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Puntos de conversación:
- En el Antiguo Testamento, muchos pensaban que la salvación venía al guardar los 613 mandamientos. Pero el Nuevo Testamento muestra una manera diferente: la salvación viene por gracia a través de la fe en Jesús.
- El Señor le dio a Pedro una visión de animales tradicionalmente limpios e inmundos para comer, y le dijo que comiera de todo ellos. Esto era para enseñarle a Pedro que, gracias a Jesús, ya no existe nada limpio o inmundo. Hechos 10:11-16
- La ley señalaba al que vendría, el Mesías. En el Nuevo Testamento, finalmente le ponemos un nombre a esa persona. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la salvación siempre ha tenido que ver con la fe en Jesús. Gálatas 3:1, Romanos 4:1-3
Hoy estamos en la 4a y última parte de nuestra miniserie sobre cómo funciona la salvación. Hace tres semanas: ¿Hay alguien demasiado perdido para Dios? (Hechos 8:26-40). La respuesta: ¡No! Dios puede alcanzarte en el camino del desierto hacia ninguna parte. Hace dos semanas contestamos a la pregunta: ¿Cómo funciona verdaderamente la conversión espiritual? Vimos la dramática historia de conversión de Saulo (Pablo) y sobre cómo el ES le abrió sus ojos. También tratamos el tema de cómo la fe/arrepentimiento te cambia en un instante y pasas de muerte a vida y de enemigo de Dios a hijo de Dios.
La semana pasada la pregunta fue: ¿Cómo puedes saber si verdaderamente eres salvo? (Hechos 9:20-31). Hablamos de que Pablo se puso a predicar el evangelio inmediatamente después de su conversión. ¡Los discípulos en Jerusalén no creyeron que él verdaderamente fuera salvo aun después de 3 años de convertido! Analizamos cómo los cristianos pueden tener “seguridad” de su salvación.Hoy, para terminar con esta mini serie, profundizaremos en una pregunta teológica: ¿Cambió Dios cómo funciona la salvación?
¿Alguna vez has pensado en esto? ¿Obró la salvación de cierta manera en el Antiguo Testamento antes de Jesús? Y ¿de otra manera en el Nuevo Testamento después de Jesús?
En el Antiguo Testamento, muchos pensaban que la salvación venía al guardar los 613 mandamientos. Pero el Nuevo Testamento muestra una manera diferente: la salvación viene por gracia a través de la fe en Jesús.
En el Nuevo Testamento la salvación funciona así: gracia, perdón, Jesús. Ya no son los sacrificios ni las obras sino por Jesús.
Juan 14:6 (NTV) Jesús le contestó: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí.
Jesús es EL camino. ¿Pero qué pasa en el Antiguo Testamento? ¿Cuál fue el camino de la salvación en el Antiguo Testamento? Muchos pensaron: somos salvos por guardar los mandamientos. En la tradición judía existen 613 mandamientos conocidos como las Mitzvot en la Torá. Estos mandamientos se derivan de los cinco libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Abarcan una amplia gama de leyes morales, religiosas y civiles. Hay 248 mandamientos positivos (cosas que se deben hacer) y 365 mandamientos negativos (cosas que no se deben hacer)
Los estudiosos estiman que alrededor de 100 a 150 de los 613 mandamientos abordan cuestiones de pureza e impureza. Leyes dietéticas (Kashrut): estas incluyen mandamientos relacionados con animales limpios e inmundos como vemos en Levítico 11, Deuteronomio 14.
También están las leyes de Mesa de compañerismo. Estas se refiere a la práctica de compartir comidas, que en la antigua cultura judía tenía un profundo significado social, religioso y espiritual. En el contexto del Antiguo Testamento y la tradición judía, compartir una comida simbolizaba más que simplemente comer juntos. Representaba comunidad, unidad y, en muchos casos, pureza ritual. Esta práctica también reforzó la separación entre judíos y gentiles debido a diferencias en las leyes dietéticas y la observancia religiosa. Comer con gentiles, que eran considerados ritualmente impuros, podía contaminar a un judío observante, requiriendo ritos de purificación (Levítico 20:24-26). Se trataba de estar limpio versus inmundo.
Entonces, ¿es así como la gente fue salva en el Antiguo Testamento? ¿Manteniéndose limpio? La respuesta se encuentra en el texto de hoy. El pasaje que estamos leyendo hoy es innovador. Los primeros cristianos van a aprender la respuesta a esta pregunta.a modo de responder a una pregunta más amplia sobre la salvación.
Hechos 10:1-8 (NTV) En Cesarea vivía un oficial del ejército romano llamado Cornelio, quien era un capitán del regimiento italiano. Era un hombre devoto, temeroso de Dios, igual que todos los de su casa. Daba generosamente a los pobres y oraba a Dios con frecuencia. Una tarde, como a las tres, tuvo una visión en la cual vio que un ángel de Dios se le acercaba. —¡Cornelio!—dijo el ángel. Cornelio lo miró fijamente, aterrorizado. —¿Qué quieres, señor?—le preguntó al ángel. Y el ángel contestó: —¡Dios ha recibido tus oraciones y tus donativos a los pobres como una ofrenda! Ahora pues, envía a algunos hombres a Jope y manda llamar a un hombre llamado Simón Pedro. Él está hospedado con Simón, un curtidor que vive cerca de la orilla del mar. En cuanto el ángel se fue, Cornelio llamó a dos de los sirvientes de su casa y a un soldado devoto, que era uno de sus asistentes personales. Les contó lo que había ocurrido y los envió a Jope.
El Señor le dio a Pedro una visión de animales tradicionalmente limpios e inmundos para comer, y le dijo que comiera de todo ellos. Esto era para enseñarle a Pedro que, gracias a Jesús, ya no existe nada limpio o inmundo.
Hechos 10:9-14 (NTV) Al día siguiente, mientras los mensajeros de Cornelio se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar. Era alrededor del mediodía, y tuvo hambre; pero mientras preparaban la comida, cayó en un estado de éxtasis. Vio los cielos abiertos y algo parecido a una sábana grande que bajaba por sus cuatro puntas. En la sábana había toda clase de animales, reptiles y aves. Luego una voz le dijo: —Levántate, Pedro; mátalos y come de ellos. —No, Señor—dijo Pedro—. Jamás he comido algo que nuestras leyes judías declaren impuro e inmundo.
Incluso después de que Jesús ya le había enseñado esto cuando estuvo con ellos, Pedro todavía no lo comprendía:
Marcos 7:18-19 (NTV) «¿Ustedes tampoco entienden?—preguntó—. ¿No se dan cuenta de que la comida que introducen en su cuerpo no puede contaminarlos? La comida no entra en su corazón, solo pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca». (Al decir eso, declaró que toda clase de comida es aceptable a los ojos de Dios).
Aquí en esta azotea sería el momento en que Pedro verdaderamente lo entendió… tanto para él mismo como para la iglesia.
Hechos 10:15-16 (NTV) Pero la voz habló de nuevo: —No llames a algo impuro si Dios lo ha hecho limpio.La misma visión se repitió tres veces, y repentinamente la sábana fue subida al cielo.
Este es un momento decisivo en la historia de la salvación. Pedro estaba aprendiendo la respuesta a nuestra pregunta de hoy. No se trata de ningún sistema de leyes, sino de la fe en Jesús. Pedro estaba confundido, entonces aparecieron los hombres de Cornelio. Miremos cómo responde a la petición de ellos de que los acompañe a la casa de Cornelio:
Hechos 10:28 (NTV) Pedro les dijo: —Ustedes saben que va en contra de nuestras leyes que un hombre judío se relacione con gentiles o que entre en su casa; pero Dios me ha mostrado que ya no debo pensar que alguien es impuro o inmundo
¡Guau! ¡No se trataba sólo de comida! Se trata de personas. Dios se estaba revelándo a Cornelio, y Pedro tenía que compartir el evangelio con él. Nota la similitud con el avivamiento samaritano. Felipe compartió el evangelio pero Dios esperó a que Pedro y Juan oraran por el Espíritu Santo. Este mismo patrón está sucediendo aquí. Dios podría haber compartido el evangelio en una visión pero quería que Pedro lo compartiera. No por el bien de Cornelio ¡sino por el bien de Pedro!
Entonces, Pedro acompaña a los mensajeros a la casa de Cornelio. Al llegar, se encuentra con Cornelio que ha reunido a toda su familia para que escuchen lo que Dios tiene que decirles a través de Pedro. Cornelio le relata como se le apareció un hombre diciéndole que mandara por él. Esto es lo que Pedro contesta:
Hechos 10:34-36 (NTV) Entonces Pedro respondió: —Veo con claridad que Dios no muestra favoritismo. En cada nación, él acepta a los que le temen y hacen lo correcto. Este es el mensaje de la Buena Noticia para el pueblo de Israel: que hay paz con Dios por medio de Jesucristo, quien es Señor de todo.
Esto es algo nunca oído: Dios no sólo Señor de los judíos. ¡Es Dios de todos! La salvación ahora llega a los gentiles. Esto no es sólo una cuestión judía. La salvación no se trata de ser limpio o impuro según la Ley. Se trata de confiar en que Jesús te limpia mediante Su obra final en la cruz. Él es el sacrificio Supremo. Ya no es necesario el antiguo sistema.
La ley señalaba al que vendría, el Mesías. En el Nuevo Testamento, finalmente le ponemos un nombre a esa persona. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, la salvación siempre ha tenido que ver con la fe en Jesús.
En este punto es donde se conecta con nuestra pregunta de hoy. Esta respuesta no sólo se aplica a los judíos y gentiles de ese momento en adelante sino tambien a los del ayer. ¿Cambió Dios cómo funciona la salvación? Respuesta: no!! Todo aquel que alguna vez ha sido salvo… ha sido salvo por la fe.
Los judíos en el Nuevo Testamento fueron salvos por la fe en el que vino (Jesús). Los gentiles en el Nuevo Testamento fueron salvos por esa misma fe en el que vino (Jesús). La gente del Antiguo Testamento también fue salvada por la fe. En el que había de venir, aunque no sabían su nombre. El objeto de fe todavía era el Mesías
Gálatas 3:11 (NTV) Queda claro, entonces, que nadie puede hacerse justo ante Dios por tratar de cumplir la ley, ya que las Escrituras dicen: «Es por medio de la fe que el justo tiene vida».
¡Aquí está citando el Antiguo Testamento! Ahora miran hacia atrás y ven la verdad: siempre fue por fe. La salvación por la fe, aparte de la Ley, era un principio del Antiguo Testamento.
Romanos 4:1-3 (NTV) Humanamente hablando, Abraham fue el fundador de nuestra nación judía. ¿Qué descubrió él acerca de llegar a ser justo ante Dios? Que si sus buenas acciones le hubieran servido para que Dios lo aceptara, habría tenido de qué jactarse; pero esa no era la forma de actuar de Dios. Pues las Escrituras nos dicen: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe».
Creyó en la promesa de Dios (acerca de su descendencia). Aunque era humanamente imposible (era viejo y no tenía hijos). Dios lo contó como justo (aunque no lo era). Por su fe. Fe en Dios para cumplir Su promesa ¡Su promesa se refería exclusivamente a Jesús!
Entonces, el punto de toda esta enseñanza es: Nadie jamás fue salvo por guardar la Ley a la perfección. No en aquel entonces ni hoy. La Ley simplemente muestra a las personas lo imperfectas que son. Esto es para preparar el escenario para Aquel que podía guardar perfectamente la Ley o sea Jesús. Así que todo el tiempo este fue el plan de Dios para la salvación. Siempre se trató de depender de Dios y confiar en Su camino. En el Antiguo Testamento Su camino era un concepto: el Mesías. En el NT su camino tenía un nombre: Jesús. Todo aquel que alguna vez ha sido salvo… ha sido salvo por la fe en Jesús como dijo Pedro a los líderes judíos en Hechos 4:
Hechos 4:12 (NTV) ¡En ningún otro hay salvación! Dios no ha dado ningún otro nombre bajo el cielo, mediante el cual podamos ser salvos.
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Sabías que había más de 10 mandamientos? ¿Cuál era el propósito de todas esas leyes?
- Explica la visión de Pedro. ¿Qué significaba? ¿Qué tenía de innovadora?
- Piensa en alguna ocasión en la que te sentiste “inmundo”. ¿Qué tiene que decir Dios al respecto? ¿Era esto cierto incluso antes de Jesús?
- Lee Romanos 4:1-3. ¿Cómo se salvó Abraham si Jesús aún no había venido? ¿Qué significa “fe”?
- ¿Cómo responderías a la pregunta de esta semana después de la discusión de hoy: ¿Cambió Dios el modo en que funciona la salvación?