Un elemento importante de la crianza que los padres a menudo confunden es la disciplina
Un elemento importante de la crianza que los padres a menudo confunden es la disciplina. Vamos a explorar algunas ideas sobre por qué la disciplina es de vital importancia para los niños.
ENTENDIENDO A LOS NIÑOS.
Conforme a la Biblia, todos los seres humanos nacen con la inclinación al pecado.
Efesios 2:1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.
Es por eso que la obediencia y la virtud no resulta naturalmente en los niños. Nadie tiene que enseñar a un niño a ser obstinado, desafiante, o egoísta. Pero también observamos que los niños no son totalmente malos o solamente malos. Al igual que todos los seres humanos, ellos también son creados a imagen de Dios (Génesis 1:27). Así, los niños tienen la capacidad de amar a sus padres y tener una relación con ellos – y con Dios. Ellos son capaces de responder a la corrección. Ellos pueden aprender, crecer y mejorar. Esto nos da esperanza de que la disciplina puede tener un efecto positivo en sus vidas.
DEFINIENDO LA DISCIPLINA
El Antiguo Testamento usa dos palabras para describir la disciplina, a menudo se traduce como “instrucción” o “corrección”. La idea es cambiar el patrón o la dirección de la vida a través la corrección o disciplina, que puede tomar la forma de palabras o acciones. En el Nuevo Testamento, la palabra “disciplina” significa la instrucción o formación, especialmente por medio del castigo o corrección. La palabra aparece en Efesios 6:4.
Efesios 6:4 Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor.
En otras palabras, la disciplina consiste en la formación de nuestros hijos, por medio de palabras y acciones, a apartarse de su naturaleza pecaminosa, egoísta y volverse a seguir a Dios.
EL PROPÓSITO DE LA DISCIPLINA
Las personas suelen pensar en la disciplina como castigo, pero en la Biblia, disciplina se trata de la corrección e instrucción.
Salmo 94:12-13 Felices aquellos a quienes tú disciplinas, Señor, aquellos a los que les enseñas tus instrucciones. Los alivias en tiempos difíciles…
Los que abrazan la disciplina de Dios tienen una vida mejor y con menos problemas. La disciplina de los padres tiene el mismo efecto. Por ejemplo, Proverbios 15:32 dice que la corrección es dadora de vida y hace que una persona sea sabia. Así, la disciplina ayuda a nuestros niños a aprender lo que es correcto y lo incorrecto y cómo vivir. La disciplina de los padres proporciona la vía para que los niños aprendan la autodisciplina. La disciplina también enseña a nuestros hijos a vivir bajo autoridad. Esta es una clave para el éxito en el mundo real, donde todos tienen que tratar con la autoridad. Más allá de eso, una persona no puede realmente seguir a Cristo sin someterse a la autoridad, porque Jesús es el Señor (Filipenses 2:9-11). La disciplina de los padres allana el camino para que nuestros niños acepten el reglamento de Dios en sus vidas.
LA DISCIPLINA DEMUESTRA AMOR
Puede ver por qué la disciplina es lo más amoroso que podemos hacer por nuestros hijos A pesar de que puede doler. Proverbios 13:24 explica que un padre que no disciplina “odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos.” La disciplina es una expresión de amor, ya que ayuda a nuestros niños a ser todo lo que pueden ser. Por eso Proverbios 19:18 va tan lejos como para decir:
Proverbios 19:18 Disciplina a tus hijos mientras haya esperanza; de lo contrario, arruinarás sus vidas.
VALE LA PENA EL ESFUERZO
Fallar en disciplinar a nuestros hijos puede ser egoísta de nuestra parte. Tuvimos un día largo y no queremos levantarnos del sofá para hacerle frente a algo que necesita corrección. Queremos ser el mejor amigo de nuestros hijos y si los disciplinamos ya no le vamos a caer bien. No queremos invertir energía emocional para hacerle frente a un conflicto o soportar una rabieta. Pero la disciplina no se trata de nosotros. No se trata de nuestra conveniencia, o hacer que nuestros niños paren de molestarnos, o de reforzar nuestros deseos. La disciplina es un acto desinteresado de amor para darles a nuestros hijos algo vital que necesitan para prosperar en este mundo.
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