Una búsqueda de Dios empieza por confiar en Jesús, o sea, aceptando a Cristo como nuestro Salvador. Luego comenzamos a vivir vidas que honran a Dios. Después, empezamos a hacer discípulos, o sea a traer a otros a confiar en Jesús, a honrarlo y a que ellos mismos empiecen a hacer discípulos. A esto le llamamos ser cristianos de círculo completo. Nosotros lo representamos con el siguiente diagrama:
Hoy, en esta lección nos enfocaremos en la segunda flecha de este círculo que es Honrar a Dios. Cuando ponemos nuestra confianza en Jesús y lo aceptamos como nuestro Salvador, venimos a ser nuevas personas. Nuestra naturaleza vieja y pecadora es transformada por una naturaleza nueva que trata de honrar a Dios en nuestras vidas. El apóstol Pablo dice lo siguiente al respecto:
2 Corintios 5:17 Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!
No se le puede agregar más a este versículo. ¡Está completo! Si eres cristiano, si de verdad le perteneces a Cristo, entonces debes dejar tu vieja manera de vivir y empezar a vivir de una manera nueva y diferente. Ahora debes vivir una vida que honre a Dios. Por lo tanto, hoy te daré tres claves para vivir una vida de rectitud ante Dios. Y esto parece muy difícil de hacer, pero el apóstol Pedro dijo en su 2da carta, capitulo 1 que “Mediante su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. …” 2 Pedro 1:3. Y este “todo” no creas que es una lista larguísima. Para explicártelo, usamos la analogía de un banco o taburete de tres patas:
Si te fijas, este banco necesita las tres patas para estar de pie. Tú también necesitarás tres cosas para vivir esta nueva vida que honra a Dios. Cada pata representa una clave que te ayudará a honrar a Dios en tu vida.
Primera clave:
PATA #1 – El Espíritu de Dios.
Necesitamos una fuente nueva de poder más que fuerza de voluntad para honrar a Dios. Nunca podremos honrar a Dios por nuestras propias fuerzas. Tiene que ser a través del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nos guía de adentro hacia afuera dándonos poder para honrar a Dios todos los días. Mira lo que dice Pedro acerca de esto:
1 Pedro 1:2 Dios Padre los conocía y los eligió desde hace mucho tiempo, y su Espíritu los ha hecho santos. Como resultado, ustedes lo obedecieron y fueron limpiados por la sangre de Jesucristo.
Pedro claramente nos dice que es a través de su Espíritu Santo que podemos ser santos y llevar una vida santa que honre a Dios. Muchos diran que Pedro se esta refiriendo a los judios solamente, pero este versículo también aplica a nosotros. El apóstol Pablo lo confirma:
Efesios 1:13-14 …Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás. El Espíritu es la garantía que tenemos de parte de Dios de que nos dará la herencia que nos prometió y de que nos ha comprado para que seamos su pueblo. …
Esta promesa de la que esta hablando Pablo fue dada mucho tiempo antes allá en Ezequiel:
Ezequiel 36:26-27 Les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Les quitaré ese terco corazón de piedra y les daré un corazón tierno y receptivo. Pondré mi Espíritu en ustedes para que sigan mis decretos y se aseguren de obedecer mis ordenanzas.
Y es que recibir al Espíritu Santo, prometido desde la antigüedad, es muy importante. Una razón es porque es a través de este Espíritu Santo que podemos obedecer a Dios y así vivir una vida en rectitud; una vida que le agrada a Él. También porque es a través del Espíritu Santo que podemos negarnos a nuestros impulsos pecaminosos, como vemos en Gálatas:
Gálatas 5:16-17 Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones,
Dentro de nosotros se lleva a cabo una pelea entre dos fuerzas: nuestra nueva naturaleza y la vieja. Nuestra vieja persona quiere hacer lo malo, pero nuestra nueva naturaleza quiere agradar a Dios. Y es con el Espíritu Santo que podemos vencer las fuerza pecaminosa. Sin la ayuda del Espíritu siempre terminamos pecando.
Mas cuando dejamos que el Espíritu nos guíe pasa lo siguiente:
Gálatas 5:22-23 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!
¡Ese es el fruto del Espíritu en nuestras vidas! Si estas cosas están faltando en tu vida, entonces pregúntate si es que estás dejando que el Espíritu de Dios te guíe. Si no estás seguro o tu respuesta es no, ¿qué esperas? No te quedes solo así. Hoy es el momento de dejar que el Espíritu Santo te guíe.
La segunda clave para vivir una vida que honre a Dios es
PATA #2 – La Palabra de Dios.
Además, del Espíritu Santo, necesitamos de la Biblia, la Palabra de Dios para que nos mantengamos en pie. Como nuevas criaturas necesitamos una forma nueva de pensar. Y la Biblia es la fuente que transforma nuestra mentalidad y pensamientos. La Biblia nos guía y nos muestra las actitudes y acciones que honran a Dios.
Pablo dijo lo siguiente en su segunda carta a Timoteo:
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.
En la próxima lección hablaremos más de cómo la disciplina del estudio de la Biblia influye en tu vida. En esta lección, el enfoque es en lo que la Biblia hace por nosotros (“útil”). Si lees este pasaje detenidamente encontrarás cuatro cosas para lo cual la Biblia es útil: primero, la Biblia es útil para enseñar. En otras palabras para enseñar e impartir la verdad. Segundo, para redargüir. La Biblia expone o como dice esta versión “dejar ver” el camino equivocado. Tercero, corregir; o sea que nos hace ver el camino malo y nos muestra el camino correcto que debemos seguir. La cuarta cosa es que la Biblia es útil para instruir. Esto quiere decir que “nos enseña a hacer lo correcto” para mantenernos en el camino recto.
En la tercera utilidad nos muestra el camino correcto, pero con la cuarta nos enseña a hacer lo que debemos para mantenernos en el camino recto que nos ha mostrado. En otras palabras, la Biblia es el mapa para nuestras vidas. Y no solo eso. Es en la Palabra de Dios donde encontramos también el manual para vivir una vida cristiana. La Biblia nos muestra lo correcto y lo incorrecto. Leamos lo que Jesús dijo en el evangelio de Lucas:
Lucas 6: 46-48 »Así que, ¿por qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!” cuando no hacen lo que digo? Les mostraré cómo es cuando una persona viene a mí, escucha mi enseñanza y después la sigue. Es como una persona que, para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre roca sólida. Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa, esta queda intacta porque está bien construida.
En otras palabras, debemos ser hacedores de la Palabra y no sólo oidores. Tenemos que obedecer y seguir lo que dice la Biblia para que ésta pueda llevar a cabo su propósito de guiarnos. Jesús mismo dijo que no es suficiente con solo “leer” (o escuchar). Hay que ponerla en práctica para que haga una diferencia en nuestras vidas. De nada nos sirve tener un mapa para viajar a un lugar nuevo si no lo seguimos. Es desafortunado andar perdido teniendo un sistema de navegación al alcance de la mano y no utilizarlo. Asi es cuando no usamos la Biblia para navegar por esta vida y saber cómo debemos vivir para honrar a Dios.
La tercera y última clave es
PATA #3 – El pueblo de Dios.
Esta clave también es importante. Necesitamos una comunidad cristiana para honrar a Dios. No podemos vivir esta nueva vida por nuestra cuenta. Otros creyentes nos ayudan a mantenernos en el camino correcto, tanto individualmente como en la iglesia local. Mira lo que dice Pablo con respecto a la necesidad de vivir en comunión con otros cristianos:
Gálatas 6:1-2 Amados hermanos, si otro creyente está dominado por algún pecado, ustedes, que son espirituales, deberían ayudarlo a volver al camino recto con ternura y humildad. Y tengan mucho cuidado de no caer ustedes en la misma tentación. Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo.
¡Guau! Nos necesitamos mutuamente. Si yo caigo, tú me recoges. Si tú caes, yo te recojo. Si alguien está triste, otro hermano le da una palabra de ánimo. Si alguien va por el mal camino, otro hermano le hace ver su error para que no se extravíe. Nos necesitamos unos a otros. Este camino no es de caminarlo solo; para eso está el pueblo de Dios. Como dice en Eclesiastés:
Eclesiastés 4:9-10 (NTV) Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito. Si uno cae, el otro puede darle la mano y ayudarle; pero el que cae y está solo, ese sí que está en problemas.
Es muy triste vivir una vida aislada de los demás. Como dice en Eclesiastés que si alguien está solo y cae “ese sí que está en problemas.” porque ¿quién lo levantará? No. Hemos sido creados para vivir en conexión. Nos necesitamos unos a otros. Es en relaciones de mentoría donde podemos aprender a cómo vivir para honrar a Dios. Es cuando nos juntamos con otros cristianos que podemos crecer en nuestra fe. Es necesario poder estudiar la Biblia en compañía de otros. También es vital tener un grupo de apoyo que pueda orar con nosotros en momentos difíciles. Y por qué no, las victorias se gozan mejor cuando las podemos compartir con aquellos que nos han ayudado a ganarlas.
En conclusión, empezamos una relación con Dios por gracia. Ahora vivimos esta nueva vida por gracia. Las tres patas del banco son las tres claves de que vienen de Dios. Son regalos para nosotros: su Espíritu, su Palabra, su pueblo. Así que no es por fuerza de voluntad que podremos honrar a Dios si no “mediante su divino poder” como lo leímos en 2 Pedro 1:3. Necesitamos de cada una de las tres “patas” (claves) para mantenernos en pie. Si llegara a faltar una de las patas, entonces el banco queda sin equilibrio y en cualquier momento puede caerse. No puedes mantenerte en la fe solo con una de las tres claves. Necesitas de las tres.