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Puntos de conversación:
- Jesús usó parábolas, historias breves sobre temas terrenales conocidos, para señalar las verdades celestiales. Como el remate de un chiste, cada parábola presenta un punto principal que la gente entiende o no. Marcos 4:1-2
- En la parábola de los cuatro tipos de suelo, la misma semilla produce diferentes resultados en diferentes tipos de suelo. Asimismo, el efecto de la Palabra de Dios en la vida de una persona, ya sea que brote, crezca o produzca una cosecha, depende de la actitud de su corazón. Marcos 4:3-8; 13-20
- Las parábolas están diseñadas no sólo para revelar la verdad, sino también para ocultarla, separando a los que tienen fe para buscar a Dios de aquellos que tienen un corazón duro o son indiferentes a la verdad de Dios. Aquellos con “oídos para oír” escucharán, y otros no. Marcos 4:9-12
Marcos 4:1-2 (NTV) Una vez más Jesús comenzó a enseñar a la orilla del lago. Pronto se reunió una gran multitud alrededor de él, así que entró en una barca. Luego se sentó en la barca, mientras que toda la gente permanecía en la orilla. Les enseñaba por medio de historias que contaba en forma de parábola, como la siguiente:
Una parábola es una historia con doble significado: un significado terrenal y/ o un significado celestial. Pero el significado celestial no siempre es evidente. El objetivo de una parábola es transmitir una idea principal con gran efecto, como el remate de un chiste. Como muchos chistes, lo entiendes o no lo entiendes.
¿Por qué Jesús usó parábolas?
Las parábolas son una forma de revelar la verdad. Empiezan con situaciones de la vida con las que las personas estén familiarizadas. Jesús las usaba para ilustrar principios espirituales. Llevan a un momento de “ajá” en el oyente. Pero como veremos más adelante, Jesús también usó parábolas para ocultar la verdad.
Los cuatro tipos de suelo
En la parábola de los cuatro tipos de suelo, la misma semilla produce diferentes resultados en diferentes tipos de suelo. Asimismo, el efecto de la Palabra de Dios en la vida de una persona depende de la actitud de su corazón.
Marcos 4:3-8 (NTV) «¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía la semilla por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se las comieron. Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda; pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes, así que esos brotes no produjeron grano. Pero otras semillas cayeron en tierra fértil, y germinaron y crecieron, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!».
En la antigua Palestina, así se producía la agricultura. La semilla se sembraba al voleo o sea al azar, donde cayera la semilla. A diferencia: cuando el agricultor galileo sembraba, esparcía la semilla y luego regresaba y lo araba. Sin embargo, si el arado se demoraba, terminaba con la imagen que Jesús está describiendo, La gente de su audiencia habría visto que esto sucedía con bastante frecuencia en la sociedad agrícola.
Primero, cuando la semilla se sembraba en el camino alrededor del borde del campo, las aves venían y se la comían.
Segundo, a veces el suelo era poco profundo, de solo unas pocas pulgadas de profundidad con una capa rocosa debajo. La semilla que caía allí germinaba rápidamente porque ese suelo poco profundo estaba tibio. Pero la roca debajo del suelo no permitiría que la semilla echara raíces profundas. Entonces, cuando el sol comenzó a calentar, las plántitas se marchitarían y morirían.
Tercero, en ocasiones el suelo estaba invadido por espinos y/o malas hierbas agresivas. La semilla plantada allí podría germinar y comenzar a crecer, pero siempre estaría en competencia con las otras plantas que crecen allí. Entonces la semilla crecería, pero nunca lo suficiente como para realmente llegar a cosechar.
Cuarto: muchas semillas también cayeron en buena tierra, en tierra fértil. Allí brotaron y crecieron. A diferencia de todas las demás, produjeron abundante cosecha. Exactamente lo que el agricultor esperaba obtener.
RESUMEN | Brotó | Creció | Produjo una cosecha |
---|---|---|---|
Camino |
No |
No | No |
Suelo rocoso
(poco profundo) |
Sí | No | No |
Suelo espinoso | Sí | Sí | No |
La buena tierra | Sí | Sí | Sí |
Entonces, ¿cuál es la enseñanza de la parábola? La misma semilla produce diferentes resultados en diferentes tipos de suelo. Jesús quería que sus oyentes pensaran en esa idea. De hecho: al final de la historia, los desafió (v9) a realmente lidiar con ese concepto. Para conectar los puntos a lo que eso podría significar espiritualmente y en el reino de Dios. ¿Qué podría significar espiritualmente que la misma semilla produzca diferentes resultados en diferentes tipos de suelo?
Más tarde, cuando estaba apartado de la multitud, solo con sus seguidores más cercanos, Jesús explicó el significado de la parábola. Tiene otras cosas que decir sobre las parábolas o sea sobre la comprensión espiritual pero volveremos a eso más adelante. Avancemos un momento mientras la parábola aún está fresca para considerar su significado celestial.
Marcos 4:13-14 (NTV) Luego Jesús les dijo: «Si no pueden entender el significado de esta parábola, ¿cómo entenderán las demás parábolas? El agricultor siembra las semillas al llevar la palabra de Dios a otros.
Mira cada elemento de la historia, luego piensa en la aplicación de ¿Qué es la semilla? La semilla es la palabra de Dios, en particular, el mensaje del reino de Dios en Cristo reciban esta palabra, o sea el mensaje. Entonces, ¿quién es el agricultor? Cualquiera que comparte la palabra de Dios con otros. No solo Jesús, ni sólo los predicadores o evangelistas.
Cada suelo representa una respuesta diferente a la palabra de Dios cuando una persona la escucha. Podríamos decir: cada suelo representa una actitud y condición de corazón diferente.
Marcos 4:15 (NTV) Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje, pero enseguida viene Satanás y lo quita.
El suelo en el camino está compactado. Hoy eso sería la vereda hecha de concreto. Este es un corazón que está endurecido a la verdad de Dios, por lo que la verdad nunca profundiza y nunca germina ni crece.
Marcos 416-17 (NTV) Las semillas sobre la tierra rocosa representan a los que oyen el mensaje y de inmediato lo reciben con alegría; pero como no tienen raíces profundas, no duran mucho. En cuanto tienen problemas o son perseguidos por creer la palabra de Dios, caen.
Este es un suelo rocoso. Este es poco profundo. Este es el corazón que acepta a Jesús rápidamente, con alegría, pero esa aparente profesión de fe no tiene profundidad, se marchita y se apaga. El calor del sol representa dos cosas que son difíciles de enfrentar para los profesos cristianos. Primero están los problemas de la vida. Llega la adversidad, aparecen las dificultades, las cosas se ponen difíciles. Estos son el tipo de problemas que le suceden a todos en la vida. Ponen en duda la bondad y el cuidado de Dios.
La segunda es la oposición a la nueva fe de uno. Otros comienzan a hacerte pasar un mal rato por ser cristiano. Todos conocemos personas que llegaron a la fe en Jesús, a menudo con gran fanfarria o emoción y entusiasmo. Pero en poco tiempo dejaron de juntarse con los cristianos. Dejaron de leer la Biblia, pararon de tratar de honrar a Dios y simplemente se rindieron porque cuando las cosas se ponían difíciles le echaban la culpa a Dios y se enfadaban con él. O simplemente no quisieron lidiar con la oposición de los demás.
Marcos 4:18-19 (NTV) Las semillas que cayeron entre los espinos representan a los que oyen la palabra de Dios, pero muy pronto el mensaje queda desplazado por las preocupaciones de esta vida, el atractivo de la riqueza y el deseo por otras cosas, así que no se produce ningún fruto.
Este es un suelo espinoso. Este es alguien que escucha la palabra de Dios y comienza a crecer en su nueva vida hasta cierto punto. Pero nunca maduran lo suficiente como seguidores de Cristo para producir una cosecha. ¿Por qué no? Por las distracciones de la vida. Jesús menciona tres razones.
La primera: las preocupaciones de esta vida. Son ansiedades que surgen de la vida ordinaria, o de los tiempos en que vivimos. Una persona no confía en Dios con esas cosas, pero deja que alejen su corazón de él. Esas preocupaciones se convierten en una distracción de seguir a Jesús.
La segunda razón por la que no maduran para dar fruto es el atractivo de la riqueza. Ir tras el dinero y las cosas se vuelve más importante que ir tras las cosas de Dios. La riqueza y las posesiones dan una falsa sensación de seguridad y bienestar.
Tercera razón es el deseo de otras cosas. Esto incluye todas las otras cosas en la vida que alejan nuestros corazones de la devoción a Dios, para cualquier cosa en la vida que ahoga nuestra fecundidad para Jesús y ahoga su misión en nuestras vidas. Una persona se vuelve demasiado ocupada para pasar tiempo con Dios. Demasiado ocupada para servir, porque muchas otras cosas son más importantes que servir. Muchas otras cosas simplemente los distraen de lo mejor que es servir a Dios.
Es interesante preguntar: ¿Son cristianas estas personas? ¿Dónde encajan en el círculo de la búsqueda de Dios? Aparentemente, la gente del suelo rocoso y poco profundo al menos se ve y actúa como cristianos, hasta que se dan por vencidos. La gente de tierra espinosa al menos muestra algún crecimiento, pero nunca da ningún fruto. ¿Es posible que un verdadero creyente, crisiano viva sin ningún fruto? Tal vez por mucho tiempo puedan hacerlo, pero ciertamente no parecen estar honrando a Dios con sus vidas. Ciertamente no están ayudando a otros a buscar de Dios ni haciendo discípulos.
Marcos 4:20 (NTV) Y las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que oyen y aceptan la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!».
Finalmente, la buena tierra; el suelo fértil. Esta es la persona que es receptiva a la palabra de Dios y la acepta por fe. Producen una cosecha multiplicada. Pero, ¿cuál es esa cosecha? El fruto no significa solo una cosa. Significa volverse obediente a lo que Jesús dice. Edificando tu vida sobre su enseñanza. Aceptando la misión de Jesús para su vida. La idea de una cosecha sugiere que, al igual que una semilla plantada en la tierra produce otras semillas, su vida producirá otros que seguirán a Jesús como tú lo haces.
Las aplicaciones
Por un lado, Jesús está explicando por qué no todos lo aceptaron como Mesías, a pesar del testimonio preparatorio de Juan el Bautista, a pesar de su enseñanza autorizada, a pesar de su compasión, a pesar de sus milagros. Por lo tanto, sus discípulos no deben desanimarse, ni dejarse tentar ni rendirse, ni mucho menos, dejarlo. No solo esto, sino ¿por qué algunas personas se alejan después de haber recibido inicialmente a Jesús? ¿Por qué algunas personas nunca parecen crecer mucho? ¿Nunca tienen mucho que mostrar por su relación con Jesús, mientras que otros se mantienen firmes y realmente muestran una vida obviamente transformada?
De la misma manera, esta parábola nos explica por qué muchas personas rechazarán nuestro testimonio. Personas a las que invitaste al servicio del domingo de Resurrección la semana pasada y que no asistieron. Personas con las que has hablado que piensan que estás loco porque compartes la misma historia de la obra de Jesús en tu vida con dos personas diferentes y obtienes dos respuestas completamente diferentes.
Esta parábola nos da una expectativa realista para las personas que nos rodean y que profesan ser cristianos. NOTA: no es nuestro trabajo dar una opinión sobre quién es cristianp y quién no, pero el panorama general de estas diferentes respuestas nos ayuda a ser fieles. Por otro lado, Jesús también está desafiando a las multitudes a considerar su propia condición espiritual,a responsabilizarse por el tipo de reacción que tienen hacia él. Nadie más puede ponerte en ninguna de estas categorías, pero es justo pedirte que pienses: ¿en qué suelo estás? ¿Duro y compactado? ¿Poco profundo? ¿Preocupado en el suelo espinoso? o ¿fértil y fructífero?
Oídos para oír
Las parábolas están diseñadas no sólo para revelar la verdad, si no también para ocultarla, dividiendo a los que tienen fe para buscar a Dios de aquellos que tienen un corazón duro o son indiferentes hacia la verdad de Dios.
Marcos 4:9-12 (NTV) Luego les dijo: «El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda». Más tarde, cuando Jesús se quedó a solas con los doce discípulos y con las demás personas que se habían reunido, le preguntaron el significado de las parábolas. Él contestó: «A ustedes se les permite entender el secreto del reino de Dios; pero utilizo parábolas para hablarles a los de afuera, para que se cumplan las Escrituras: “Cuando ellos vean lo que hago, no aprenderán nada. Cuando oigan lo que digo, no entenderán. De lo contrario, se volverían a mí y serían perdonados”».
Guardamos estos versículos para el final, porque llegan al punto sobre las parábolas. Pero también porque esta es la parte que más nos cuesta entender. De hecho: estos versículos se encuentran entre los más difíciles de interpretar en el evangelio de Marcos. Puedes ver en el versículo 9 que esto no trata solo de una parábola en particular. Jesús habló a menudo en parábolas. Los discípulos no solo preguntan sobre la parábola de los cuatro tipos de suelos, si no sobre el propósito y significado de las parábolas en general.
Lo primero que hay que notar es que Jesús habla de los de adentro y de los de afuera. “A ustedes se les permite entender el secreto del reino de Dios”. Hablando a los doce discípulos y a los demás que estaban reunidos a su alrededor. Pero para los de afuera, todo viene en parábolas o sea en historias.
La palabra “secreto” (o “misterio”) no significa algo solo para unos pocos iniciados privilegiados. Quiere decir: algo previamente oculto y desconocido, pero que Dios ahora revela. Esta verdad en realidad se proclama a todos, no solo a unos pocos. Pero no todos tienen la fe para oír y entender.
No todos tienen oídos para oír o sea que no todos tienen el interés por escuchar atentamente y tratar de encontrarle sentido. Después de todo, puedes oir cosas, pero no significa que las escuches verdaderamente (¡si no pregúntale a tu pareja si te escucho cuando le hablas y el, en el caso del esposo, está viendo un partido y te dirá: “¿Qué acabas de decir sobre tal y tal cosa?”)
En el evangelio de Marcos, el “secreto” es que el reino de Dios ha venido en la persona de Jesucristo. Aprenderemos más sobre esto la próxima semana en las parábolas del resto del capítulo. Pero el reino ha venido en forma oculta. Trabaja en secreto dentro y entre las personas. El secreto les ha sido dado a los discípulos porque ellos han respondido a Jesús en fe. Por el contrario, “los de afuera” son personas que permanecen endurecidas en la incredulidad, como hemos visto repetidamente en el evangelio de Marcos.
Entonces, una parábola puede ser una ilustración que revela la verdad, pero también puede ser un acertijo que oculta la verdad a aquellos que no quieren pensar en su significado. En particular, de los incrédulos persistentes del versículo 11. Para aclarar ese punto, Jesús cita Isaías 6:9-10, que sugiere que al usar parábolas,
Jesús invitó a su audiencia a indagar debajo de la superficie, a ir más allá de lo obvio para descubrir el verdadero significado. Pero las parábolas también permitieron a su audiencia la oportunidad, que muchos de ellos aprovecharon, de hacer la vista gorda y oídos sordos al punto verdadero que estaba planteando.
Dicho de otra manera, las parábolas están diseñadas no solo para explicar, sino para dividir a la audiencia entre los que tienen oídos para oír y los que no tienen oídos. En otras palabras, aquellos que están contentos con su comprensión existente de las cosas, que por lo tanto no prestarán atención o no tendrán el interés o la capacidad para captar una perspectiva diferente. Cuando Jesús contó esta parábola en Mateo 13, añadió esto:
Mateo 13:12 (NTV) A los que escuchan mis enseñanzas se les dará más comprensión, y tendrán conocimiento en abundancia; pero a los que no escuchan se les quitará aun lo poco que entiendan.
El punto de Jesús es que si tienes algo de verdad, algo de luz, y respondes positivamente a lo que aprendes se te dará más. Pero si estás demasiado satisfecho de ti mismo para ser perceptivo hacia la realidad espiritual, y demasiado satisfecho para tener hambre de más entonces no verás más verdad. De hecho, estás en peligro de perder la percepción que tienes. ¿Por qué algunos suelos dan crecimiento y fruto, y otros no? Porque algunas personas son receptivas y están necesitadas de recibir la palabra de Dios. Mientras que otras están satisfechas de sí mismas y creen que ya saben toda la verdad que necesitan.
La actitud de una persona es abierta o cerrada a la verdad de Dios. O tienen oídos para oír o no los tienen. Por ejemplo, el suelo del camino representa a los que no son nada receptivos. Satanás puede arrebatarles la palabra de Dios porque no hay lugar para que la semilla caiga. No puede penetrar en la dura tierra de su corazón. Esa es la persona que no está interesada en escuchar o entender la palabra de Dios.
Ver también:
- ¿Cuál es tu reacción inicial al tema? ¿Qué te llamó la atención?
- Comparte una de tus parábolas favoritas de Jesús y por qué dejó una impresión duradera.
- Lee Marcos 4:3-8. Identifica cada suelo y algunas características de cada uno. ¿Por qué crees que Jesús eligió usar una analogía agrícola para asuntos de fe?
- ¿Cómo identificarías la “tierra” de tu corazón cuando escuchaste por primera vez acerca de Jesús?
- Lee Marcos 4:13-20. Habla de cómo has visto que esto se desarrolla en las personas en tu vida. ¿Cuáles son algunas de las cosas que tienden a “ahogar” o competir con la fe de una persona? En tu mente, ¿cómo es un cristiano superficial?
- Lee Marcos 4:9-12. ¿Qué crees que esto significa? ¿Por qué diría Jesús que algunos no tendrán oídos para oír?
- ¿Hay algún paso que debas tomar basado en el tema de hoy?