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Puntos de conversación:
- Saulo estaba a favor del asesinato de Esteban (de lo que hablamos la semana pasada), y continuó la persecución desde allí. Vemos esta amenaza incluso en el mundo actual, aunque no en todas partes. Hechos 8:1-3
- En lugar de persecución, la mayoría de las naciones del primer mundo enfrentan una amenaza diferente: la apatía. Como se cita en la lección, “Aquí hay una canción de cuna satánica. Todos los cristianos están dormidos y yo me estoy durmiendo”.
- Sin embargo, una amenaza que enfrentan las iglesias cristianas en todas partes es la amenaza del poder; el deseo de ser un “apóstol”, “obispo”, “profeta”, o como quieras llamarlo, cuando esa afirmación no nos corresponde a nosotros. Vemos esto incluso en otras religiones que dicen ser “cristianas”. Hechos 8:18-19
- El poder es una amenaza que conduce a la amenaza de la división. Es por eso que el poder no nos corresponde a nosotros. De lo contrario, creará comparación y división entre aquellos a quienes Dios ha llamado a ceder a Su discernimiento y a Su Espíritu.
Hoy veremos la primera parte del capítulo 8 del libro de Los Hechos. Haremos una “evaluación de las amenazas” en contra la iglesia primitiva mientras respondemos a esta pregunta: ¿Cuáles son las mayores amenazas que enfrenta la Iglesia?
Hace 23 años, el 9 de septiembre fue el primer servicio público de nuestra iglesia, Alpine Church. Dos días después, el 11 de septiembre de 2001 cayeron las torres gemelas y el mundo cambió. Como nacion, nos vimos atemorizados por la amenza del terrorismo y la amenaza que se desatara una guerra global. También por la amenaza de perder el estilo de vida americano. Pero Alpine siguió creciendo, y hoy en día ¡tenemos ocho campuses y seguimos creciendo! Pronto será el servicio de apertura en el edificio de Syracuse. ¿Adónde nos llevará Dios en los próximos 23 años? ¿Y qué amenazas tendremos que soportar? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que vendrán.
Hoy veremos tres amenazas que enfrentó la iglesia primitiva (persecución, poder y división) y una amenaza adicional que nos parece única en la actualidad (apatía). Entonces, en total veremos 4 amenazas que debe enfrentar la iglesia de Cristo. Tenemos mucho que cubrir, así que empecemos con la primera amenaza.
La amenaza de la persecución.
Hechos 8:1a (NTV) Saulo fue uno de los testigos y estuvo totalmente de acuerdo con el asesinato de Esteban.
Recordemos que en la lección pasada hablamos del asesisanto de Esteban. Al final del capítulo 7 leímos que dice que las ropas de Esteban fueron tiradas a los pies de Saulo. Este hombre tendrá un encuentro con Jesús más adelante y su nombre cambia a Pablo. Pero en este momento todavía es un fariseo de fariseos y el perseguidor de los cristianos.
El estuvo a favor del asesinato de Esteban y continuó la persecución desde allí.
Hechos 8:1b-3 (NTV) Ese día comenzó una gran ola de persecución que se extendió por toda la iglesia de Jerusalén; y todos los creyentes excepto los apóstoles fueron dispersados por las regiones de Judea y Samaria. (Con profundo dolor, unos hombres consagrados enterraron a Esteban). Y Saulo iba por todas partes con la intención de acabar con la iglesia. Iba de casa en casa y sacaba a rastras tanto a hombres como a mujeres y los metía en la cárcel.
Esta amenaza de persecución vino de afuera. Presta atención al lenguaje aquí y a lo diferente que es de lo que hemos visto hasta ahora en nuestro estudio de Hechos. Primero, repasemos los buenos recuerdos o sea la etapa de luna de miel de la iglesia primitiva.
- Crecimiento: Hechos 2:41 (NTV) Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total.
- Milagros: Hechos 3:7 (NTV) Entonces Pedro tomó al hombre lisiado de la mano derecha y lo ayudó a levantarse. Y, mientras lo hacía, al instante los pies y los tobillos del hombre fueron sanados y fortalecidos.
- Comunidad: Hechos 4:32 (NTV)Todos los creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que sus posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían.
- Libertad: Hechos 5:42 (NTV) Y cada día, en el templo y casa por casa, seguían enseñando y predicando este mensaje: «Jesús es el Mesías».
Ahora tenemos un lenguaje nuevo. Analicemoslo.
“Gran ola de persecución”
Recuerdo haber ido a San José del Cabo con mis hijos. El océano era tan violento y el poder de las olas abrumadoras y poderosas que no se podía nadar en él. Bueno, eso no es nada comparado con el tsunami que azotó Japón el 11 de marzo de 2011. Lo llaman el “3/11” (como el 9/11 en EU). Me imagino que por el poder aterrador de las olas es que Lucas usó la metáfora de “una gran ola” para hablar de la persecución de la iglesia. La iglesia experimentó esta amenaza externa. Un tsunami de persecución que fue aterrador.
“…todos los creyentes… fueron dispersados”
¡Esto fue demasiado para la comunidad! Pero no paró allí. Luego esto:
“Saulo iba por todas partes con la intención de acabar con la iglesia”
¡Se convirtió en la misión personal de este hombre! He visto algunos de estos tipos en YouTube: ateos y odiadores de los cristianos. Empero la cuestión con Dios es que ¡una amenaza es solo una oportunidad!
Hechos 8:4 (NTV) Así que los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban.
¿¡No te encanta como es Dios!? Él hace que todo mal funcione para bien. Como le dijo José a sus hermanos cuando se reencontraron en Egipto: Génesis 50:20 (NTV) Ustedes se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para bien.
Esto también me recuerda a la historia de Ester con Amán. Mas volviendo a la persecución de Saulo contra los cristianos, vemos que fue el plan de Dios desde el principio. Era para que la siguiente parada después de Jerusalén fuera Judea y Samaria. Ya no eran solo los apóstoles y Esteban los que predicaban el mensaje de Jesús. Ahora las personas comunes y normales lo hacían. Todos estaban cumpliendo el mandato de Jesús de ir y predicar el evangelio por toda la tierra. Comparemos Hechos 1:8 con Hechos 8:1, uno al lado del otro:
Hechos 1:8 (NTV) …y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra.
Estas son las últimas palabras de Jesús antes de su ascensión al cielo.
Hechos 8:1 (NTV) …y todos los creyentes excepto los apóstoles fueron dispersados por las regiones de Judea y Samaria.
Pareciera que esto fuera algo malo, ¿verdad? No exactamente porque como leímos en el v.4 (Hechos 8:4) los creyentes que se esparcieron predicaban la Buena Noticia acerca de Jesús adondequiera que iban. Lo que el enemigo pretendía para el mal, Dios lo volteó para Su gloria; para que el evangelio se esparciera más allá de Jerusalén. Lucas nos da un ejemplo específico:
Hechos 8:5-8 (NTV) Felipe, por ejemplo, se dirigió a la ciudad de Samaria y allí le contó a la gente acerca del Mesías. Las multitudes escuchaban atentamente a Felipe, porque estaban deseosas de oír el mensaje y ver las señales milagrosas que él hacía. Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados. Así que hubo mucha alegría en esa ciudad.
¿Cómo empezó todo esta obra maravillosa? Con la persecución en Jerusalén. Así que no debemos afligirnos cuando llegue persecución a nuestra iglesia. Ya que Dios la usara para Su gloria. No pensemos ni por un momento que la persecución es una amenaza del pasado. Allí es donde entra nuestra amenaza adicional que no estuvo presente en la iglesia primitiva pero si en la iglesia actual.
La amenaza de la apatía.
¿Se enfrenta la iglesia hoy a la amenaza de persecución? Si. Vemos esta amenaza incluso en el mundo actual, aunque no en todas partes. En algunos países como Irán, la iglesia está viviendo persecución. Irán ocupó el puesto número nueve en la Lista Mundial de Vigilancia 2022 de Puertas Abiertas, una clasificación anual de los 50 países donde los cristianos enfrentan la persecución más extrema.
Por si no la has visto, te recomiendo el documental Ovejas entre lobos Vol 2. Habla de la persecución que se vive en Irán.
Hay una increíble persecución entre los cristianos en Irán. Sin embargo, la iglesia está creciendo, el evangelio se está difundiendo aunque está en la sombras, en ¡lo subterráneo! Según el académico Shay Khatiri de la Universidad Johns Hopkins, “el Islam es la religión que más rápidamente se está reduciendo allí [Irán], mientras que el cristianismo es la que está creciendo más rápidamente”, y en 2018 “hasta medio millón de iraníes son cristianos conversos de familias musulmanas, y la mayoría de estos cristianos son evangélicos.” Añade que “las estimaciones recientes afirman que el número podría haber ascendido a entre 1 y 3 millones”.
Pero ¿qué pasa con Estados Unidos, donde no hay una verdadera persecución? Te responderé con una anécdota de la vida real. Una pareja cristiana iraní pudo salir de Irán y mudarse a Estados Unidos. Pero después de estar en Estados Unidos, la esposa comenzó a suplicarle a su esposo que la llevara de regreso a Irán. ¿La razón? Ella le dijo al esposo que: “Aquí hay una canción de cuna satánica. Todos los cristianos están dormidos y yo me estoy durmiendo”.
Esta mujer estaba discerniendo esta amenaza a su fe. A ella le parecía que era una amenaza más grande que la persecución. Al punto que prefería regresar a su país donde corría el riesgo de ser encarcelada, violada y asesinada y no caer en la trampa satánica de la apatía.
La apatía espiritual es una amenaza mayor que la persecución. Aquí, estamos adormecidos en nuestras vidas cómodas. Sin importarnos los perdidos. No nos interesamos por el prójimo. Se trata de mi vida, mi salvación, mi comodidad, etc. Vemos que se están perdiendo en sus delitos y pecados y !no nos importa! Nuestra familia muere sin aceptar a Cristo y ¡no hacemos nada! Las drogas están arrasando con los jóvenes y ¡nosotros dormidos! El suicidio entre niños de 9 años para arriba y jóvenes va en aumento y ¡nosotros como si nada! ¡Despierta iglesia!
Ya ni tomamos en serio nuestra búsqueda de Dios porque sentimos que no hay necesidad de serlo. ¡Levántate y entra en acción! Volvamos a la senda antigua y hagamos como la iglesia primitiva que se preocupaba por llevar el mensaje de salvación a todos. Era una iglesia en movimiento, en acción no a pesar de la persecución sino gracias a esta. No esperemos que Dios mande una persecución para que nos saque de nuestra zona de confort para amar al prójimo e ir a hablarles de nuestro Dios que quiere salvarlos y darles una vida abundante y plena. Con esta exhortación en mente, pasemos a la tercera amenaza contra la iglesia.
La amenaza del poder.
Esta amenaza es tan vieja como el polvo y estaba presente en la iglesia primitiva y es una que todavía existe hoy en día. Leamos como lo relata Lucas:
Hechos 8:9-11 (NTV) Un hombre llamado Simón, quien por muchos años había sido hechicero allí, asombraba a la gente de Samaria y decía ser alguien importante. Todos, desde el más pequeño hasta el más grande, a menudo se referían a él como «el Grande, el Poder de Dios». Lo escuchaban con atención porque, por mucho tiempo, él los había maravillado con su magia.
Piensa en este Simón como un influyente secular popular.
Hechos 8:12-13 (NTV) Pero ahora la gente creyó el mensaje de Felipe sobre la Buena Noticia acerca del reino de Dios y del nombre de Jesucristo. Como resultado, se bautizaron muchos hombres y mujeres. Luego el mismo Simón creyó y fue bautizado. Comenzó a seguir a Felipe a todos los lugares adonde él iba y estaba asombrado por las señales y los grandes milagros que Felipe hacía.
Simón tenía magia, Felipe tenía milagros. Para el observador externo, tal vez no hubiera sido diferente. Nota las similitudes en las reacciones de la multitud: asombrada con la magia de Simón y asombrada por los milagros de Felipe. Incluso Simón el hechicero está impresionado. Él creyó. Él se bautizó. Recuerda esto mientras escuchamos el resto de la historia.
Hechos 8:14-17 (NTV) Cuando los apóstoles de Jerusalén oyeron que la gente de Samaria había aceptado el mensaje de Dios, enviaron a Pedro y a Juan allá. En cuanto ellos llegaron, oraron por los nuevos creyentes para que recibieran el Espíritu Santo. El Espíritu Santo todavía no había venido sobre ninguno de ellos porque solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces Pedro y Juan impusieron sus manos sobre esos creyentes, y recibieron el Espíritu Santo.
El Nuevo Comentario Bíblico comenta que “¡Es, por supuesto, un placer que Juan, que una vez quiso hacer descender el fuego del juicio sobre una aldea samaritana (Lc. 9:54), fuera uno de los que ahora estaba invocando al Espíritu Santo!” Pero aquí es donde entra la amenaza:
Hechos 8:18-19 (NTV) Cuando Simón vio que el Espíritu se recibía cuando los apóstoles imponían sus manos sobre la gente, les ofreció dinero para comprar ese poder. —Déjenme tener este poder también—exclamó—, para que, cuando yo imponga mis manos sobre las personas, ¡reciban el Espíritu Santo!
Simon estaba pensando en términos de poder e influencia mágica. Y quería comprar esta influencia. Esto llegó a ser conocido como “Simonía”, ¡nombrado así por este pasaje! La simonía es el acto de comprar o vender cosas espirituales, particularmente cargos o funciones de la iglesia.
En la Europa medieval, la iglesia estuvo a menudo entrelazada con el sistema feudal. Esto llevó a que los puestos de la iglesia fueran tratados como títulos hereditarios, a veces vendidos o intercambiados por apoyo político. La venta de indulgencias, estrechamente relacionada con la simonía, se convirtió en una cuestión central que condujo a la Reforma Protestante.
Así es como podría verse la amenaza hoy en día: el deseo de ser un “apóstol” o un obispo o profeta o según el título que se quiera poner “la persona que tiene las llaves del reino.” Esto es reclamar este tipo de poder cuando no está disponible. La ideología mormona (y otros grupos como los católicos, la Reforma Nueva Apostólica) enseña que los apóstoles todavía existen y la autoridad se confiere mediante la imposición de manos (sucesión apostólica)
Según el relato de Joseph Smith, el primer caso importante de imposición de manos tuvo lugar el 15 de mayo de 1829. Joseph Smith y su escriba, Oliver Cowdery, estaban traduciendo el Libro del Mormón cuando tuvieron preguntas sobre el bautismo y la autoridad. En respuesta a sus oraciones, Juan el Bautista se les apareció como un ser resucitado. Juan el Bautista impuso sus manos sobre Joseph y Oliver, confiriéndoles el Sacerdocio Aarónico, que posee las llaves del ministerio de los ángeles, el evangelio del arrepentimiento y el bautismo por inmersión para la remisión de los pecados. Juan les ordenó que se bautizaran unos a otros y les dio autoridad para hacerlo.
Poco después de la concesión del Sacerdocio Aarónico, Joseph Smith y Oliver Cowdery informaron que Pedro, Santiago y Juan impusieron sus manos sobre ellos, confiriéndoles el Sacerdocio de Melquisedec. Este sacerdocio superior incluye la autoridad para dirigir la Iglesia, otorgar el don del Espíritu Santo y realizar otras ordenanzas sagradas. También se cree que este sacerdocio incluye la autoridad para administrar los sacramentos de la Iglesia y otros dones espirituales.
Sin embargo, la verdad es que ya no tenemos apóstoles en el sentido fundamental (Ver Revelando el mormonismo Episodio 70). Los oficios en la iglesia son solo el de anciano (pastores) y el de diácono (ver la lección de hace dos semanas en la serie de Hechos).
Es muy importante entender que: incluso en el Nuevo Testamento los apóstoles no tenían derechos exclusivos para dar el Espíritu Santo. En Hechos 9, Ananías (no un apóstol) impuso las manos a Saulo y este recibió el Espíritu Santo. En Hechos 10 el Espíritu Santo fue entregado a un grupo de gentiles sin la imposición de manos. Dado directamente por Dios. En Hechos 2 sucedió lo mismo con los discípulos: dado directamente por Dios, sin imposición de manos (Jesús podría haberlo hecho antes de su ascensión si siempre hubiera existido).
El punto es que el Espíritu Santo es un regalo de Dios, no del hombre. Puede darlo mediante imposición apostólica de manos (Hechos 8, 19) o no (Hechos 2, 9, 10). El Comentario bíblico del expositor: Edición abreviada (2 volúmenes) nota que “Ni el bautismo ni la imposición de manos transmiten ningún estatus o poder en sí mismos, aunque Simón, con su percepción espiritual superficial, pensó que podían hacerlo.”
Generalmente, el Nuevo Testamento enseña que todos los que ponen su fe en Jesús reciben el Espíritu Santo (Gálatas 3:2, Efesios 1:13). Esta morada en nosotros no depende de la imposición física de manos, sino que es obra del Espíritu Santo en respuesta a la fe. Entonces, ¿por qué Dios esperó para dar su Espíritu Santo a través de Pedro y Juan? ¿Por qué no hacerlo él mismo sin la participación de los apóstoles de Jerusalén? La razón es porque podría haber creado la amenaza de división, que es nuestro último punto.
La amenaza de la división.
El poder es una amenaza que conduce a la amenaza de la división. Es por eso que el poder no nos corresponde a nosotros. De lo contrario, creará comparación y división entre aquellos a quienes Dios ha llamado a ceder a Su discernimiento y a Su Espíritu. Con respecto a esto, el Comentario Bíblico Zondervan (1 vol.)) dice “¿Por qué el Espíritu no ‘cayó sobre’ los creyentes samaritanos como lo hizo más tarde con los gentiles que recibieron la palabra en Cesarea (10:44–48)? Hay que recordar que los samaritanos habían mantenido durante siglos un culto jehovista, divorciado del testimonio judío, canal de salvación de Dios (Jn 4,22). Los creyentes ‘en el nombre’ podrían haber deseado dirigir su propio espectáculo, llevando el cisma [separación / división] a la iglesia.”
Lo hizo así porque Dios quería transmitir dos cosas. Primero, mostrarles a los samaritanos que los apóstoles eran los mero meros. Este fue el fundamento de la iglesia.
Segundo, mostrarles a los apóstoles que los samaritanos también eran tan importantes como ellos. Fueron plenamente aceptados por Dios, tal como lo habían sido ellos. ¡Recibieron el mismo Espíritu Santo! Si no fuera por esto, habría habido división en la iglesia.
Recuerda que hasta ese punto, el evangelio y el Espíritu Santo seguía siendo principalmente algo judío. En este capítulo se abre la puerta a los samaritanos. Muy pronto la puerta se abrirá a todos los gentiles.
Independientemente de las amenazas que enfrentamos como iglesia, nunca olvidemos que Dios realmente tiene el control. Podemos apoyarnos en Su comprensión para guiarnos a través de las aguas turbias que nos esperan. Entonces, para recapitular:
¿Cuáles son las mayores amenazas que enfrenta la Iglesia?
- La persecución
- La apatía
- El poder
- La división
Y muchas más. Trata de hacer tu propia lista con tu familia o grupo de conexión o mentor. Pero creo que sería bueno terminar esta sección donde lo hace Lucas:
Hechos 8:25 (NTV) Después de dar testimonio y predicar la palabra del Señor en Samaria, Pedro y Juan regresaron a Jerusalén. Por el camino, se detuvieron en muchas aldeas samaritanas para predicar la Buena Noticia.
Las amenazas vendrán. Nuestro trabajo es predicar la Buena Nueva en cada generación. Predicarla sin cansarnos. No deteniéndonos a pesar de que vengan las amenazas contra Su Iglesia. Recordemos lo que nos dijo Jesús allá en Mateo 16:18 (NTV) y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y el poder de la muerte no la conquistará. Tu eres esa roca donde asi que no tengas miedo ni de la muerte porque no puede destruir a la Iglesia de Cristo amenace lo que amenace.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuáles son algunas de las “amenazas” que has experimentado en tu propio caminar con Dios? ¿Puedes vincular alguna de ellas con las amenazas de las que se habla en esta lección?
- ¿Qué es la apatía? “La apatía espiritual es una amenaza mayor que la persecución”. ¿De acuerdo o en desacuerdo? Explica.
- Lee Hechos 8:18-19. ¿Eran buenas las intenciones de Simon? ¿Cómo ilustra su reacción la amenaza moderna del poder y por qué es peligroso?
- ¿Por qué esperó Dios para dar su Espíritu Santo a través de Pedro y Juan? ¿Por qué no hacerlo él mismo sin la participación de los apóstoles de Jerusalén?
- Lee Hechos 8:25. ¿Cuáles son algunas maneras diferentes en que Dios usó estas cuatro amenazas (persecución, apatía, poder, división) para Su bien?
- Lee Mateo 16:18. Piensa en las “amenazas” en las que pensaste en la primera pregunta. ¿Cómo puede Dios usarlas para Su gloria?