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Puntos de conversación:
- La conversión es uno de los elementos cruciales de la salvación, junto con el asentimiento intelectual, la convicción, la iluminación, etc. Marca el comienzo de la vida cristiana y es la respuesta de un individuo a la invitación del evangelio. 2 Corintios 5:17
- Saulo se encontró con Jesús en el camino a Damasco, en el camino a la persecución de Sus seguidores. Busca los elementos de la salvación en su historia mientras lees Hechos 9.
- La experiencia de Saulo culminó en la conversión espiritual, que se reduce a dos respuestas terrenales: el arrepentimiento y la fe. Incluso hoy en día, así es como funciona la conversión espiritual. Romanos 10:9
¡Ya estamos en la parte 18 de nuestra serie de Hechos! La lección de hoy es la segunda parte de nuestra miniserie sobre “la salvación”. La semana pasada respondimos a la pregunta: ¿Hay alguien demasiado perdido para Dios? (Hechos 8:26-40). La respuesta fue: ¡No! Dios puede alcanzarte aún en el camino del desierto hacia ninguna parte
Hoy veremos la dramática historia de conversión de Saulo que después de convertirse en un seguidor de Cristo pasó a llamarse Pablo. Veamos lo que podemos generalizar de su experiencia. Su caso es muy interesante por dos razones. La primera, porque lo tenemos registrado. La segunda, porque ¡sus escritos posteriores nos dan la respuesta a la pregunta clave del día de hoy! ¿Cómo funciona verdaderamente la conversión espiritual?
Quiero empezar preguntándote cómo te funcionó a ti. ¿Cómo llegaste a la fe en Jesús? Para algunos de ustedes, tal vez, la pregunta apropiada sea: ¿han llegado a la fe en Jesús? Si no estás seguro, te invitaremos a hacerlo al final de este mensaje.
Primero, ¿qué entendemos por conversión? (Para una explicación más amplia ver: Teología sistemática #8: Elementos de salvación). En términos generales, la salvación es la aplicación de la obra de Cristo a la vida de personas individuales. En esencia, la palabra significa “rescate” o “liberación”. Rescate del pecado, de la alienación de los demás, de la culpa y la vergüenza y mucho más tal como lo planeó Dios.
Gálatas 1:4 (NTV) Tal como Dios nuestro Padre lo planeó, Jesús entregó su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo de maldad en el que vivimos.
Entonces, la conversión marca el comienzo de la vida cristiana y es la respuesta de un individuo a la invitación del evangelio.
La “conversión” es uno de los elementos de la salvación. Otros elementos son: el asentimiento intelectual, la convicción, la iluminación, la confesión, la regeneración y la justificación. Pero hoy veremos los primeros 4. La conversión puede considerarse como un evento único con dos aspectos inseparables que son el arrepentimiento y la fe (Marcos 1:15; Hechos 20:21). Es convertirse en una persona nueva como lo dice Pablo años después de su conversión:
2 Corintios 5:17 (NTV) Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
La conversión verdadera es instantánea, pero vista desde una perspectiva humana, puede que no sea posible determinar con precisión cuándo ocurrió. En algún momento, una persona responde al evangelio con arrepentimiento y fe y Dios le da vida. Pero la realidad de esa conversión puede no ser evidente hasta mucho más tarde, cuando comience a dar frutos. La conversión no ocurre de la misma manera para todos. Hoy veremos cómo le sucedió a Saulo así que vayamos al texto.
Hechos 9:1-2 (NTV) Mientras tanto, Saulo pronunciaba amenazas en cada palabra y estaba ansioso por matar a los seguidores del Señor. Así que acudió al sumo sacerdote. Le pidió cartas dirigidas a las sinagogas de Damasco para solicitarles su cooperación en el arresto de los seguidores del Camino que se encontraran ahí. Su intención era llevarlos—a hombres y mujeres por igual—de regreso a Jerusalén encadenados.
Más adelante, dando testimonio dijo:
Hechos 22:4 (NTV) Perseguí a los seguidores del Camino, acosando a algunos hasta la muerte, y arresté tanto a hombres como a mujeres para arrojarlos en la cárcel.
Hechos 26:10 (NTV) Por cierto, eso fue justo lo que hice en Jerusalén. Con la autorización de los sacerdotes principales, hice que muchos creyentes de allí fueran enviados a la cárcel. Di mi voto en contra de ellos cuando los condenaban a muerte.
Nota que dice que perseguía a los “Seguidores del Camino”. Hasta aquí todavía no se les llamaba cristianos. ¡Solo eran judíos en las sinagogas que creían que Jesús era el camino! Y es que seguir a Jesús era (y es) el camino y no sólo un conjunto de creencias. Él es ”el camino de la salvación” (He.16:17), “el camino del Señor’” (He. 18:25), “el camino de Dios” (He. 18:26). En Juan 14:6 (NTV) vemos que Jesús dijo de sí mismo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.”
Además, la Biblia nos habla de que sólo hay dos caminos. Uno, el Camino que lleva a la vida: el camino de Jesús. El otro es el Camino que lleva a la muerte: que tiene millones de nombres más.
Mateo 7:13-14 (NVI) »Solo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.
La conversión ocurre cuando dejas el camino de la muerte para seguir el camino de Jesús.
Saulo se encontró con Jesús en el camino a Damasco, en el camino a la persecución de Sus seguidores.
Hechos 9:3-4 (NTV) Al acercarse a Damasco para cumplir esa misión, una luz del cielo de repente brilló alrededor de él. Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —¡Saulo, Saulo! ¿Por qué me persigues?
Aquí estamos llegando al momento definitivo de fe de Saulo. Él va en busca de los seguidores de Jesús para matarlos. De repente, ¡Jesús mismo se le presenta para salvarlo! Definamos los elementos de la salvación en la historia de Pablo.
Convicción
Saulo no sólo vio una luz que brilló a su alrededor; más tarde Pablo dice vio a Jesús (Hechos 22, 26). Por eso es que más adelante, como Pablo, escribió lo siguiente:
2 Corintios 4:6 (NTV) Pues Dios, quien dijo: «Que haya luz en la oscuridad», hizo que esta luz brille en nuestro corazón para que podamos conocer la gloria de Dios que se ve en el rostro de Jesucristo.
Es Dios quien hace brillar esta luz para que podamos reconocer Su gloria en Jesucristo para que nosotros podamos venir a Él. Nadie puede convertirse sin ver a Jesús tal como es, claro que no es de una manera física, sino espiritual. Esto es cuando el mensaje del evangelio tiene sentido para nosotros. Jesús se convierte tan real para nosotros que no podemos hacer más que convertirnos a Él.
Cuando Saulo vio esto, cayó al suelo. Esto es similar a otras historias de personas que ven a Dios (Ez. 1:28; Dn. 8:17; Apoc. 1:17). Lo más interesante aquí es la pregunta que le hace Jesús: ¿por qué me persigues? De acuerdo con el Comentario del Pilar del Nuevo Testamento “esta pregunta desafiaría todo su sistema de creencias y su patrón de vida.” En otras palabras, esta fue la bifurcación en el camino, o sea el punto decisivo al verse frente a dos opciones.
Tarde o temprano, todos llegamos allí cuando conocemos a Jesús. ¿Seguirás en tu viejo camino que lleva a la muerte? O ¿te arrepentirás y seguirás el camino de Jesús? Para Pablo, este fue el comienzo de su CONVICCIÓN. Allí él fue convencido de su pecado y de que tenía que dejar su vieja manera de vivir.
Pero ¿qué pasa después de la convicción? LLega el
Asentimiento espiritual
Hechos 9:5-6 (NTV) —¿Quién eres, señor?—preguntó Saulo. —Yo soy Jesús, ¡a quien tú persigues! —contestó la voz—. Ahora levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer.
Para Pablo, este fue el comienzo del ASENTIMIENTO INTELECTUAL
El asentimiento espiritual es aprender los conceptos básicos del evangelio y de quién es Jesús. Es asentir o sea estar de acuerdo y aceptar esta nueva información que recibimos.
Nota que en este punto, Saulo todavía es un buscador y no un convertido. Esto todavía sucede en la actualidad. Jesús comienza a revelarse a las vidas de las personas, a veces de manera impactante. Nuestra forma de vivir y pensar queda expuesta. Sólo tenemos que dar el siguiente paso.
Jesús no le da a Saulo todas las respuestas, solo le da el siguiente paso que debe seguir. Si tú todavía eres un buscador, ¿cuál es tu próximo paso a seguir? Pues lee tu Biblia. Luego encuentra una iglesia sólida donde se enseñe al Jesús de la Biblia. También reúnete con un mentor que te pueda ayudar en tu búsqueda de Dios.
Volvamos a la impactante forma en que Jesús se hace real en la vida de Saulo:
Hechos 9:7-9 (NTV) Los hombres que estaban con Saulo se quedaron mudos, porque oían el sonido de una voz, ¡pero no veían a nadie! Saulo se levantó del suelo, pero cuando abrió los ojos, estaba ciego. Entonces sus acompañantes lo llevaron de la mano hasta Damasco. Permaneció allí, ciego, durante tres días sin comer ni beber.
Este es al punto al que todos deben acudir antes de la conversión: humillados e impotentes como un niño. Mi palabra favorita para describirlo: sumisión. A nadie le gusta esa palabra. Pero es que no puedes venir a Jesús a menos que estés dispuesto a someterte a Él. Sólo puede haber un rey en el trono de tu vida y no puedes ser tú.
Anteriormente, Saulo era muy arrogante y estaba en control de su vida. Ahora está invalido e impotente y es llevado de la mano a Damasco. Esta es la actitud con la cual todos deberíamos presentarnos ante Dios. Reconociendo que nosotros no podemos por nuestras fuerzas. Que somos indefensos como un niño y que lo necesitamos. Solo con esa actitud podremos recibir entrar al cielo como lo dijo Jesús en Mateo:
Mateo 18:3 (NTV) Entonces dijo: —Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo.
Volvamos al texto:
Hechos 9:10-12 (NTV) Ahora bien, había un creyente en Damasco llamado Ananías. El Señor le habló en una visión, lo llamó: —¡Ananías! —¡Sí, Señor!—respondió. El Señor le dijo: —Ve a la calle llamada Derecha, a la casa de Judas. Cuando llegues, pregunta por un hombre de Tarso que se llama Saulo. En este momento, él está orando. Le he mostrado en visión a un hombre llamado Ananías que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista.
¡Otra humillación más para el gran fariseo de fariseos, Saulo de Tarso! ¡Iba a Damasco para encarcelar a tipos como Ananías! Ahora recibirá sanación de este tipo. ¡Qué ironía más grande! Veamos la respuesta de Ananias.
Hechos 9:13-16 (NTV) —¡Pero Señor!—exclamó Ananías—. ¡He oído a mucha gente hablar de las cosas terribles que ese hombre les ha hecho a los creyentes de Jerusalén! Además, tiene la autorización de los sacerdotes principales para arrestar a todos los que invocan tu nombre. El Señor le dijo: —Ve, porque él es mi instrumento elegido para llevar mi mensaje a los gentiles y a reyes, como también al pueblo de Israel; y le voy a mostrar cuánto debe sufrir por mi nombre.
¡Qué vueltas da la vida! El malvado Saulo que perseguía a los creyentes y les hacía la vida insoportable, ahora vendría a ser el receptor de ese mismo trato. Él aprendería que es sufrir y dar la vida por el nombre que tanto aborrecía. Y es que este cambio tan radical pasa en la vida de alguien cuando la luz de Dios ilumina su corazón y mente. Esto nos lleva al tercer elemento de la conversión.
Iluminación
Hechos 9:17-19 (NTV) Así que Ananías fue y encontró a Saulo, puso sus manos sobre él y dijo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús, quien se te apareció en el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo». Al instante, algo como escamas cayó de los ojos de Saulo y recobró la vista. Luego se levantó y fue bautizado. Después comió algo y recuperó las fuerzas.
La ILUMINACIÓN es otro elemento esencial en el camino de la conversión. En el sentido bíblico, “iluminación” se refiere a la obra del Espíritu Santo para ayudar a las personas a comprender y aplicar las verdades de las Escrituras. Es el proceso mediante el cual Dios revela verdades y conocimientos espirituales a los creyentes, permitiéndoles comprender el significado de las Escrituras. Sobre todo, a cómo estas verdades espirituales se aplican a sus vidas. Esto no es un término místico ni hay que tener ninguna pose para recibir iluminación.
El Espíritu Santo siempre está iluminando nuestra comprensión como cristianos, pero la primera vez que sucede es innovadora: como escamas que caen de nuestros ojos. Nos prepara para la conversión. En palabras de Pablo:
2 Corintios 3:14 (NTV) Pero la mente de ellos se endureció y, hasta el día de hoy, cada vez que se lee el antiguo pacto, el mismo velo les cubre la mente para que no puedan entender la verdad. Este velo puede quitarse solamente al creer en Cristo.
2 Corintios 3:16-17 (NTV) En cambio, cuando alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. 17 Pues el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
En otras palabras, viene la luz de Dios a nuestras vidas por medio del Espíritu Santo para quitar la oscuridad de nuestras mentes. Una vez que este velo es quitado es que podemos entender el sacrificio de Jesús en la cruz.
Nota un elemento más importante para la conversión y este es un creyente que comparte las buenas nuevas. Se necesita de una persona que vaya, como en el caso de Ananías, al perdido (Saulo) para que le abra los ojos a la verdad de Jesús. ¿Por qué Jesús no hizo todo esto antes en el camino sino que mandó a Ananías? Porque quiere usar a su pueblo para compartir su evangelio. Es más, de eso se trata el Libro de los Hechos: de ir y compartir el evangelio de salvación con todos para que confiesen a Jesús como Salvador. Eso nos lleva al último elemento de la conversión que veremos hoy:
Confesión
Más adelante en Hechos, Pablo explica su conversión con un detalle más importante: relata que Ananías le dijo esto:
Hechos 22:16 (NTV) ¿Qué esperas? Levántate y bautízate. Queda limpio de tus pecados al invocar el nombre del Señor”.
Esto se llama CONFESIÓN. Más tarde Pablo se lo explicó a los romanos:
Romanos 10:9 (NTV) Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Saulo tenía que reconocer a Jesús como su Salvador ante los demás. A eso se refiere con “declarar abiertamente que Jesús es el Señor…” y todo lo demás. No es suficiente con solo creer dentro del corazón. Hay que confesarlo y decir abiertamente que creemos en Jesús y en su sacrificio en la cruz y que ahora le pertenecemos a Cristo. Eso fue lo que hizo Saulo. Él confesó a Jesús y como muestra de que su vida vieja cambió, su nombre también pasó a ser Pablo.
Obviamente, la experiencia de Saulo culminó en la conversión espiritual, que se reduce a dos respuestas terrenales: el arrepentimiento y la fe.
Entonces, según la experiencia de Saulo y las enseñanzas posteriores, ¿Cómo funciona verdaderamente la conversión espiritual? Pues primero somos convencidos de pecado (convicción). Esto se refiere a reconocer que tu viejo camino lleva a la muerte. Luego viene el asentimiento intelectual, reconociendo que Jesús es quien dice ser. Después, recibimos la iluminación, dejando que el Espíritu Santo elimine las escamas de tus ojos para poder ver el camino de la salvación.
Todo esto culmina en la conversión, que se reduce a dos respuestas terrenales. La primera respuesta es el arrepentimiento que es cambiar tu actitud hacia Dios. La segunda respuesta es la fe, que es confiar en Jesús para la salvación.
Los beneficios espirituales de la salvación incluyen cosas como perdón de los pecados, regeneración (“nacer de nuevo”), justificación (ser justificado en el tribunal del cielo), adopción (llegar a ser hijos de Dios) y recepción del Espíritu Santo, como hemos visto a lo largo de Hechos. Esto es una una iluminación continua para poder entender la Biblia y ¡Su poder para dar testimonio de Jesucristo!
Así es como funciona la conversión espiritual incluso hoy en día. Entonces, ¿te has convertido en uno de los seguidores de los del Camino? Si no, ¿qué esperas para seguir a Jesús? Él es el único Camino al Padre, al cielo y a la salvación.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- Después de leer la lección, ¿cómo explicarías la conversión con tus propias palabras?
- ¿Alguna vez has escuchado la historia de la conversión de alguien y has pensado que era más dramática que la tuya? ¿Cuál es la verdad sobre todas las historias de conversión?
- ¿Cuáles son algunas cosas de este mundo que te llevan personalmente por el camino de la muerte? ¿Qué puedes hacer para cambiar de rumbo?
- Lee Hechos 9:3-4. Describe una ocasión en la que te sentiste convencido, mejor dicho, con convicción de algo. ¿Respondiste como Pablo? Si no, ¿cómo respondiste?
- ¿Por qué la palabra “sumisión” es generalmente detestada? ¿Qué significa “someterse a Jesús”?
- Piensa en alguien en tu propia vida que tal vez no conozca el evangelio. ¿De qué manera puedes ayudar a guiarlo hacia su conversión?