Las cualidades distintivas de un Bernabé (Hechos 11)

Comenzamos “la ronda relampago” en la que iremos avanzando rápidamente por el libro de los Hechos. Estaremos tomando un capítulo por semana. Nos centráremos en un elemento del capítulo que veremos. Así que tendrás que regresar y leer el capítulo completo por tu cuenta.

Hoy examinaremos cierto tipo de persona que vemos en Hechos, tan profundo que su nombre todavía tiene una gran reputación. Hay un nombre para esto: marca genérica o epónimo propietario. Esto sucede cuando el nombre de una marca se vuelve tan ampliamente reconocida que se utiliza para describir un producto o categoría general en lugar de una marca específica. Algunos ejemplos:

• pañuelos desechables = Kleenex
• vendaje adhesivo = Curitas
• bálsamo labial = ChapStick
• ácido acetilsalicílico (analgésico y antitérmico) = Aspirina
• hisopo de algodón = Q-tips
• cierre de velcro = Velcro
• bañeras de hidromasaje = Jacuzzi
• botellas térmicas = Thermos / Termo
• cacao soluble en leche = Nesquik

Como siempre, contestaremos a una pregunta clave. La de esta semana es: ¿Cuáles son las cualidades de “marca registrada” de un “Bernabé”? O sea ¿Cuáles son las cualidades distintivas de un “Bernabé”? Recordemos que Bernabé era el sobrenombre de Jose. Este era un hombre que daba ánimo a todos que le pusieron ese sobrenombre que significa animar. Con la enseñanza de hoy, identificaremos 5 cualidades de un “Bernabé”. Sin más preámbulo, empecemos.

La primera cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” da más de lo que recibe. 

Esta primera cualidad la dejó ver en el capítulo 4 cuando lo conocimos.

Hechos 4:32 (NTV) Todos los creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que sus posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían.…. Por ejemplo, había un tal José, a quien los apóstoles le pusieron el sobrenombre Bernabé (que significa «hijo de ánimo»). Él pertenecía a la tribu de Leví y era oriundo de la isla de Chipre. Vendió un campo que tenía y llevó el dinero a los apóstoles.

Por lo que leímos, sabemos que Bernabé era de la tribu de Leví. Estos fueron los sacerdotes, los dadores. Se suponía que debían servir al pueblo. A ellos no se les dio ningún territorio en la tierra prometida ya que, se les dijo, “El Señor era su herencia”. En otras palabras, no recibieron tierra ya que Dios proveería para ellos. Por lo tanto, como levitas, vivían para el servicio de Dios, del templo y del pueblo. José tenía ese tipo de corazón. Daba  de sí mismo. Era un dador, no receptor ¿Conoces a alguien así? 

La segunda cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” ve lo mejor de las personas.

Esta cualidad la demostró en el capítulo 9 con Saulo después de su dramática conversión.

Hechos 9:26-27 (NTV) Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente! Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.

Bernabé milagrosamente parece dar fe de Saulo cuando los discípulos no creían en su conversión. Vio lo mejor en él. Prestó atención a su vida cambiada en lugar de juzgarlo por su vida pasada. ¿Conoces a alguien así?

La tercera cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” abraza el caos.

Aquí es donde llegamos al texto de hoy, capítulo 11 de Hechos.

Hechos 11:1-3 (NTV) La noticia de que los gentiles habían recibido la palabra de Dios pronto llegó a los apóstoles y a los demás creyentes de Judea. Así que cuando Pedro regresó a Jerusalén, los creyentes judíos lo criticaron. —Entraste en una casa de gentiles, ¡y hasta comiste con ellos!—le dijeron.

Algunas personas, incluso los cristianos, pueden ser así de críticos, por no decir de criticones. Dios siempre está en movimiento. Esto significa cambio y a veces, caos. La reacción natural para algunos es decir: ¡me opongo!

La noticia de lo que Dios había hecho en Cesárea llegó a Jerusalén antes que Pedro.  Incluso antes de Internet y las redes sociales, las noticias escandalosas viajaban rápido.  Desde una perspectiva judía, esto fue escandaloso.  Los creyentes judíos ya se enfrentan a la persecución del Sanedrín de Jerusalén.  

Una gran parte de esa persecución se debió a que este movimiento llamado cristianismo estaba provocando que los creyentes judíos ignoraran la ley y abandonaran las costumbres judías.  La decisión de Pedro de entrar y tener comunión con los gentiles y compartir una comida con ellos simplemente habría agregado más leña al fuego y habría sido evidencia de que las acusaciones hechas por los líderes religiosos eran válidas.  

Pedro resume su experiencia en el capítulo 10. Les cuenta lo que Dios estaba haciendo entre los gentiles. Para crédito de los creyentes de Jerusalén, se regocijan:

Hechos 11:18 (NTV) Cuando los demás oyeron esto, dejaron de oponerse y comenzaron a alabar a Dios. Dijeron: —Podemos ver que Dios también les ha dado a los gentiles el privilegio de arrepentirse de sus pecados y de recibir vida eterna.

¡Si tan solo el conflicto en la iglesia pudiera ser tan simple! Pero espera… vamos a ver en Hechos 15 que había un contingente de judíos conversos que no estaban tan seguros de que la salvación pudiera ser tan fácil. ¡Querían que los gentiles se convirtieran en judíos primero!

El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento hace ver que en “Hechos 15 revela que la cuestión subyacente [principal] planteada en el v. 3 no estaba resuelta para algunos. ¿Podrían realmente los gentiles convertirse en beneficiarios del Nuevo Pacto sin conformarse de alguna manera a las exigencias de la ley mosaica?” Pero en este momento, “En Hechos 11 se da la impresión de que la mayoría estaba persuadida de lo correcto de las acciones de Pedro al predicar a Cornelio y su casa y luego bautizarlos en Cristo.” 

Los creyentes de Jerusalén, una vez que escucharon el testimonio de Pedro, se gozaron por la conversión de los gentiles, pero, curiosamente, ¡aún no participaron en el cambio! Al contrario, miremos:

Hechos 11:19 (NTV) Mientras tanto, los creyentes que fueron dispersados durante la persecución que hubo después de la muerte de Esteban, viajaron tan lejos como Fenicia, Chipre y Antioquía de Siria. Predicaban la palabra de Dios, pero solo a judíos. 

Estos eran creyentes de Jerusalén que durante la persecución de los cristianos, fueron llevados a muchos lugares para que llevaran el mensaje de salvación. No obstante, el mensaje todavía era solo para judíos como lo leimos. 

Hechos 11:20-21 (NTV) Sin embargo, algunos de los creyentes que fueron a Antioquía desde Chipre y Cirene les comenzaron a predicar a los gentiles acerca del Señor Jesús. El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número de estos gentiles creyó y se convirtió al Señor.

Algunos de ellos predicaron a los gentiles. Estos eran creyentes de Chipre y Cirene, no de Jerusalén. ¿Recuerdas de dónde era Bernabé? ¡Chipre! ¡Estos eran los Bernabé! Estaban dispuestos a aceptar el caos que viene con el avivamiento. Todos estos nuevos creyentes que vienen de orígenes diferentes

Piensa en lo que estaba pasando aquí: ¡El cristianismo se estaba trasladando a la gran ciudad! “El movimiento de Jesús pasa de un movimiento predominantemente rural en Galilea a un movimiento urbano en Jerusalén y a un movimiento cosmopolita en Antioquía”  (Comentario de trasfondo bíblico del IVP: Nuevo Testamento, segunda edición). Es interesante saber que Antioquía fue una de las ciudades más grandes   del imperio romano. Ahora mira lo que sucede a continuación:

Hechos 11:22-24 (NTV) Cuando la iglesia de Jerusalén se enteró de lo que había pasado, enviaron a Bernabé a Antioquía. Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor. Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llegó al Señor.

Esta vez no enviaron a los apóstoles. Enviaron a Bernabé. Sabían que él era un alentador. Alguien que impartía ánimo y aliento. Alguien que con solo verlo te impartía alegría. Sabían que aceptaría el caos que viene con los cambios. A consecuencia, mucha gente fue llevada al Señor. ¿Conoces a alguien así?

A medida que seguimos leyendo, vemos la cuarta cualidad de “marca registrada’ o sea distintiva de un Bernabé:

Un “Bernabé” se mantiene en un segundo plano. 

En otras palabras, no trata de ser la mega estrella ni el papel principal. En medio de todo el caos y la conversión, Bernabé no necesita estar en el centro de todo. Está dispuesto a formar equipo con otros y pasar a un segundo plano. Esto es típico del tipo clásico de un “Bernabé”. 

Hechos 11:25-26 (NTV) Después Bernabé siguió hasta Tarso para buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes. (Fue en Antioquía donde, por primera vez, a los creyentes los llamaron «cristianos»).

Saulo había sido cristiano durante varios años ya. Estaba de regreso en su ciudad natal. Bernabé fue a buscarlo, porque sabía que ésta era la misión de Saulo. El resto del libro de los Hechos trata sobre los viajes misioneros de Pablo. Bernabé es un complemento. Se desvanece detrás de escena y no le importa. Él está de acuerdo en pasar al segundo plano para que alguien más tome el lugar principal. ¿Conoces a alguien así? 

Es durante estos viajes misioneros que aprendemos la quinta y última característica distintiva de un Bernabé:

Un “Bernabé” cree en segundas oportunidades. 

Uno de los conflictos más conocidos del Nuevo Testamento ocurrió entre Bernabé y Pablo a causa de Juan Marcos. Juan Marcos, que había acompañado a Bernabé y a Pablo en un viaje misionero anterior, había abandonado la misión a mitad de camino. Cuando Pablo y Bernabé planearon otro viaje, Pablo se negó a llevar a Juan Marcos, citando su fracaso anterior. Bernabé insistió en darle a Juan Marcos una segunda oportunidad (Hechos 15:36-41).

Hechos 15:39-41 (NTV) Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron. Bernabé tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre. Pablo escogió a Silas y, al salir, los creyentes lo encomendaron al cuidado misericordioso del Señor. Luego viajó por toda Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.

Que vergonzoso para Pablo. ¡Él era el jefe de los pecadores! Bernabé vio lo mejor en él y dio fe de él. Ahora Bernabé es el único que hace esto por Juan Marcos porque Bernabé cree en segundas oportunidades. ¿Conoces a alguien así?

Mejor dicho: ¿Eres tú un Bernabé? ¿Alguien que con el tiempo su nombre ha venido a ser sinónimo de estas 5 cualidades que hemos visto en Bernabé? Que así como decimos Kleenex para pañuelos desechables, podamos decir tu nombre, como el de Bernabé, para hablar de alguien que da más de lo que recibe porque es generoso y dador. Alguien cuyo nombre representa a alguien entregado a la causa de Cristo que se pone en segundo plano para que alguien más brille. También, alguien que está dispuesto a aceptar el caos que viene con los cambios y anima a los demás a hacerlo. Es alguien cuyo nombre va de la mano de ver lo mejor de las personas. Sobre todo, es alguien que da segundas oportunidades cuando alguien falla. Si esto no te describe a ti, entonces, esfuérzate por ser un Bernabe, y poco a poco, serás un cristiano a la imagen de Cristo.

Aunque Bernabé puede no ser tan conocido como otros líderes de la iglesia primitiva, sus contribuciones al crecimiento y la salud del movimiento cristiano primitivo fueron invaluables. Su vida de aliento, generosidad y reconciliación dejó un legado duradero en la iglesia, recordándonos el poder de levantar a otros y promover la unidad. En un mundo donde a menudo abundan la división y el desánimo, Bernabé es un modelo a seguir para los cristianos, encarnando el amor y la gracia de Cristo tanto en palabras como en hechos.

daje adhesivo = Curitas

bálsamo labial = ChapStick

ácido acetilsalicílico (analgésico y antitérmico) = Aspirina

hisopo de algodón = Q-tips

• cierre de velcro = Velcro

• bañeras de hidromasaje = Jacuzzi

• botellas térmicas = Thermos / Termo

• cacao soluble en leche = Nesquik

Como siempre, contestaremos a una pregunta clave. La de esta semana es: ¿Cuáles son las cualidades de “marca registrada” de un “Bernabé”? O sea ¿Cuáles son las cualidades distintivas de un “Bernabé”? Recordemos que Bernabé era el sobrenombre de Jose. Este era un hombre que daba ánimo a todos que le pusieron ese sobrenombre que significa animar. Con la enseñanza de hoy, identificaremos 5 cualidades de un “Bernabé”. Sin más preámbulo, empecemos.

La primera cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” da más de lo que recibe. 

Esta primera cualidad la dejó ver en el capítulo 4 cuando lo conocimos.

Hechos 4:32 (NTV) Todos los creyentes estaban unidos de corazón y en espíritu. Consideraban que sus posesiones no eran propias, así que compartían todo lo que tenían.…. Por ejemplo, había un tal José, a quien los apóstoles le pusieron el sobrenombre Bernabé (que significa «hijo de ánimo»). Él pertenecía a la tribu de Leví y era oriundo de la isla de Chipre. Vendió un campo que tenía y llevó el dinero a los apóstoles.

Por lo que leímos, sabemos que Bernabé era de la tribu de Leví. Estos fueron los sacerdotes, los dadores. Se suponía que debían servir al pueblo. A ellos no se les dio ningún territorio en la tierra prometida ya que, se les dijo, “El Señor era su herencia”. En otras palabras, no recibieron tierra ya que Dios proveería para ellos. Por lo tanto, como levitas, vivían para el servicio de Dios, del templo y del pueblo. José tenía ese tipo de corazón. Daba  de sí mismo. Era un dador, no receptor ¿Conoces a alguien así? 

La segunda cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” ve lo mejor de las personas.

Esta cualidad la demostró en el capítulo 9 con Saulo después de su dramática conversión.

Hechos 9:26-27 (NTV) Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente! Entonces Bernabé se lo llevó a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino a Damasco y cómo el Señor le había hablado a Saulo. También les dijo que, en Damasco, Saulo había predicado con valentía en el nombre de Jesús.

Bernabé milagrosamente parece dar fe de Saulo cuando los discípulos no creían en su conversión. Vio lo mejor en él. Prestó atención a su vida cambiada en lugar de juzgarlo por su vida pasada. ¿Conoces a alguien así?

La tercera cualidad distintiva de un cristiano como Bernabé es que

Un “Bernabé” abraza el caos.

Aquí es donde llegamos al texto de hoy, capítulo 11 de Hechos.

Hechos 11:1-3 (NTV) La noticia de que los gentiles habían recibido la palabra de Dios pronto llegó a los apóstoles y a los demás creyentes de Judea. Así que cuando Pedro regresó a Jerusalén, los creyentes judíos lo criticaron. —Entraste en una casa de gentiles, ¡y hasta comiste con ellos!—le dijeron.

Algunas personas, incluso los cristianos, pueden ser así de críticos, por no decir de criticones. Dios siempre está en movimiento. Esto significa cambio y a veces, caos. La reacción natural para algunos es decir: ¡me opongo!

La noticia de lo que Dios había hecho en Cesárea llegó a Jerusalén antes que Pedro.  Incluso antes de Internet y las redes sociales, las noticias escandalosas viajaban rápido.  Desde una perspectiva judía, esto fue escandaloso.  Los creyentes judíos ya se enfrentan a la persecución del Sanedrín de Jerusalén.  

Una gran parte de esa persecución se debió a que este movimiento llamado cristianismo estaba provocando que los creyentes judíos ignoraran la ley y abandonaran las costumbres judías.  La decisión de Pedro de entrar y tener comunión con los gentiles y compartir una comida con ellos simplemente habría agregado más leña al fuego y habría sido evidencia de que las acusaciones hechas por los líderes religiosos eran válidas.  

Pedro resume su experiencia en el capítulo 10. Les cuenta lo que Dios estaba haciendo entre los gentiles. Para crédito de los creyentes de Jerusalén, se regocijan:

Hechos 11:18 (NTV) Cuando los demás oyeron esto, dejaron de oponerse y comenzaron a alabar a Dios. Dijeron: —Podemos ver que Dios también les ha dado a los gentiles el privilegio de arrepentirse de sus pecados y de recibir vida eterna.

¡Si tan solo el conflicto en la iglesia pudiera ser tan simple! Pero espera… vamos a ver en Hechos 15 que había un contingente de judíos conversos que no estaban tan seguros de que la salvación pudiera ser tan fácil. ¡Querían que los gentiles se convirtieran en judíos primero!

El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento hace ver que en “Hechos 15 revela que la cuestión subyacente [principal] planteada en el v. 3 no estaba resuelta para algunos. ¿Podrían realmente los gentiles convertirse en beneficiarios del Nuevo Pacto sin conformarse de alguna manera a las exigencias de la ley mosaica?” Pero en este momento, “En Hechos 11 se da la impresión de que la mayoría estaba persuadida de lo correcto de las acciones de Pedro al predicar a Cornelio y su casa y luego bautizarlos en Cristo.” 

Los creyentes de Jerusalén, una vez que escucharon el testimonio de Pedro, se gozaron por la conversión de los gentiles, pero, curiosamente, ¡aún no participaron en el cambio! Al contrario, miremos:

Hechos 11:19 (NTV) Mientras tanto, los creyentes que fueron dispersados durante la persecución que hubo después de la muerte de Esteban, viajaron tan lejos como Fenicia, Chipre y Antioquía de Siria. Predicaban la palabra de Dios, pero solo a judíos. 

Estos eran creyentes de Jerusalén que durante la persecución de los cristianos, fueron llevados a muchos lugares para que llevaran el mensaje de salvación. No obstante, el mensaje todavía era solo para judíos como lo leimos. 

Hechos 11:20-21 (NTV) Sin embargo, algunos de los creyentes que fueron a Antioquía desde Chipre y Cirene les comenzaron a predicar a los gentiles acerca del Señor Jesús. El poder del Señor estaba con ellos, y un gran número de estos gentiles creyó y se convirtió al Señor.

Algunos de ellos predicaron a los gentiles. Estos eran creyentes de Chipre y Cirene, no de Jerusalén. ¿Recuerdas de dónde era Bernabé? ¡Chipre! ¡Estos eran los Bernabé! Estaban dispuestos a aceptar el caos que viene con el avivamiento. Todos estos nuevos creyentes que vienen de orígenes diferentes

Piensa en lo que estaba pasando aquí: ¡El cristianismo se estaba trasladando a la gran ciudad! “El movimiento de Jesús pasa de un movimiento predominantemente rural en Galilea a un movimiento urbano en Jerusalén y a un movimiento cosmopolita en Antioquía”  (Comentario de trasfondo bíblico del IVP: Nuevo Testamento, segunda edición). Es interesante saber que Antioquía fue una de las ciudades más grandes   del imperio romano. Ahora mira lo que sucede a continuación:

Hechos 11:22-24 (NTV) Cuando la iglesia de Jerusalén se enteró de lo que había pasado, enviaron a Bernabé a Antioquía. Cuando él llegó y vio las pruebas de la bendición de Dios, se llenó de alegría y alentó a los creyentes a que permanecieran fieles al Señor. Bernabé era un hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y firme en la fe. Y mucha gente llegó al Señor.

Esta vez no enviaron a los apóstoles. Enviaron a Bernabé. Sabían que él era un alentador. Alguien que impartía ánimo y aliento. Alguien que con solo verlo te impartía alegría. Sabían que aceptaría el caos que viene con los cambios. A consecuencia, mucha gente fue llevada al Señor. ¿Conoces a alguien así?

A medida que seguimos leyendo, vemos la cuarta cualidad de “marca registrada’ o sea distintiva de un Bernabé:

Un “Bernabé” se mantiene en un segundo plano. 

En otras palabras, no trata de ser la mega estrella ni el papel principal. En medio de todo el caos y la conversión, Bernabé no necesita estar en el centro de todo. Está dispuesto a formar equipo con otros y pasar a un segundo plano. Esto es típico del tipo clásico de un “Bernabé”. 

Hechos 11:25-26 (NTV) Después Bernabé siguió hasta Tarso para buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevó de regreso a Antioquía. Los dos se quedaron allí con la iglesia durante todo un año, enseñando a grandes multitudes. (Fue en Antioquía donde, por primera vez, a los creyentes los llamaron «cristianos»).

Saulo había sido cristiano durante varios años ya. Estaba de regreso en su ciudad natal. Bernabé fue a buscarlo, porque sabía que ésta era la misión de Saulo. El resto del libro de los Hechos trata sobre los viajes misioneros de Pablo. Bernabé es un complemento. Se desvanece detrás de escena y no le importa. Él está de acuerdo en pasar al segundo plano para que alguien más tome el lugar principal. ¿Conoces a alguien así? 

Es durante estos viajes misioneros que aprendemos la quinta y última característica distintiva de un Bernabé:

Un “Bernabé” cree en segundas oportunidades. 

Uno de los conflictos más conocidos del Nuevo Testamento ocurrió entre Bernabé y Pablo a causa de Juan Marcos. Juan Marcos, que había acompañado a Bernabé y a Pablo en un viaje misionero anterior, había abandonado la misión a mitad de camino. Cuando Pablo y Bernabé planearon otro viaje, Pablo se negó a llevar a Juan Marcos, citando su fracaso anterior. Bernabé insistió en darle a Juan Marcos una segunda oportunidad (Hechos 15:36-41).

Hechos 15:39-41 (NTV) Su desacuerdo fue tan intenso que se separaron. Bernabé tomó a Juan Marcos consigo y navegó hacia Chipre. Pablo escogió a Silas y, al salir, los creyentes lo encomendaron al cuidado misericordioso del Señor. Luego viajó por toda Siria y Cilicia, fortaleciendo a las iglesias.

Que vergonzoso para Pablo. ¡Él era el jefe de los pecadores! Bernabé vio lo mejor en él y dio fe de él. Ahora Bernabé es el único que hace esto por Juan Marcos porque Bernabé cree en segundas oportunidades. ¿Conoces a alguien así?

Mejor dicho: ¿Eres tú un Bernabé? ¿Alguien que con el tiempo su nombre ha venido a ser sinónimo de estas 5 cualidades que hemos visto en Bernabé? Que así como decimos Kleenex para pañuelos desechables, podamos decir tu nombre, como el de Bernabé, para hablar de alguien que da más de lo que recibe porque es generoso y dador. Alguien cuyo nombre representa a alguien entregado a la causa de Cristo que se pone en segundo plano para que alguien más brille. También, alguien que está dispuesto a aceptar el caos que viene con los cambios y anima a los demás a hacerlo. Es alguien cuyo nombre va de la mano de ver lo mejor de las personas. Sobre todo, es alguien que da segundas oportunidades cuando alguien falla. Si esto no te describe a ti, entonces, esfuérzate por ser un Bernabe, y poco a poco, serás un cristiano a la imagen de Cristo.

Aunque Bernabé puede no ser tan conocido como otros líderes de la iglesia primitiva, sus contribuciones al crecimiento y la salud del movimiento cristiano primitivo fueron invaluables. Su vida de aliento, generosidad y reconciliación dejó un legado duradero en la iglesia, recordándonos el poder de levantar a otros y promover la unidad. En un mundo donde a menudo abundan la división y el desánimo, Bernabé es un modelo a seguir para los cristianos, encarnando el amor y la gracia de Cristo tanto en palabras como en hechos.

Ver también:

• ¿Quién es tu Bernabé?