En Marcos 2:1-12 Jesús interrumpe su enseñanza para sanar a un paralítico desesperado. Este acto desafió a los maestros de la ley religiosa, exponiendo su forma de religión como un fraude.
Los sistemas religiosos quieren controlar el acceso a la salvación, por lo que solo los líderes religiosos autorizados pueden mediar en la salvación de las personas. A la religión le gusta hacerse necesaria para que las personas encuentren el perdón de los pecados y una relación con Dios. Pero Jesús es más grande que la religión. Él habla por Dios. Demuestra que las personas que reconocen su necesidad pueden acudir directamente a él, por la fe, para encontrar el perdón y la bendición, porque él es el único mediador necesario y adecuado entre Dios y la humanidad.
Definición de religión
Aquí en el capítulo 2 de Marcos vemos la primera vez que Jesús se enfrenta al establecimiento religioso. Todo el capítulo se centra en esto. Se convierte en un tema a lo largo de Marcos. La palabra “religión” en sí no es mala.En un nivel, la “religión” es solo la forma en que vivimos una relación con Dios en el espacio real. Pero la palabra ha llegado a usarse como abreviatura de un acercamiento negativo a Dios. Los sistemas religiosos tienden a controlar el acceso de las personas a Dios y sus bendiciones. Mide a los demás solo por el comportamiento externo. Obedecer las reglas externas enmascaran un corazón duro hacia Dios. Tiene la necesidad de ser la autoridad final acerca de Dios y un deseo de controlar y tener poder sobre otros espiritual y moralmente
Los cuatro amigos
Los cuatro amigos del hombre paralítico estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para llevarlo a Jesús. Fue la fe de ellos, no solo la del paralítico, lo que marcó la diferencia. Mira lo que hicieron:
Marcos 2:1-4 (NTV) …Mientras él les predicaba la palabra de Dios, llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico en una camilla. Como no podían llevarlo hasta Jesús debido a la multitud, abrieron un agujero en el techo, encima de donde estaba Jesús. Luego bajaron al hombre en la camilla, justo delante de Jesús.
La noticia de Jesús se está difundiendo tan rápidamente que es muy difícil acercarse a él a través de la multitud. Jesús está enseñando en una casa. La casa está llena codo con codo. Pero hay un hombre paralítico en la ciudad que necesita ser curado. Este hombre no puede caminar. Entonces ¿cómo va a venir a Jesús? Además, aunque pudiera llegar a esta casa, cómo va a entrar si no hay cupo para un alma más. Pero cuatro amigos vienen al rescate. Encontraron un enfoque creativo y enérgico. Cavaron un agujero en el techo y bajaron al hombre justo en frente de Jesús.
Esta es una imagen de nuestra condición espiritual. Estamos lisiados por el pecado. Somos incapaces de sanarnos a nosotros mismos. No sabemos dónde conseguir ayuda. Hay muchos obstáculos que nos impiden acercarnos a Jesús. Nos sentimos indignos y no creemos que pueda haber ayuda. Tal vez el necesitado es alguien más y tú puedes ser como uno de los cuatro amigos y traerlo a Jesús. Los amigos del paralítico estuvieron dispuestos a hacer lo que fuera necesario para traerlo a Jesús. ¿Estás dispuesto a hacer lo mismo por alguien?
Nota que no están tratando de llevar a su amigo a la religión sino a Jesús.Es una gran ilustración porque, en general, la religión asume que podemos hacer algo para contribuir a nuestra salvación. Pero este hombre no pudo contribuir en nada a su curación. Tenía que ser Jesús y sólo Jesús. Jesús los encontró en su punto de necesidad. Usó la necesidad física más obvia del hombre para señalarle su mayor necesidad. No sanó solamente sus piernas paralizadas. Si no que perdonó sus pecados también. Jesús fue suficiente
Quiero que notes lo que la fe puede hacer para ayudar a alguien más:
Marcos 2:5 (NTV) Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «Hijo mío, tus pecados son perdonados».
Estos cuatro amigos creyeron lo que Jesús podía hacer por su amigo. Confiaron en Jesús por su amigo. Y como siempre la verdadera fe toma forma en la acción
Jesús es mayor
Al sanar y perdonar al paralítico, Jesús probó que él es más grande que los sistemas religiosos humanos. Él tiene la autoridad de Dios para perdonar nuestros pecados y es el único mediador que necesitamos para llegar al Padre. Esa declaración del perdón de los pecados es el punto culminante de los primeros versículos. Concluye la acción de la primera escena, hacia dónde se dirigía la acción de los amigos. Pero inmediatamente esas palabras de Jesús introducen una nueva escena: enfocar la reacción de los líderes religiosos y la respuesta de Jesús a ellos. A los líderes religiosos no les gustó lo que dijo Jesús (Marcos 2:6-7). Para ellos, el hecho de que Jesús le dijera que sus pecados eran perdonados, era blasfemia.
Y es que la ley del AT estableció la forma establecida de seguir los pasos establecidos y cumplir los rituales incluyendo los sacrificios.Pero con el tiempo el sistema de sacrificio llegó a ser abusado por líderes religiosos humanos. Se vieron a sí mismos como poseedores de las llaves del sistema. Entonces nadie podría declarar pecados perdonados sin cumplir con ese sistema. Lo cual implicó venir a Dios a través de ELLOS.
En cierto nivel, la observación de los fariseos era correcta: “solo Dios puede perdonar los pecados”. Si bien su observación puede haber sido correcta, dos cosas estaban mal. Una: su interpretación de lo que estaba pasando. Dos: su actitud.
Su interpretación del evento fue incorrecta ya que esto no fue una blasfemia. Y es que ellos no entendieron que Jesús mismo era Dios. No comprendieron que Jesús no solo podía sanar sino que perdonar pecados también. Jesús fue el cumplimiento del antiguo sistema religioso (Hebreos 3:3.) Jesús se convirtió en el sumo sacerdote y en el sacrificio. Así que no fue una blasfemia para él hablar por Dios sobre este asunto. Jesús probó que estaba autorizado para perdonar pecados al hacer una curación milagrosa (Marcos 2:8-11). Jesús usó el milagro de la curación para recalcar su mayor autoridad espiritual de parte de Dios. Presumiblemente, el milagro cambiaría la mente de sus críticos. Se darían cuenta de que Jesús no cometió blasfemia porque no era como cualquier otro hombre. Él realmente habló y actuó por Dios.
Lastimosamente, eso no fue lo que sucedió. La actitud de los fariseos hacia lo sucedido fue incorrecta. Aquí hay un hombre que viene a Dios a través de Jesús. Pero a los líderes religiosos no les importaba su parálisis física. Mucho menos que él fuera perdonado de sus pecados. Solo les importaba que las cosas se hicieran de la manera “correcta” de acuerdo a su punto de vista. Aquí es que vemos que los sistemas religiosos quieren controlar el acceso de las personas a Dios. Quieren mostrar que sólo los líderes religiosos autorizados pueden abrir la puerta a Dios. A la religión le gusta hacerse necesaria
Jesús es más grande que la religión. En su interacción con el paralítico, mostró que cualquiera que reconoce su necesidad puede acudir directamente a él para encontrar el perdón y la bendición. En este incidente, demostró lo que el apóstol Pablo escribió más tarde acerca de él:
1 Timoteo 2:5 (NTV) Hay un Dios y un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios, y es el hombre Cristo Jesús.
Solo hay un mediador entre Dios y la humanidad. No es una iglesia. No es un sistema religioso. No es un autor popular. No es un líder religioso o un maestro de la ley religiosa. Es Jesús
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