Orando por los enemigos (Hechos 4:23-31)

¿A quién ven los cristianos hoy en día como el “enemigo”? No estamos hablando de enemigos “menores.” Enemigos personales con los que tienes conflictos o desacuerdos como al bully del barrio o a los que te traicionan o te critican. Tampoco estoy  hablando de tu competencia en el lugar de trabajo ni a la rivalidad deportiva, aunque sí son reales. Estoy hablando de enemigos “mayores”. Me refiero a los enemigos de Dios. A aquellos que amenazan nuestra forma de vida, nuestros valores y la verdad.

Filipenses 3:18-19 (NTV) Pues ya les dije varias veces y ahora se los repito de nuevo con lágrimas en los ojos: hay muchos cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal.

Un ejemplo de esto es lo que pasó recientemente en las Olimpiadas. Hablo del sketch de la ‘Última Cena’ de la ceremonia olímpica 2024. Este sketch se parecía a la escena bíblica de Jesucristo y sus apóstoles compartiendo la Última Cena antes de la crucifixión. Esta fue representada por drag queens, una modelo transgénero y un cantante desnudo, entre otros. “Claramente nunca hubo intención de faltar el respeto a ningún grupo religioso. (La ceremonia de apertura) intentó celebrar la tolerancia comunitaria”, dijo la portavoz de París 2024, Anne Descamps, en una conferencia de prensa. Hugo Bardin, cuyo personaje de drag queen Paloma participó en la representación, estaba decepcionado de que París 2024 se hubiera sentido obligado a disculparse. “Una disculpa significa reconocer un error, reconocer que hiciste algo deliberadamente para dañar, lo cual no fue el caso”, dijo Bardin. “Lo que molesta a la gente no es que estemos representando esta pintura”, continuó Bardin, “lo que molesta a la gente es que la gente queer la esté representando”.

Otro ejemplo son las críticas a las posturas cristianas sobre cuestiones sociales como los derechos LGBTQ+, el aborto y la anticoncepción. A menudo estas críticas han ido acompañadas de burlas, retratando a los cristianos como anticuados o intolerantes. Estos son enemigos de la cruz. Cada año se vuelven más atrevidos y envalentonados por una “ideología de inclusión” que los apoya.

Para ser sincero, esto me molesta. Me enoja. Y me invade la pregunta: ¿Cómo deberíamos responder a esto? Se nos dice que seamos tolerantes, inclusivos, amables, pero se burlan de nosotros por nuestra creencia en los valores bíblicos y nuestro deseo de seguir a Jesús. Entonces, esto nos lleva a la pregunta que hacemos en el mensaje de hoy: ¿Cómo deben responder los cristianos ante una oposición fuerte?

Dos opciones: bendecirlos orando por su salvación o maldecirlos orando por su destrucción, invocando el juicio de Dios como lo hicieron Santiago y Juan en Lucas 9.

Lucas 9:51-54 (NTV) Cuando se acercaba el tiempo de ascender al cielo, Jesús salió con determinación hacia Jerusalén. Envió mensajeros por delante a una aldea de Samaria para que se hicieran los preparativos para su llegada, pero los habitantes de la aldea no recibieron a Jesús porque iba camino a Jerusalén. Cuando Santiago y Juan vieron eso, le dijeron a Jesús: «Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que los consuma?».

Santiago y Juan, siguiendo el ejemplo de Elias (2 Reyes 1:10-12) querían que Dios consumiera la oposición. Pensaron que este era el modus operandi de Dios ya habían leído y oído del profeta Elias. Elias, muchos años atrás, había orado para que fuego consumiera las compañías de soldados enviados por el rey Ocozias. Empero, Elías no fue el único que pidió el juicio de Dios. 

La historia de Asiria atacando al impotente Israel demuestra una respuesta del Antiguo Testamento a esta pregunta. El rey Ezequías oró por la liberación de sus enemigos y Dios respondió. 

Veamos otro ejemplo del A.T. (2 Reyes 18-19) donde se pide juicio para los enemigos en vez de misericordia. Un trasfondo breve: Asiria, la potencia mundial en ese momento, atacó al impotente Israel durante el reinado del rey Ezequías. El rey Senaquerib de Asiria se burló de Ezequías. Las probabilidades estaban en contra de Israel. Ezequías fue uno de los pocos reyes buenos que existieron en Israel. Leamos:

2 Reyes 18:5-6 (NTV) Ezequías confiaba en el Señor, Dios de Israel. No hubo nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después de él. Permaneció fiel al Señor en todo y obedeció cuidadosamente todos los mandatos que el Señor le había dado a Moisés.

2 Reyes 19:10-11 (NTV) «Este mensaje está dirigido al rey Ezequías de Judá. No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe con promesas de que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. Tú sabes perfectamente bien lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los lugares donde han ido. ¡Han destruido por completo a todo aquel que se ha interpuesto en su camino! ¿Por qué serías tú la excepción?

2 Reyes 19:10-11 (NTV) «Este mensaje está dirigido al rey Ezequías de Judá. No dejes que tu Dios, en quien confías, te engañe con promesas de que Jerusalén no caerá en manos del rey de Asiria. Tú sabes perfectamente bien lo que han hecho los reyes de Asiria en todos los lugares donde han ido. ¡Han destruido por completo a todo aquel que se ha interpuesto en su camino! ¿Por qué serías tú la excepción?

2 Reyes 19:15-16 (NTV) En presencia del Señor, el rey hizo la siguiente oración: «¡Oh Señor, Dios de Israel, tú estás entronizado entre los poderosos querubines! Solo tú eres el Dios de todos los reinos de la tierra. Solo tú creaste los cielos y la tierra. ¡Inclínate, oh Señor, y escucha! ¡Abre tus ojos, oh Señor, y mira! Escucha las palabras desafiantes de Senaquerib contra el Dios viviente.

2 Reyes 19:19 (NTV) Ahora, oh Señor nuestro Dios, rescátanos de su poder; así todos los reinos de la tierra sabrán que solo tú, oh Señor, eres Dios».

Nota: oró por la liberación.

2 Reyes 19:35 (NTV) Esa noche el ángel del Señor fue al campamento asirio y mató a 185.000 soldados. Cuando los asirios que sobrevivieron se despertaron a la mañana siguiente, encontraron cadáveres por todas partes.

Esta era la forma de AT. Parecía que era aprobado por Dios. Pero entonces apareció Jesús y las cosas empezaron a cambiar. Las enseñanzas de Jesús revolucionaron todo el sistema de juicio. Jesús puso todo al revés. Miremos al famoso sermón del monte, repleto de nuevas interpretaciones:

Mateo 5:43-45 (NTV)  »Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! 45 De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual.

Observa las comillas: solo la frase “ama a tu prójimo” la tiene. ¡Eso es porque es la única parte bíblica! Las Escrituras no enseñan “odia a tu enemigo”. Esa fue una enseñanza de los líderes religiosos, una adición a la ley. Básicamente los mismos líderes religiosos que habían matado a Jesús y ahora perseguían a sus seguidores. Los que se decían “hijos del Padre”. Sin embargo, Jesús está diciendo que los verdaderos hijos actúan de manera diferente. ¿Amas a tus enemigos y oras por ellos?

Jesús enseñó este tipo de cosas todo el tiempo. ¿Fue simplemente una hipérbole? ¿Estaba simplemente tratando de dejar claro un punto? En realidad no. Él quería que sus seguidores vivieran de esa manera. Y Hechos 4 fue la primera prueba para ellos después de la ascensión de Jesús. Ahora con este trasfondo en mente, entremos en Hechos 4.

Cuando Pedro y Juan experimentaron por primera vez la persecución, la respuesta de la iglesia primitiva fue sorprendente. En lugar de pedir liberación o juicio, pidieron a Dios que les diera valor para compartir el evangelio con el mundo exterior.

La semana pasada vimos como el Concilio aprendió y encarceló a Pedro y Juan. Ellos fueron interrogados y quedaron boquiabiertos al oirlos hablar. Después, los soltaron diciéndoles que no siguieran predicando en el nombre de Jesús. Hoy, retomemos la historia.

Hechos 4:23 (NTV) Tan pronto como quedaron libres, Pedro y Juan volvieron adonde estaban los demás creyentes y les contaron lo que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho.

Primera oportunidad para responder a la persecución. Similar a la situación de Ezequías: líderes que rechazan a Dios.

Hechos 4:24 (NTV)  Cuando los creyentes oyeron las noticias, todos juntos alzaron sus voces en oración a Dios: «Oh Señor Soberano, Creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos,…”

Una reminiscencia de cómo Ezequías comenzó su oración: confiado en la soberanía de Dios, el plan de Dios detrás de todo. El es grande; sus enemigos son pequeños. Exactamente lo que siento por las drag queens olímpicas.

Hechos 4:25-26 (NTV) hace mucho tiempo tú hablaste por el Espíritu Santo mediante nuestro antepasado David, tu siervo, y dijiste: “¿Por qué estaban tan enojadas las naciones? ¿Por qué perdieron el tiempo en planes inútiles? Los reyes de la tierra se prepararon para la batalla, los gobernantes se reunieron en contra del Señor y en contra de su Mesías”.

Esta es una cita del Salmo 2, “se reunieron”. Así es como se siente hoy en día: el mundo entero ha perdido la cabeza y se ha convertido en enemigo de Cristo. Pero atención: volveremos a ver esas palabras.

Hechos 4:27 (NTV) »De hecho, ¡eso ha ocurrido aquí en esta misma ciudad! Pues Herodes Antipas, el gobernador Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel estaban todos unidos en contra de Jesús, tu santo siervo, a quien tú ungiste.

Increíble (y ofensiva) comprensión del Salmo 2. “Los reyes de la tierra” iguala a Herodes y a Pilato en la época de Jesús a quienes fue llevado para ser juzgado. “El Mesías” es Jesús. El Comentario del Pilar del Nuevo Testamento dice que “El sorprendente cumplimiento del salmo es que Herodes y el pueblo de Israel se alinearon con naciones extranjeras y sus gobernantes para oponerse al Señor y a su Ungido.”

Hechos 4:28 (NTV) Sin embargo, todo lo que hicieron ya estaba determinado de antemano de acuerdo con tu voluntad.

Nuevamente, vemos la soberanía de Dios. No importa quien o quienes se levanten en contra nuestra, Dios tiene todo bajo control y es Su voluntad la que se cumplirá. Y aquí está el resultado, la respuesta a nuestra pregunta.

Hechos 4:29-30 (NTV) Y ahora, oh Señor, escucha sus amenazas y danos a nosotros, tus siervos, mucho valor al predicar tu palabra. Extiende tu mano con poder sanador; que se hagan señales milagrosas y maravillas por medio del nombre de tu santo siervo Jesús».

No oraron por la liberación de los enemigos ni por el juicio de los enemigos. Oraron por valor para compartir el evangelio.

El sentimiento anticristiano (todo lo que está en contra de Cristo o de sus enseñanzas) no hará más que crecer en los próximos años. Más que orar contra la oposición, debemos orar por nuestra propia comunidad: que tengamos el valor de hablar por Jesús.

Cuando llegó la primera prueba de persecución a Pedro y Juan, la iglesia entera se unió no para pedir juicio en contra de sus enemigos. Se unieron para pedir por valor para seguir compartiendo el evangelio. ¡Cómo han crecido estos hombres en su fe! Recordemos la petición de Santiago y Juan en sus primeros pasos con Jesús:

Lucas 9:54-56 (NTV) Cuando Santiago y Juan vieron eso, le dijeron a Jesús: «Señor, ¿quieres que hagamos bajar fuego del cielo para que los consuma?». Entonces Jesús se volvió a ellos y los reprendió. Así que siguieron de largo hacia otro pueblo.

Ellos querían que el fuego consumiera a sus enemigos. Pero Jesús los reprendió. No les dijo: “si, que les caiga fuego”. Al contrario, los regañó fuertemente por querer pagar mal por mal. Eso no es lo que Él les estaba enseñando. Él les enseñaba a pagar bien por mal. Si alguien no te quiere escuchar o te persigue por hablarle de Jesús, ignoralo y continua tu camino y ve a compartir la Buena Nueva con otros. Eso fue lo que hicieron Jesús y sus discípulos.

Versículo 56 dice que “Así que siguieron de largo hacia otro pueblo.” Ellos simplemente siguieron adelante. Al siguiente pueblo, al próximo grupo de personas dispuestas a escuchar el evangelio. Entonces, ¿Cómo deben responder los cristianos ante una oposición fuerte?

Respuesta: Compartiendo la verdad con amor y valentía. Sobre todo, orando para que Dios les abra los ojos y puedan venir a Él y aceptarlo como Señor  y Salvador de sus vidas. Si no lo hacen, qué triste. Mas tú no te desanimes, sino que sigue adelante; ve a otro pueblo. Recuerda,

Filipenses 3:18-19 (NTV) Pues ya les dije varias veces y ahora se los repito de nuevo con lágrimas en los ojos: hay muchos cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. Van camino a la destrucción. Su dios es su propio apetito, se jactan de cosas vergonzosas y solo piensan en esta vida terrenal.