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Puntos de conversación:
- Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Mateo 5:17,20,48
- Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Romanos 3:20, Filipenses 3:5-7
- La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Efesios 2:8-9, Romanos 3:21-22
¿Qué pasaría si hubiera una caja que contuviera todas las respuestas a tus preguntas más profundas? Pues eso es lo que trataremos de hacer con nuestra nueva serie “Abriendo la caja: contestando las preguntas que la gente hace”. En las próximas lecciones cubriremos las siguientes preguntas en esta nueva serie de buscadeDIOS.org:
Preguntas religiosas
- ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
- ¿Existe sólo una iglesia verdadera?
Preguntas bíblicas
- ¿Es la Biblia un libro más?
- ¿Dios todavía habla a través de los profetas?
Preguntas de la vida
- Si Dios es bueno, ¿por qué existe el mal?
- ¿Qué piensa Dios realmente de las mujeres?
Abramos con la pregunta que estamos sacando de la caja hoy: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios?
Casi todas las religiones del mundo ofrecen un camino al cielo a través de buenas obras y esfuerzos personales. Algunas religiones incluso incluyen una lista de sacramentos o rituales sagrados mediante los cuales una persona puede merecer la salvación. Sin embargo, el cristianismo es diferente. Según la Biblia, sólo hay una manera de saber si eres lo suficientemente bueno para Dios y no tiene nada que ver con lo que puedes hacer. Antes de ver lo que dice la Biblia, hagamos un rápido estudio de algunas religiones populares del mundo.
El hinduismo. Esta religión no tiene un concepto singular de salvación sino múltiples caminos o yogas, como se le conoce. Estos caminos conducen a la liberación espiritual o moksha del ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento, mejor conocido como el samsara. Estos caminos incluyen la devoción (bhakti), el conocimiento (jnana) y la acción desinteresada (karma yoga), entre otros. La salvación se logra cuando un individuo se da cuenta de su verdadero yo (atman) como uno con la realidad última (Brahman). Entonces, en el hinduismo, la liberación depende de ti.
El budismo. La salvación en el budismo es el cese del sufrimiento y el ciclo de renacimiento, logrado mediante la eliminación del deseo y la ignorancia. En el budismo, el objetivo es alcanzar el nirvana o sea la iluminación siguiendo el Noble Óctuple Sendero que incluye principios como la comprensión correcta, la intención correcta, el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención plena correcta y la concentración correcta. Alcanzar el nirvana depende también de TI.
El islam. En el islam, el plan de salvación implica la creencia en la unidad de Dios (Alá) y la profecía de Mahoma. Los musulmanes creen en vivir una vida recta de acuerdo con las enseñanzas del Corán y los Hadith o dichos de Mahoma. La salvación se logra mediante la fe, el arrepentimiento y las buenas obras, siendo la recompensa máxima la entrada al paraíso. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras, sino que, al final, depende de la misericordia y el juicio de Alá. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. Ganar el paraíso depende de TI. Esta, y otras religiones, se basan en gran parte en lo que uno puede hacer, “las obras”, para ganar entrada al paraíso, nirvana o la liberación como otras tantas religiones.
Entonces, ¿qué enseña el cristianismo? Para encontrar esa respuesta necesitamos mirar otra religión mundial: el judaísmo. Jesús era judío. El cristianismo surgió del judaísmo. Comprender el vínculo entre esas dos religiones, y específicamente la diferencia clave entre ellas, nos dará la idea que necesitamos para responder nuestra pregunta de hoy.
Perfección
Jesús enseñó que la ley no tiene nada de malo; el problema es la gente. Dios requiere perfección; cualquier cosa menos no funcionará. Esto viene de las palabras de Jesús en su famoso Sermón del monte.
Mateo 5:17 (NTV) »No malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para cumplir sus propósitos.
Cuando Jesús habla de “la ley y los profetas” se refiere al judaísmo. Te explico el judaísmo en pocas palabras: Dios eligió a Abraham y le hizo algunas promesas (Gén 12). Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés. Estas son las reglas para vivir en la tierra prometida a la que estaban a punto de entrar. La gente seguía violando las leyes y no vivía correctamente como lo dice el libro de Jueces.
Jueces 21:25 (NTV) En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio.
En Mateo 5, Jesús básicamente dice: “No hay nada malo en la ley; algo anda mal con la gente”. Por eso dijo:
Mateo 5:20 (NTV) »Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
Jesús continúa con el sermón enumerando ejemplos en cada área de la vida:
- Han oído “no asesines” (Mateo 5:21-22), pero yo digo aun si te enojas con alguien ya es asesinato en tu corazón.
- Han oído “no cometas adulterio” (Mateo 5: 27-28), pero yo digo que el que mira con pasión sexual ( lujuria) es igual a adulterio en tu corazón.
- Han oído “el castigo debe ser acorde a la gravedad del daño” (Mateo 5:38-39), pero yo digo pon la otra mejilla.
- Han oído “ama a tu prójimo” (Mateo 5:43-44), pero yo digo “ama a tu enemigo”
Luego Jesús termina la sección con esta loca declaración:
Mateo 5:48 (NTV) Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto.
Es una declaración loca porque jamás alcanzaremos la perfección mientras estemos en este cuerpo corruptible. Esto nos pone en un gran aprieto.
El aprieto
Esto nos deja en un aprieto. Ni siquiera un fariseo podría alcanzar la perfección. Y eso que los fariseos eran los grandes líderes religiosos guardadores de la ley. Dios requiere perfección, pero la gente está lejos de ella. El apóstol Pablo explicó esto claramente en su carta a los romanos:
Romanos 3:20 (NTV) Pues nadie llegará jamás a ser justo ante Dios por hacer lo que la ley manda. La ley sencillamente nos muestra lo pecadores que somos.
Esto es una locura porque ¡Pablo solía ser fariseo! Era uno de esos tipos del Sermón del monte del que hablaba Jesús. Estaba tratando de llegar a Dios a través de sus propias obras. Así lo explicó el propio Pablo:
Filipenses 3:5-6 (NTV) Fui circuncidado cuando tenía ocho días de vida. Soy un ciudadano de Israel de pura cepa y miembro de la tribu de Benjamín, ¡un verdadero hebreo como no ha habido otro! Fui miembro de los fariseos, quienes exigen la obediencia más estricta a la ley judía. Era tan fanático que perseguía con crueldad a la iglesia, y en cuanto a la justicia, obedecía la ley al pie de la letra.
En el siguiente versículo quiero usar la NVI, porque nos ayuda a entender mejor lo que Pablo está tratando de decir:
Filipenses 3:7 (NVI) Sin embargo, todo aquello que para mí era ganancia, ahora lo considero pérdida por causa de Cristo.
Pablo estaba en números rojos y luego conoció a Cristo. Pablo recalcula el valor de toda su ganancia: familia, logros, educación, estatus social y moral. ¡Se da cuenta que el monto total sumaba a una pérdida total! Porque nada se compara a Cristo. Podemos no tener nada aparentemente, pero lo tenemos todo una vez que recibimos a Jesus como nuestro Señor y Salvador en nuestras vidas.
Entonces, si nunca llegaremos a ser lo suficientemente buenos para Dios o sea que no podremos alcanzar la perfección, ¿cuál es la respuesta a nuestra pregunta qué estamos contestando?
El regalo
La respuesta se encuentra en la perfección de Jesús. Eso sólo lo obtenemos por fe, y este es un regalo puramente de Dios. Llegamos a ser lo suficientemente buenos a través de Cristo y el sacrificio que ÉL hizo en la cruz del calvario. No tiene que ver con nada que nosotros hagamos. No depende de TI ni de MI. No es por obras para que nadie se jacte de ganarse la salvación. Es un regalo no merecido que nos da Jesús. Así es como Pablo explicó estas matemáticas a los efesios:
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Piensa en la palabra “regalo”. ¿Cuánto pagas por un regalo? Exactamente nada. Una vez que lo pagas, ¡ya no es un regalo! Dos cosas sobre un regalo u obsequio. La primera: “ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo“. Si lo hacemos, entonces es una jactancia religiosa. La segunda cosa es que no tenemos que preguntarnos si hemos hecho lo suficiente para merecerlo o si somos lo suficientemente buenos para recibirlo
Este concepto contrasta con el Islam. La salvación en el Islam no está garantizada únicamente por la fe o las obras. Los musulmanes se esfuerzan por vivir una vida que agrade a Alá y a seguir las enseñanzas del Islam con la esperanza de alcanzar la salvación en el más allá. ¡Pero nunca sabrán con seguridad si son salvos! Pero Dios sí nos dice cómo podemos ser salvos:
Romanos 3:21-22 (NTV) Pero ahora, tal como se prometió tiempo atrás en los escritos de Moisés y de los profetas, Dios nos ha mostrado cómo podemos ser justos ante él sin cumplir con las exigencias de la ley. Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Y eso es verdad para todo el que cree, sea quien fuere.
Este versículo lo deja muy claro. Podemos ser salvos a través de Jesús porque Dios nos hace justos a sus ojos cuando ponemos nuestra fe en Jesucristo. Entonces, la respuesta de la Biblia a la pregunta: ¿Qué tan bueno es lo suficientemente bueno para Dios? Revela la diferencia entre el cristianismo y cualquier otra religión. El judaísmo, el hinduismo, el budismo y el islam se basan “en obras”. Se trata de lo que TÚ puedes hacer para alcanzar la iluminación, ganar el nirvana y volverte justo.
El cristianismo tiene un mensaje diferente: TÚ no puedes hacer nada para salvarte a ti mismo. ¡La gente lo ha intentado y siempre ha fracasado! Necesitarás la perfección de Jesús. ya que él te ha regalado la salvación. Eso sólo lo obtendrás por fe.
Si tú nunca has puesto tu fe en Jesús, hoy es tu oportunidad de hacerlo. Solo Jesús te puede salvar y hacerte aceptable ante Dios. Es a través de Jesús que podemos ser perfectos porque cuando Dios nos mira a nosotros ve todo el pecado que llevamos encima. No obstante, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y aceptamos su regalo de salvación podemos venir delante del Padre. Y él no nos mira a nosotros sino a la perfección de Cristo que nos representa ante un Dios tan Santo. Por lo tanto, sólo a través de Jesús es que podemos llegar a ser lo suficientemente buenos para Dios. Y esto es un regalo de Dios. No hay nada que nosotros podamos hacer para recibirlo.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Qué diferencia al cristianismo de otras religiones del mundo? ¿Por qué crees que la gente se inclina a pensar que pueden ganarse el camino hacia Dios?
- Vuelva a leer Jueces 21:25 y Romanos 3:21. La gente hacía lo que bien le parecía. ¿Cómo es que esta idea sigue siendo cierta hoy en día? ¿Cuál fue la razón fundamental por la que Dios nos dio la ley?
- ¿Qué nos dice Efesios 2:8-9 acerca de nuestras obras y nuestra salvación? ¿Cómo has entendido tu propia “bondad” (ser bueno) en el pasado?
- ¿Qué se necesita para ser lo suficientemente bueno para Dios? ¿Has respondido al regalo que ofrece Jesús?