La Biblia dice que si amas a tus hijos, los disciplinarás. No puede ser opcional. Disciplinar no es sólo castigar a tus hijos por decisiones equivocadas. Se trata más de liderar y entrenarlos a hacer las cosas correctas.
Esta es la lección 2 de 5 en la serie Enriquécete. Ver también la Edición Infantil y la Edeción Juvenil de esta lección.
La Biblia dice que si amas a tus hijos, los disciplinarás. No puede ser opcional. Disciplinar no es sólo castigar a tus hijos por decisiones equivocadas. Se trata más de liderar y entrenarlos a hacer las cosas correctas.
Principio #2: La disciplina no es opcional.
Dios es muy claro en este tema. Los hijos necesitan corrección y los padres tienen la responsabilidad de disciplinar. Nuestra cultura pueda que diga que la disciplina es mala y destructiva, pero no lo creas. Los hijos necesitan disciplina para entender lo que es bueno y lo que es malo.
Proverbios 13:24 Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos.
Los padres deben dirigir a sus hijos en el camino correcto
Los padres son los líderes en el hogar. Tú tienes que guiar a tus hijos en la dirección que quieres que vayan. Debes enseñarles y guiarlos hacia las cosas sanas. Lo que aprenden de pequeños influyera en quienes se convertirán como adultos.
Proverbios 22:6 Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.
La buena disciplina vuelve el corazón del niño hacia Dios.
La meta no solo es de crear hijos obedientes que por fuera hacen caso, pero después se resienten contigo interiormente. La esperanza es de que mientras les enseña lo “bueno” y lo “malo”, tendrán un corazón que quiere obedecer a sus padres, y últimamente, deseen honrar a Dios sobre todas las cosas.
Hebreos 12:11 Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de
recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados por ella.
Las tres “C” de la disciplina: clara, consistente y correctiva
- clara – establece reglas, expectativas y consecuencias claras
- consistente- cumple el castigo cada vez que se rompa una regla
- correctiva – las consecuencias deben detenerlos de cometer el mismo error otra vez
Proverbios 23:13-14 No dejes de disciplinar a tus hijos; no morirán si les das unos buenos azotes. La disciplina física bien puede salvarlos de la muerte.
[Tema Relacionado: ¿Promete Dios que mis hijos crecerán bien?]
Preguntas para comentar:
- Preparación: Ver el video juntos o invita a alguien para resumir el tema.
- ¿Cuál es tu reacción inicial al video/artículo? ¿Está de acuerdo con alguna parte? ¿Qué saltó a la vista?
- ¿Por qué crees que la sociedad no está de acuerdo con la disciplina física? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo?
- En una escala del 1-10, ¿Qué tan perfecto eras de niño? ¿Cómo te calificarían tus padres? ¿Tus hermanos?
- ¿Cómo te disciplinaban tus padres cuando eras joven? ¿Cómo cambió a medida que crecías? ¿Qué tú harías diferente?
- Lee Proverbios 22:6. ¿Estás de acuerdo que los padres deben orientar a sus hijos en el camino correcto? ¿Crees que este versículo promete que tus hijos crecerán bien? Explica.
- Haz dos listas para describir (1) un corazón de piedra, y (2) un corazón tierno y sensible. ¿Qué clase de cosas pueden hacer los padres para fomentar un corazón tierno?
- ¿Cuál de las tres “Ces” de la disciplina te es más difícil llevar a cabo? ¿Por qué? ¿Cuál es la más difícil para tu pareja?
- Llévatelo: Escribe una medida de acción personal basada en esta conversación.