Haz clic aquí para ver el bosquejo del sermón.
Puntos de conversación:
- Aunque Saulo había sido cristiano durante 3 años, los creyentes de Jerusalén dudaban de ello. Al principio, pensaron que era un converso falso. Hechos 9:26El mismo Pablo (Saulo) más tarde plantea la pregunta clave a algunos “creyentes” en Corinto. Retó a los creyentes a examinarse a sí mismos. 2 Corintios 13:5
Haz estas tres preguntas para poner a prueba tu fe: ¿Has confiado en Jesús? ¿Estás honrando a Dios? ¿Estás compartiendo tu fe con los demás?
Esta es la parte 3 de nuestra miniserie sobre “Cómo funciona la salvación” de nuestro estudio del libro de Los Hechos. Hace dos semanas vimos el tema que respondía a la pregunta clave de ¿Hay alguien demasiado perdido para Dios? (Hechos 8:26-40). Aprendimos que la respuesta es: ¡No! Dios puede alcanzarte aún en el camino del desierto hacia ninguna parte
La semana pasada, nuestro tena contestó a la pregunta: ¿Cómo funciona verdaderamente la conversión espiritual? Vimos la dramática historia de la conversión de Saulo (Pablo) y lo que aprendimos de su experiencia.
Hoy responderemos a la pregunta clave: ¿Cómo puedes saber si realmente eres salvo? Para responder esta pregunta seguiremos viendo la conversión de Saulo (Pablo) y su proceso para ser reconocido como un creyente por los demás creyentes. Hablaremos de cómo debemos estar seguros de nuestra salvación.
Aunque Saulo había sido cristiano durante 3 años, los creyentes de Jerusalén dudaban de ello. Al principio, pensaron que era un converso falso.
Pablo se puso a predicar el evangelio inmediatamente después de convertirse en un seguidor de Jesucristo. Sin embargo, ¡los discípulos en Jerusalén no creían que él realmente fuera salvo! ¡Aun después de 3 años de haberse convertido! Hasta a los propios cristianos de años que han experimentado el poder de Dios en sus vidas a veces les cuesta creer que Dios pueda cambiar a otras personas.
Mas eso no debería ser así. Todos deberíamos estar seguros de que Dios tiene todo el poder de cambiar a los pecadores que vienen arrepentidos a Él. El término elegante para esto es “la seguridad de la salvación” o “la garantía de la salvación”. La seguridad de la salvación es estar completamente seguro de que Dios ha perdonado nuestros pecados. Desde el momento en que creemos sinceramente en el evangelio de Cristo, Dios nos promete que estaremos con Él para siempre. Esta creencia se basa en lo que Jesús hizo por nosotros y en la promesa de que nada puede separarnos del amor de Dios.
¿Puedes tu creerlo? Algunas personas “saben” que son salvas y no hay problema con esto. Muchas otras personas dudan de su salvación y viven con temor al juicio. Aquí está la cosa: puedes pensar que eres salvo y NO ser salvo. Las falsas conversiones existen. Jesús dijo:
Mateo 7:21-23 (NTV) »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Solo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.
¡Ay! ¡Uno de los versículos más aterradores de la Biblia! Este pasaje revela la aleccionadora verdad de que hay personas que pueden afirmar conocer a Cristo e incluso realizar obras religiosas en Su nombre, pero no son verdaderamente salvas. La cuestión no se trata simplemente de acciones externas sino de la condición del corazón. Las conversiones falsas ocurren cuando una persona tiene una apariencia exterior de fe pero carece de verdadera regeneración y de un corazón transformado. Pero comencemos con nuestro pasaje de hoy.
Hechos 9:19-20 (NTV) Después comió algo y recuperó las fuerzas. Saulo se quedó unos días con los creyentes en Damasco. Y enseguida comenzó a predicar acerca de Jesús en las sinagogas, diciendo: «¡Él es verdaderamente el Hijo de Dios!».
¡Guau! ¡Qué transformación en la vida de Saulo! En un momento está persiguiendo a estos mensajeros del cristianismo. ¡Al momento siguiente él es un mensajero! ¿Has conocido a alguien así? Alguien, que al igual que Saulo, tuvieron una transformación total al tener un encuentro verdadero con Jesús.
Hechos 9:21 (NTV) Todos los que lo oían quedaban asombrados. «¿No es este el mismo hombre que causó tantos estragos entre los seguidores de Jesús en Jerusalén?—se preguntaban—. ¿Y no llegó aquí para arrestarlos y llevarlos encadenados ante los sacerdotes principales?».
Hechos 9:22 (NTV) La predicación de Saulo se hacía cada vez más poderosa, y los judíos de Damasco no podían refutar las pruebas de que Jesús de verdad era el Mesías.
El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento hace ver que “Cuando Lucas dice que Saulo se hacía cada vez más poderoso, el término que usa (enedynamouto) sugiere el poder del Espíritu.” En otras palabras, no se trataba de Saulo ni de su conocimiento académico o teológico sino del poder del Espíritu Santo que trabajaba a través de él.
El versículo 22 termina diciendo que los discípulos “no podían refutar las pruebas” de Pablo. Estas eran pruebas del Antiguo Testamento en el tema que Saulo era experto. Y como ya se le habían caído las escamas de sus ojos pudo conectar el Antiguo Testamento con Jesus. Probando así que Jesús era el Mesías.
Hechos 9:23 (NTV) Poco tiempo después, unos judíos conspiraron para matarlo. Día y noche vigilaban la puerta de la ciudad para poder asesinarlo, pero a Saulo se le informó acerca del complot. De modo que, durante la noche, algunos de los creyentes lo bajaron en un canasto grande por una abertura que había en la muralla de la ciudad.
Este versículo empieza diciendo “poco tiempo después”. Este poco tiempo después se refiere a 3 años que transcurrieron entre la conversión de Saulo y su primer viaje a Jerusalén como creyente.
Gálatas 1:15-18 (NTV) Pero aun antes de que yo naciera, Dios me eligió y me llamó por su gracia maravillosa. Luego le agradó revelarme a su Hijo para que yo proclamara a los gentiles la Buena Noticia acerca de Jesús. Cuando esto sucedió, no me apresuré a consultar con ningún ser humano.Tampoco subí a Jerusalén para pedir consejo de los que eran apóstoles antes que yo. En cambio, me fui a la región de Arabia y después regresé a la ciudad de Damasco. Luego, tres años más tarde, fui a Jerusalén para conocer a Pedro y me quedé quince días con él.
Hechos 9:26 (NTV) Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente!
Ahora ya sabes por qué esta fue nuestra pregunta del día. Saulo había sido cristiano durante 3 años, pero los creyentes de Jerusalén lo dudaban. ¡Ellos (¿todos?) pensaron que era un converso falso! (todavía le tenían miedo). ¿TÚ le habrías tenido miedo también después de su historial como asesino y perseguido de la iglesia?
¿Alguna vez has luchado por creer verdaderamente en el poder de Jesús que cambia vidas? En la vida de otra persona. En tu propia vida. Entonces, volvamos a nuestra pregunta: ¿Cómo puedes saber si realmente eres salvo?
El mismo Pablo (Saulo) más tarde plantea la pregunta clave a algunos “creyentes” en Corinto. Retó a los creyentes a examinarse a sí mismos.
El propio Pablo luego plantea esta pregunta a algunos “creyentes” en Corinto:
2 Corintios 13:5 (NTV) Examínense para saber si su fe es genuina. Pruébense a sí mismos. Sin duda saben que Jesucristo está entre ustedes; de no ser así, ustedes han reprobado el examen de la fe genuina.
Este es Saulo, ahora llamado Pablo, escribiendo a la iglesia cristiana en Corinto. Hay un desorden. Están sucediendo cosas allí que no son cristianas en absoluto. Hay dos preguntas que deben responderse para ver si su fe pasa la prueba.
Primero, ¿creerán el mensaje de Pablo? No les gustó lo que estaba diciendo. Incluso estaban desafiando su autoridad como apóstol. Esa fue la prueba de fuego para ellos. También fue la prueba de Saulo la semana pasada: cuando Jesús llamó a Saulo y desafió su entendimiento, sorprendentemente, Saulo se sometió a él, pasando esta prueba. Ahora fue el turno de los corintios. ¿Se someterían a la verdad?
En segundo lugar, ¿se arrepentirán y se apartarán de su propio camino? Recuerda la semana pasada: el cristianismo es el camino, no sólo un conjunto de creencias. La verdadera conversión ocurre cuando dejas el camino de la muerte para seguir el camino de Jesús. Estos supuestos creyentes no estaban siguiendo el camino de Jesús. Pablo los estaba instando a hacerlo, y su respuesta le diría si la fe de ellos era genuina.
1 Juan 3:9-10 (NVI) Los que han nacido en la familia de Dios no se caracterizan por practicar el pecado, porque la vida de Dios está en ellos. Así que no pueden seguir pecando, porque son hijos de Dios. Por lo tanto, podemos identificar quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo. Todo el que no se conduce con rectitud y no ama a los creyentes no pertenece a Dios.
Terminemos la pregunta de Saulo:
Hechos 9:27 (NTV) Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.
Ya conocimos a Bernabe de antes. El animador. Haciendo honor a su nombre. Ananías respaldó a Saulo en Damasco porque vio a Jesús en una visión. Bernabé avaló a Saulo en Jerusalén porque vio una vida cambiada. Ambos pudieron testificar que Pablo se había convertido de verdad. Él no estaba fingiendo ni era un converso falso. Ellos sí creían que Pablo era salvo.
Hechos 9:28 (NTV) Así que Saulo se quedó con los apóstoles y los acompañó por toda Jerusalén, predicando con valor en el nombre del Señor.
Los discípulos ahora sí creyeron. Se dieron cuenta de que era un verdadero creyente. Pablo se quedó con ellos predicando con ellos. La historia de Saulo tenía una respuesta clara: fue salvo, de eso no hay duda. Y tú ¿estás seguro de ser salvo? Si no estas seguro de tu salvación,
Haz estas tres preguntas para poner a prueba tu fe: ¿Has confiado en Jesús? ¿Estás honrando a Dios? ¿Estás compartiendo tu fe con los demás?
Tres preguntas sencillas para saber si realmente eres salvo. Estas preguntas son los tres pasos de un cristiano que va círculo completo es su fe (la imagen representada por el círculo compuesto de las tres flechas).
La primera pregunta que debes hacerte es: ¿Has confiado en Jesús para la salvación? Recuerda que la ecuación de la salvación: Jesús + nada = salvo. En otras palabras, la salvación está solamente en Jesús y nada más. Empero, esto es más que una mera confesión. Es un estilo de vida.
Mejor dicho: ¿Vives tu vida que honre a Dios? Esta es la segunda pregunta que debes hacerte para saber si de verdad eres salvo. Esto significa que practicas la justicia versus practicar el pecado. Esto no quiere decir que ya no eres pecador. Lo que significa es que ya no practicas el pecado deliberadamente.
La tercera y última pregunta que debes hacerte es: ¿Te preocupas lo suficiente como para compartir el mensaje de Jesús con los demás? Esto es lo que conocemos cómo hacer discípulos. Esta podría ser la prueba de fuego definitiva para ti ya que probaría de una vez por todas, al igual que probó con Pablo, que eres un converso verdadero. En el libro de los Hechos, todos los creyentes hicieron más que recibir el mensaje; lo compartieron.
Hechos 9:31 (NTV) La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número.
Es importante recordar que la seguridad de la salvación no se basa en la perfección de nuestro desempeño sino en la perfección de Cristo. Lucharemos con el pecado mientras estemos en este mundo, pero la diferencia entre un verdadero creyente y un converso falso es que un verdadero creyente se aflige por el pecado, se arrepiente y confía en la gracia de Dios para su perdón.
La Biblia proporciona tanto advertencias como aliento con respecto a las conversiones falsas y la seguridad de la salvación. Si bien es posible que alguien tenga una falsa profesión de fe, aquellos que verdaderamente están en Cristo pueden tener plena confianza en su salvación. La clave no está en nuestra capacidad de ganar o mantener la salvación sino en la obra de Cristo a nuestro favor. Al examinar nuestro corazón, caminar en arrepentimiento y confiar en el Espíritu Santo, podemos crecer en seguridad, confiando en que Dios preservará fielmente a quienes le pertenecen.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Crees que Saulo dudó alguna vez de su salvación? ¿Por qué o por qué no?
- ¿Por qué crees que los creyentes dudaron de que Saulo fuera verdaderamente salvo?
- ¿Cuáles son algunas de las razones por las que la gente duda de su salvación? Haz una lista.
- Lee 1 Juan 3:9-10. ¿Qué significa “practicar el pecado”? ¿Qué tal “practicar la justicia”?
- Tómate un tiempo esta semana para examinar tu propia fe con estas tres preguntas: ¿Has confiado en Jesús? ¿Estás honrando a Dios? ¿Estás compartiéndo el evangelio con los demás?