al igual que la prostituta, esposa de Oseas, lo dejaba y se iba por los caminos a prostituirse con cualquiera. Esta era una metáfora para representar lo que hacía Israel: se prostituían adorando otros dioses, dándole adoración y culto a ídolos. Entonces, Oseas, es usado para llamar al pueblo a apartarse de su horrendo pecado y advertirles que se regresará al Dios verdadero. En ninguna parte vemos que fue enviado a predecir el futuro.
El último profeta que veremos, es probablemente el más conocido por nosotros. Se trata del profeta Jonás. El capítulo 1 nos dice cómo fue el llamado de Jonás.
Jonás 1:1-2 (NTV) El Señor le dio el siguiente mensaje a Jonás, hijo de Amitai: «Levántate y ve a la gran ciudad de Nínive. Pronuncia mi juicio contra ella, porque he visto lo perversa que es su gente».
Una vez más, al igual que con Ezequiel y Oseas, es llamado a advertir, esta vez no a Israel, pero a la gente de Nínive y anunciarles juicio.
En los ejemplos anteriores, hemos visto que Dios usó a sus profetas para consolar, guiar y exhortarlos a dejar su pecado y volver a él. No eran adivinos prediciendo riqueza a los oyentes. Al contrario, fueron palabras fuertes, algunas veces hasta de juicio como en el caso de Jonás.
Los profetas fueron el instrumento que Dios usó para que su pueblo volviera a él. Algunas veces sí recibieron revelaciones nuevas, como en el caso de Moisés que recibió los 10 mandamientos. Pero la mayoría de las veces, con los profetas postreros, los usaba para decir lo que ya Dios había dicho a través de otros profetas.
Así que ese era el papel de los profetas del AT, pero ¿qué en el Nuevo Testamento? ¿Cómo era la profecía y el papel de los profetas diferente en el NT?
En el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo fue dado a cada creyente, y esto hizo que la profecía adquiriera un significado y un propósito completamente nuevos.
En el NT también tenemos profetas. Uno es Juan el Bautista. Juan el Bautista fue comisionado, similar a los profetas del AT, a llamar a la gente al arrepentimiento y a volverse a Dios. Pero su mayor llamado fue a preparar el camino para Jesus.
También vemos un par de profetas como Ágabo en Hechos 21. Es en este libro que se menciona por única vez.
Hechos 21:10-12 (NTV) Varios días después, llegó de Judea un hombre llamado Ágabo, quien también tenía el don de profecía. Se acercó, tomó el cinturón de Pablo y se ató los pies y las manos. Luego dijo: «El Espíritu Santo declara: “De esta forma será atado el dueño de este cinturón por los líderes judíos en Jerusalén y entregado a los gentiles”». Cuando lo oímos, tanto nosotros como los creyentes del lugar le suplicamos a Pablo que no fuera a Jerusalén.
Ágabo le da esta profecía de algo que pasará al apóstol Pablo. Así que todavía pasa algo de eso en el NT pero en general no vemos esa clase de profecía del AT en el NT. La razón es, y esto es muy importante, en el NT Dios le ha dado Su Espíritu Santo a todo creyente. En el AT, el Espíritu descendía en los profetas por un motivo específico. Pero en el AT, cada creyente recibe el Espíritu Santo. Esto fue prometido por Dios a través del profeta Joel y cumplido en el Día del Pentecostés.
Hechos 2:17-18 (NTV) “En los últimos días—dice Dios—, derramaré mi Espíritu sobre toda la gente. Sus hijos e hijas profetizarán. Sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos—hombres y mujeres por igual— y profetizarán.
No era una cosa de un momento específico. El Espíritu Santo mora dentro de todo aquel que ha recibido a Jesús. Como resultado, la profecía toma un significado y propósito diferente. Y para entender esto, debemos hacer una diferencia entre dos tipos de profetas.
Hay dos tipos diferentes de profetas: un profeta con “P” mayúscula que habla con autoridad de parte de Dios y un profeta con “p” minúscula que habla lo que Dios ya ha hablado.
La clave para responder a la pregunta de hoy: ¿Habla Dios todavía a través de los profetas? es considerar los dos tipos de “profeta”. La primera es “P” mayúscula. Esta es la persona que habla con autoridad en nombre de Dios. Es lo que vemos en Efesios 2.
Efesios 2:19-20 (NTV) Así que ahora ustedes, los gentiles, ya no son unos desconocidos ni extranjeros. Son ciudadanos junto con todo el pueblo santo de Dios. Son miembros de la familia de Dios. Juntos constituimos su casa, la cual está edificada sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas. Y la piedra principal es Cristo Jesús mismo.
A lo que me refiero con Profetas con “P” mayúscula: aquellos que hablaron con autoridad y sentaron el fundamento. El fundamento fue asentado por los profetas del AT. Hombres como Moisés a quien se le revelaron los 10 Mandamientos. Dios estaba hablando con autoridad revelando cosas a través de hombres como él. Más en el NT, hombres como Pablo, Pedro y Juan entran en escena. Y Dios les revela aún más información nueva a estos Profetas del NT. Pablo lo describe más detalladamente en el siguiente capítulo:
Efesios 3:5 (NTV) Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.
Allí está la clave: a los apóstoles y profetas. Esto es lo que llamamos profetas con “P” mayúscula. Es a los que Dios les reveló el plan de salvación. Ve y lee Efesios 3 por ti mismo. Él está hablando del plan de salvación revelado por Dios a través de Pedro, Juan, Pablo y los demás apóstoles donde judíos y gentiles son salvos. ¡Esta es la Buena Noticia! ¡La salvación no era solo para los judios sino para todos! Claro que esto no era lo que la gente esperaba porque los judios del AT no entendieron el plan de salvación. Pero en NT la totalidad de su plan es revelada. Este evangelio fue revelado. Y esto es profeta con “P” mayúscula y la “A” mayúscula de apóstoles.
Esta fue una revelación profética. Nueva revelación. De esto es lo que habla el apóstol Pablo en Efesios capítulo 2 y 3. “Ha sido revelado a los santos apóstoles y profetas”. Quiero que escuches muy bien lo siguiente: este trabajo está hecho. Completado. Terminado. El profeta con “P” mayúscula está completado y terminado. El trabajo de apóstol con “A” mayúscula está completado y terminado. Dios no necesita revelar nada nuevo a través de los profetas y apóstoles hoy en día. Esa es la primera parte de la respuesta para la pregunta de hoy.
Dios ya NO habla a través de profetas con “P” mayúscula. Dios ya no habla a través de esta clase de profetas. Esos profetas que hablaban con la autoridad de Dios ya no existen. La revelación nueva ya está completada y terminada. Por lo tanto ya no existen esa clase de profetas. Ya no necesitamos profetas con “P” mayúscula en la iglesia. Si eres parte de una iglesia que dice “nosotros tenemos un profeta que habla autoritativamente de parte de Dios”, te digo: no estás en una iglesia bíblica. Busca otra iglesia. Dios ya no habla autoritativamente.
Pero eso es diferente al don de profecía en la iglesia local. De eso es de lo que habla Pablo en Efesios 4, el pasaje con el que comenzamos hoy. Ahora estamos listos para leerlo en contexto:
Efesios 4:11-12 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el cuerpo de Cristo.
Esto es lo que llamamos profetas con “p” minúscula: aquellos que hablan a cada nueva generación y congregación de lo que Dios ya ha dicho. Esto es un profeta con “p” minúscula y apóstoles con “a” minúscula. Eso es algo que Dios todavía hace. Él todavía habla su verdad a través de personas que tienen el don de hablar y llamar a las personas de regreso a Dios declarando lo que ya Dios ha declarado.
Esto es lo que hace un pastor que da un mensaje. Está hablando la verdad de Dios que está escrita en la Biblia. En mi caso, ya que predico la verdad de Dios, puedo decir soy un profeta con “p” minúscula. Empero nunca me puedo parar en frente de la congregación y decir “soy el profeta” con “P” mayúscula y “Dios me ha dado una revelación nueva”. “Sé que él ha dicho tal cosa en la Biblia pero ahora dice esto porque yo hablo autoritativamente por él..” !¡Jamás! Eso no es cierto.
Lo que yo hago cuando me paro a predicar es ejercer el don de profecía con “p” minúscula en el sentido de llamar a la gente a que vuelvan a Dios. No estoy dando ninguna revelación nueva. Estoy hablando lo que Dios ya ha dicho. Estoy llamando a la gente a que regresen a Dios. Les estoy recordando lo que Dios ha dicho ya. Mas no estoy añadiendo nada nuevo. No puedo añadir nada a la canonicidad de las Escrituras. La canonicidad de la Escritura está cerrada. Si yo escribo un libro o el libro que el pastor Bryan ha escrito y decimos “el profeta Bryan” escribió este libro, jamás se podría elevar al estándar de la Biblia ni mucho menos hacerlo parte de las Escrituras. Dios ya no habla de esa manera. Los libros de la Biblia están completos.
Entonces, que quede claro, ya no necesitamos profetas en el sentido de la “P” mayúscula porque el “Profeta” supremo es el mismo Jesús.
Hebreos 1:1-2 (NTV) Hace mucho tiempo, Dios habló muchas veces y de diversas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas. Y ahora, en estos últimos días, nos ha hablado por medio de su Hijo. …
Encontraremos toda la revelación que necesitamos en Jesús. Búscalo a él para obtener tus respuestas.
Nota para el lector: Canonicidad: ¿Está completa la Biblia tal como la tenemos ahora? La palabra “canon” significa regla o estándar. La canonicidad se trata de si un libro que dice ser Escritura cumple con ese estándar. Por lo general, un libro se incluía en el canon basándose en dos pasos. La iglesia primitiva no creó el canon de las Escrituras. Pero reconoció la inspiración divina de ciertos libros y rechazó otros, basándose en cinco pruebas.
- Universalidad. ¿Reflejaban los escritos en cuestión la visión unificada de todo el cuerpo de cristianos?
- Origen apostólico. ¿Fue escrito por un profeta o apóstol conocido, o por un colaborador cercano que refleja la perspectiva del apóstol?
- Ortodoxia. ¿Las doctrinas y los valores expresados son consistentes con el resto de las Escrituras (Deuteronomio 13:1-3)?
- Eficacia divina. ¿Tuvo el mensaje del libro un poder transformador en la experiencia de las personas?
- Antigüedad. ¿Se originó en tiempos bíblicos o fue compuesto mucho después?
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Antes de leer este tema, ¿en qué pensabas cuando escuchabas la palabra “profeta”? En tus propias palabras, describe la diferencia entre los profetas con P mayúscula y los profetas con p minúscula.
- Lee Hechos 2:17-18. ¿En qué se diferenciaba la profecía del Antiguo Testamento de la profecía del Nuevo Testamento? ¿Qué papel juega el Espíritu Santo en esto?
- Lee Efesios 4:11-12. ¿Quién en tu iglesia ejercita estos dones? ¿Cómo te equipan para hacer la obra de Dios (v.12)?
- Hebreos 1:1-2. ¿Qué significa que Jesús es el Profeta Supremo? ¿Por qué esto importa?