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Puntos de conversación:
- Hechos 2:38 es alentador por su simplicidad pero también confuso por la forma en que algunas personas lo interpretan. Esto genera una pregunta importante: ¿Es necesario bautizarse para ser salvo? Hechos 2:37-41
- Para responder a esta pregunta comenzamos con el principio hermenéutico más básico: dejar que la Biblia interprete la Biblia. Está claro en todo el Nuevo Testamento que la salvación es sólo por fe. Hechos 3:19, Hechos 10:43-48, Romanos 10:9, Efesios 2:8-9
- Incluso antes de la muerte y resurrección de Cristo, la gente era salva por la fe. Abraham y el ladrón en la cruz son claros ejemplos de esto – y ninguno de los dos fue bautizado. Romanos 4:2-5
- El bautismo es un símbolo y una ordenanza importante, pero no es el ingrediente activo de la salvación. Somos salvos sólo por la fe, y el primer sermón de Pedro nos enseña que la verdadera fe requiere arrepentimiento. Romanos 6:3-4
Hoy, mientras continuamos en nuestro estudio del libro de los Hechos, miramos un pasaje que es alentador por su simplicidad pero también confuso por cómo algunos lo han interpretado a lo largo de la historia. Nos da la oportunidad de hacer un buen estudio bíblico a la antigua, aplicando un principio hermenéutico muy importante. Llegaremos a todo eso en sólo un segundo, pero primero echemos un vistazo a la pregunta en nuestro estudio de hoy: ¿Es necesario bautizarse para ser salvo?
En términos más simples, este debate tiene dos lados. Algunas personas dicen que sí, que el bautismo en agua es necesario para la salvación. Uno de sus versículos clave proviene de nuestro texto de hoy. Otras personas dicen que no, que el bautismo no es necesario para la salvación.
Para ser honesto, estoy totalmente del lado de los “No”. Creo que la Biblia es muy clara al enseñar que somos salvos por la fe y que el bautismo es algo que hacemos después de ser salvos. lo hacemos por obediencia a los mandamientos de Cristo, así como obedecemos de mil otras maneras. Dios no espera hasta después de que seamos bautizados para salvarnos; eso va en contra de las claras enseñanzas de las Escrituras. Te mostraré esas enseñanzas hoy.
Antes de llegar a eso, es posible que te pregunte por qué es importante entender este punto. ¿Es esto sólo una cuestión secundaria, algo sobre lo que cada uno puede decidir por sí mismo y no necesitamos discutirnos por ello? Creo que es una cuestión fundamental con la que todo el mundo debe luchar. Si te equivocas, ¡podrías estar entendiendo mal la salvación! Eso es muy importante, así que no tomemos esta pregunta a la ligera.
Si el bautismo es necesario para la salvación, me gustaría saberlo. No quisiera enseñar el evangelio equivocado ni desviar a la gente. Entonces, dondequiera que estés sobre este tema, ya sea que hayas pensado mucho en él o recién estés aprendiendo sobre él, te invito a dejar que la Palabra de Dios hable por sí misma y a tomar tu propia decisión sobre si tienes que bautizarte para ser salvo.
Durante las últimas dos semanas hemos estado estudiando el primer sermón de Pedro predicado en la era de la iglesia primitiva. Fue un sermón de dos partes donde primero comenzó con una enseñanza sobre el Espíritu Santo y luego terminó con una enseñanza sobre el mensaje básico del evangelio, que trata sobre Jesús y su muerte y resurrección. Debe haber sido un gran sermón porque al continuar leyendo el texto de hoy, podemos ver que tuvo un gran impacto.
Hechos 2:37 (NTV) Las palabras de Pedro traspasaron el corazón de ellos, quienes le dijeron a él y a los demás apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer?
Esto se puede aplicar a ti y a todos los que estamos aquí hoy. Has venido a la iglesia, has escuchado el mensaje, ¿y ahora qué?
Hechos 2:38-41 (NTV) Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo. Esta promesa es para ustedes, para sus hijos y para los que están lejos, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios. Entonces Pedro siguió predicando por largo rato, y les rogaba con insistencia a todos sus oyentes: «¡Sálvense de esta generación perversa!». Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo día, como tres mil en total.
¡Guau! ¡La iglesia pasó de 120 personas a 3000 en un día! Primero quiero hacer algunas observaciones generales sobre lo que está pasando aquí. Luego profundizaremos en el versículo 38 y responderemos nuestra pregunta del día.
Pedro está predicando a una audiencia judía, y su encargo de que se bauticen es realmente sorprendente. El pueblo judío en los días de Jesús ya tenía un contexto para el bautismo, pero ahora Pedro le está dando un significado completamente diferente. El Comentario bíblico del expositor: Edición abreviada (2 volúmenes) aclara que “Los judíos generalmente consideraban el bautismo como un rito sólo para los gentiles conversos (es decir, prosélitos), no para alguien nacido judío, y simbolizaba la ruptura con el pasado gentil y la purificación. lejos de toda contaminación.” Así, que para ellos, lo que Pedro les está diciendo es una ofensa.
Pedro les estaba diciendo que ellos también tenían que arrepentirse y bautizarse. ¡Básicamente les estaba diciendo que no eran mejores que los gentiles! Esto habría sido muy ofensivo para un judío orgulloso, pero no para la gente de ese día. Nota que estaban conmovidos de corazón y genuinamente querían saber qué tenían que hacer para responder a este mensaje radical sobre Jesús.
Recuerda que Pedro había dicho en el mensaje (la semana pasada) que ellos eran en parte responsables de la muerte de Jesús. ellos fueron quienes lo pusieron en la cruz, junto con los gentiles sin ley y Dios mismo. El verdadero evangelio ofende nuestra sensibilidad. los verdaderos creyentes responden a este mensaje de todos modos.
Segundo, dice que deberían ser bautizados en el nombre de Jesucristo. Esto es diferente al bautismo de Juan del que leemos en los evangelios. El bautismo de Juan fue un bautismo de arrepentimiento. Este nuevo bautismo es algo más. sí, es un bautismo de arrepentimiento, pero es específicamente un bautismo en el nombre de Jesucristo, el que murió y resucitó.
Nota: no quiere decir que la forma de bautizar en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo cambia a solo el nombre de Jesus. Pedro hace énfasis en el nombre de Jesús porque esto es una declaración fuerte y rotunda de parte de un judio. Al bautizarse en el nombre de Jesus, un judio, declaraba su fe en Jesús y lo aceptaba como el Mesías y sobre todo, como el Hijo de Dios. Recordemos que era una blasfemia para un judio admitir que Jesús era el Hijo de Dios. Ese motivo fue en gran parte porque crucificaron a Jesús, por blasfemo.
Vemos la distinción entre los dos bautismos más adelante en Hechos capítulo 19. Ahí es donde Pablo se encuentra con un grupo de discípulos, entre comillas, que solo habían oído hablar del bautismo de Juan. ¡Ni siquiera sabían acerca del Espíritu Santo, así que claramente no estaban en Jerusalén el día de Pentecostés! Entonces Pablo compartió el evangelio con ellos y fueron bautizados en el nombre de Jesús. Luego recibieron el Espíritu Santo tal como leímos en Hechos capítulo 2. Esto fue muy bueno.
En tercer lugar dice “cada uno de ustedes”. El bautismo es una respuesta individual al mensaje del evangelio. Nadie puede hacerlo por ti. Por tal razón, queremos ayudarte a comprenderlo para que tomes una decisión bien informado. Por lo tanto, hoy, queremos centrarnos en este versículo y queremos profundizar en cómo interpretarlo.
Hechos 2:38 (NTV) Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.
Pedro está diciendo: haz _____ (esto) y luego ______ (esto) sucederá. Esto de seguro es descriptivo. ¿Pero es prescriptivo? ¿Se está recetando esto a todo el mundo? Acaso, ¿se debe seguir la siguiente fórmula?: arrepentimiento + bautismo = perdón de pecados. ¿Es necesario para la salvación? Si esto fuera todo lo que la Biblia dijera al respecto, podríamos decir que sí. ¡Pero la Biblia dice mucho más!
Así que para responder a esta pregunta, ¿es necesario bautizarse para ser salvo? comenzamos con el principio hermenéutico más básico: dejar que la Biblia interprete la Biblia. Está claro en todo el Nuevo Testamento que la salvación es sólo por fe.
Aquí hay unos ejemplos de esta declaración tan decisiva:
El primer ejemplo que veremos es el segundo “sermón” de Pedro en el capítulo 3.
Hechos 3:19 (NTV) Ahora pues, arrepiéntanse de sus pecados y vuelvan a Dios para que sus pecados sean borrados.
Claro está, la respuesta es: Sólo arrepiéntete. Ninguna mención del bautismo. Acaso ¿se olvidó tan rápidamente del requisito? Más adelante hablaremos sobre el arrepentimiento.
El segundo ejemplo es el caso de Pedro con Cornelio:
Hechos 10:43-48 (NTV) De él dan testimonio todos los profetas cuando dicen que a todo el que cree en él se le perdonarán los pecados por medio de su nombre. Mientras Pedro aún estaba diciendo estas cosas, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. Los creyentes judíos que habían llegado con Pedro quedaron asombrados al ver que el don del Espíritu Santo también era derramado sobre los gentiles. Pues los oyeron hablar en otras lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro preguntó: «¿Puede alguien oponerse a que ellos sean bautizados ahora que han recibido el Espíritu Santo, tal como nosotros lo recibimos?». Por lo tanto, dio órdenes de que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Después Cornelio le pidió que se quedara varios días con ellos.
El versículo 43 dice: cree. Nada más que simplemente cree. No hace mención del bautismo. Creyeron y luego recibieron el Espíritu Santo antes del bautismo. Ya hemos visto que la salvación significa que estás perdonado + recibes el regalo del Espíritu Santo.
Entonces la recepción del regalo del Espíritu Santo indicó que fueron salvos, o sea, perdonados. Ver Efesios 1:13, 2 Cor 1:22 donde habla de que fuimos sellados con el Espíritu Santo en el momento de la salvación. Esta es nuestra garantía. Ya eran salvos aunque todavía no habían sido bautizados. Veamos lo que dice Pablo en Romanos.
Romanos 10:9 (NTV) Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Una vez más, no se menciona el bautismo. De hecho, Pablo cita a Joel 2 tal como lo hizo Pedro en Hechos 2:
Romanos 10:13 (NTV) Pues «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo»
Esto habla de arrepentimiento y fe. No se requiere nada más.
Efesios 2:8-9 (NTV) Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo.
Salvos solamente por la fe. No es: fe + bautismo = salvación. Si Dios esperara ha que fueras bautizado para ser salvo, dependería de algo que tu harias. Entonces vendría a hacer por obras y no por fe. Pero no lo es, y nunca lo fue. Porque
Incluso antes de la muerte y resurrección de Cristo, la gente era salva por la fe. Abraham y el ladrón en la cruz son claros ejemplos de esto – y ninguno de los dos fue bautizado.
Miremos primero a Abraham.
Romanos 4:2-3 (NTV) Que si sus buenas acciones le hubieran servido para que Dios lo aceptara, habría tenido de qué jactarse; pero esa no era la forma de actuar de Dios. Pues las Escrituras nos dicen: «Abraham le creyó a Dios, y Dios lo consideró justo debido a su fe».
Esta es una cita directa de Génesis 15. Dios le había hecho una promesa a Abraham en Génesis 12 (por tu descendencia, todas las naciones serán bendecidas). Pero no hubo progreso en la promesa, y Abraham comenzó a dudar. Luego la bomba: Génesis 15:6 Y Abram creyó al Señor, y el Señor lo consideró justo debido a su fe. No dice “Abraham fue e hizo algo…” Él simplemente creyó.
Pablo vio esto como el evangelio en el Antiguo Testamento. Abraham no era justo, pero su fe lo cambió todo. NO sus obras.
Romanos 4:5 (NTV) pero la gente no es considerada justa por sus acciones sino por su fe en Dios, quien perdona a los pecadores.
John Piper lo puso de la siguiente perspectiva: “Cuando la fe nace en el alma, todavía somos impíos”. En otras palabras, no hemos hecho ni una sola buena obra. No hemos obedecido ni un solo mandamiento.¡Ni siquiera hemos sido bautizados todavía! Y luego Pablo dice algo que no podría ser más claro con respecto al bautismo…
Romanos 4:10-11 (NTV) ¿Pero cómo sucedió esto? ¿Se le consideró justo solo después de ser circuncidado o fue antes? ¡Es evidente que Dios aceptó a Abraham antes de que fuera circuncidado! La circuncisión era una señal de que Abraham ya tenía fe y de que Dios ya lo había aceptado y declarado justo aun antes de que fuera circuncidado. …
De la misma manera, ¡la justicia se nos cuenta antes del bautismo, no después! Nota que uno de los puntos de Pablo es que los gentiles no necesitan la circuncisión para ser salvos. Esto va en contra de que somos salvos por fe y no por obras. Al igual que ¡va en contra del argumento decir que necesitan ser bautizados! Simplemente reemplazando un símbolo externo por otro: el bautismo en vez de la circuncisión.
Ahora veamos al ladrón en la cruz. El ladrón en la cruz es otro ejemplo de este principio: la salvación siempre ha sido por la fe. Para quienes vivieron antes de Cristo, la fe es mirar hacia adelante. Para nosotros hoy, la fe es mirar hacia atrás. De cualquier manera, la salvación es por la fe en Jesús. No había una manera de ser salvo en el Antiguo Testamento y otra diferente en el Nuevo Testamento.
Para el ladrón en la cruz, su salvación obró igual que para Abraham. Él creyó en Jesús. Se arrepintió de su forma anterior de pensar (burlándose). Y Jesús le dijo “hoy estarás conmigo en el paraíso” ¡Pero él no había sido bautizado!
Es que este es el punto:
El bautismo es un símbolo y una ordenanza importante, pero no es el ingrediente activo de la salvación. Somos salvos sólo por la fe, y el primer sermón de Pedro nos enseña que la verdadera fe requiere arrepentimiento.
Dios no está esperando que nos bauticemos para declarar que nuestros pecados están perdonados. Claramente no lo requirió antes de que Jesús muriera (por ejemplo, Abraham y el ladrón). Entonces, ¿Por qué haría más difícil la salvación después de la muerte de Jesús? No tiene sentido. El bautismo no es un requisito para ser salvo. El bautismo es una ordenanza y un símbolo.
Es una ordenanza porque es ¡un mandamiento que debemos obedecer! No es un sacramento que nos salve. Empero, no pierdas de vista el punto y descuides el bautismo. Debes hacerlo si has confiado en Jesús.
El bautismo también es un símbolo. Representa la muerte y resurrección de Jesús.
Romanos 6:3-4 (NTV) ¿O acaso olvidaron que, cuando fuimos unidos a Cristo Jesús en el bautismo, nos unimos a él en su muerte? Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva.
Entonces, ¿cuál es el ingrediente activo? El ingrediente activo de la salvación es la fe. Somos salvos solo por la fe. Pero eso no es simplemente creer en un montón de hechos acerca de Jesús. La verdadera fe requiere arrepentimiento. Arrepentirse es una metanoia, un término teológico que significa convertirse y cambiar de opinión y actitud.
Arrepentirse es dolerme por haber ofendido a Dios y dar un giro de 360 grados en tu vida. En “La búsqueda” lo llamamos una “nueva actitud”. Es tener un corazón sometido a Jesús que pregunta: “¿Qué debemos hacer?” Este cambio, eventualmente afectará nuestras acciones.
En el punto de la fe es sólo una actitud de sumisión. Es decirle a Jesús: me arrepiento de mis pecados. Te acepto como Señor y Salvador de mi vida. Rindo toda mi voluntad a ti. Desde ese momento, te apartas del camino pecaminoso en el que ibas y permites que Dios te moldee a su manera.
Una vez que haces una oración como esta, y pones tu fe en Jesús, entonces, como manera de obediencia y agradecimiento, decides bautizarte. No para ser salvo sino como un símbolo de tu compromiso con Dios. Le estás diciendo al mundo que te apartas para pertenecer solo a Cristo. Es como el anillo de matrimonio que le anuncia a los demás que estás apartado para tu cónyuge.
Si tu ya pusiste tu fe para salvación en Jesús, y no te has bautizado, ¿qué esperas? No seas desobediente, haz caso al mandato de Jesús.
Ver también:
- Lee los puntos de discusión anteriores en grupo, incluidas las citas bíblicas. ¿Cuáles son tus pensamientos iniciales sobre estos puntos?
- ¿Cuál ha sido tu experiencia con el bautismo en el pasado? ¿Cuál es el bautismo más poderoso que jamás hayas presenciado?
- Para ti, ¿qué versículo del Nuevo Testamento es el más convincente para demostrar que el bautismo no salva a una persona? Defiende tu respuesta.
- Lee Romanos 4:2-3. ¿Cómo se salvaron las personas en el Antiguo Testamento? ¿Cuál es la diferencia entre entonces y ahora?
- ¿Cuáles son algunas de las razones por las que la gente podría descuidar o posponer el bautismo? ¿Qué estamos llamados a hacer en su lugar?
- ¿Cuál es el punto del bautismo? ¿Cuál es el “ingrediente activo” de la salvación? Explica.