Hace dos mil años, un fariseo llamado Nicodemo se acercó a Jesús bajo el manto de la noche para investigar las enseñanzas de este carpintero convertido en profeta. Nicodemo fue entrenado formalmente; Jesús era un predicador callejero. Sin embargo, Jesús parecía tener una imagen más simple de Dios y la historia. Y así hablaron, y en la conversación Jesús pronunció esas ahora famosas palabras de Juan 3:16: “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”. Es famoso por una buena razón: es la articulación más simple y sucinta de las “buenas nuevas” de la Biblia.
Pero en caso de que te lo hayas perdido, hay más en la historia. Solo un versículo antes (Juan 3:15) Jesús hizo referencia a una historia antigua con un giro dramático. Puedes encontrar el trasfondo de la historia en Números 21:4-5. Aquí está la versión corta: los israelitas pecaron mientras se quejaban contra Dios en el desierto, por lo que Dios envió serpientes venenosas y muchas del pueblo fueron mordidos y murieron. El pueblo se arrepintió y le pidió ayuda a Moisés, y eso nos lleva al versículo que Jesús hizo referencia al hablar con Nicodemo. Dios le dijo a Moisés: “Haz la figura de una serpiente venenosa y átala a un poste. Todos los que sean mordidos vivirán tan solo con mirar la serpiente” (Números 21:8-9)
Las instrucciones de Dios a Moisés eran confusas por dos razones: las serpientes eran malas y también lo eran los ídolos. Solo se necesito una fe simple para que Los israelitas obedicieran.
Si conoces el Antiguo Testamento, entonces la historia de Adán y Eva debería llamarte la atención aquí mismo. Dios dijo: “No coman de este árbol que está en medio del jardín”, pero Satanás, en forma de serpiente, los convenció de desobedecer. Y así entró el pecado en el mundo (y de allí que las serpientes son malas). Y aún más loco que eso: Dios acababa de dar los 10 mandamientos al pueblo a través de Moisés, ordenándoles explícitamente que no hicieran ningún ídolo o imágenes. Pero ahora Dios esencialmente le ordena a Moisés que haga exactamente eso: hacer una imagen de una serpiente y ponerlo en un poste. Cualquiera hubiera pensado que locura, esto parece un ídolo.
Es muy confuso. Hasta que lees el resto de la Biblia.
La serpiente de bronce presagió el plan de Dios para salvar a la humanidad. Jesús se hizo pecado por los mordidos por el pecado, para que fuéramos rescatados mirando a la cruz.
Esto es lo que sucede en Números 21: es un “tipo” de Cristo, un presagio de lo que Dios haría a través de Jesús. Antiguamente solíamos cantar una canción sobre “levantar más alto a Jesús”, haciendo referencia a este pasaje en Juan 3:15. Pero aquí está el giro: este pasaje no se trata de levantar el nombre de Jesús en la adoración; ¡se trata de levantar su cuerpo como sacrificio en la cruz! Pablo hace explícita esta idea en 2 Corintios 5:21: Jesús, el sin pecado, se hizo pecado por todos nosotros. Para la mente humana esto no tiene sentido, pero siempre fue el plan de Dios (1 Corintios 1:21). El mensaje simple de la Biblia es que no podemos salvarnos a nosotros mismos. Por fe, debemos mirar al que nos puede salvar: Jesucristo.
Pero hay una idea más poderosa de esta historia, en caso de que te la hayas perdido:
Más adelante en la historia, la serpiente en un poste se convirtió en un ídolo para el pueblo de Israel. Este es un recordatorio de que el mensaje de Dios puede corromperse en las generaciones futuras.
Años más tarde, el pueblo de Israel se alejó de Dios una vez más. Y así leemos que el rey Ezequías “Hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque la gente de Israel seguía ofreciéndole sacrificios” (2 Reyes 18:4). ¿No es esto tan típico de nosotros, los humanos? ¿No es típico que una religión comience con la simple verdad de que solo la fe salva, simbolizada por la serpiente en un poste, solo para corromper ese mensaje en las generaciones posteriores y terminar adorando la serpiente? Los israelitas terminaron adorando a la cosa de bronce que no tenía ningún poder en lugar del Dios detrás de todo el mensaje.
¿Reconoces que has sido mordido por el pecado? ¿Mirarás solamente a Jesús en busca de salvación?